LOS CHAMARILEROS

 

O

 

LA INMORALIDAD DE LA AVARICIA.

 

Autores de la Portada: Pedro Sepúlveda y Salvador Mora.

Propiedad de la Familia.

 

Autor del dibujo: Antonio Merlo.

Propiedad de la Familia.

 

 

Definen los autores esta obra como una Farsa Sainetesca y la estrenan en Barcelona el 20 de noviembre de 1930. Está escrita por Carlos Arniches, Joaquín Abati y José de Lucio.

 

Chamarilero significa “personas que por oficio comercian con objetos usados o viejos” (75). Pertenece a su Etapa Moralizante. Nos va a plantear la inmoralidad de muchos comerciantes que comercian con cosas… y con personas.

 

Los excelentes dibujos de Antonio Merlo nos dan una idea perfecta del decorado de cada acto. En el primer acto vemos dos tiendas de Chamarileros. Ahora las llamaríamos “tiendas de antigüedades”. Una se llama “LAS AMÉRICAS DEL SUR – Compraventa Mercantil” y pertenece a Ricarda y a su hija Carmen. La otra se llama “LAS AMÉRICAS DEL NORTE – Tienda de Antigüedades” y pertenece a Demetrio y su hijo Manolo.

 

La obra nos va a contar la historia de amor con sus altibajos de estos dos jóvenes, Carmen y Manolo, y cómo sobreviven a una estafa de gran calibre ideada por sus mayores. Además hay un trasfondo de codicia y avaricia con cosas y personas que da una gran fuerza a la obra. Pertenece a su Etapa Moralizante.

 

Arniches hace que Manolo sea un celoso patológico, incidiendo aún más en este problema en la sociedad de su tiempo.

 

Las dos tiendas pegadas, situadas en la ribera de Curtidores, a la cabecera del Rastro en Madrid…, todo hace pensar que sus dueños se odian… Y así es. Arniches nos presenta unos letreros en las tiendas que dicen: NO SE FÍA PARA NO EMBARULLAR AL CONTABLE; EL REGATEO DENIGRA A LOS CONTRATANTES; POQUITA CONVERSACIÓN, ES PRUEBA DE EDUCACIÓN; MIRE LO QUE QUIERA PERO NO SOBE.

 

Ya habíamos conocido un Chamarilero en la obra “El Conde de Lavapiés”-1912, se llamaba Mariano Peláez y su tienda era EL REVOLTIJO, que educa a un niño esperando una gran suma de dinero, y lo que recibe es amor a toneladas.

Calle Ribera de Curtidores

www.wikipedia.org

 

Dos chulos que pasan por delante de las tiendas y ven a Carmen, no pueden reprimir hablar con ella, a lo que les responde que son feos.

 

PIROPOS DE ARNICHES NÚMERO 17.

 

(Acto I, Escena I.)

 

NICETO.- Oye…, dice que somos feos.

 

CARMEN.- Un rato largo.

 

NINCHI.- ¡Qué va a hacer uno!… ¡Si se ha llevao usté too lo bonito que hizo Dios!

 

CARMEN.- Fastidiarse.

 

Manolo sale como una furia hasta que se marchan los dos chulos. Cuando se quedan solos, Manolo le confiesa que está harto de su situación, de que los padres de ambos se opongan a sus relaciones, de que no puedan casarse…

 

Carmen se ríe de todo, y le dice que ellos “deben jugar con malicia”.

 

Mensaje número 819: Arniches siempre anima a los enamorados a ser astutos y persistentes en su amor, a jugar bien sus cartas, a jugar incluso con malicia para que su amor salga triunfante.

 

              Manolo está pensando incluso en la fuga. Carmen le apacienta. Cuando aparece Demetrio, el padre de Manolo, Carmen se va. Demetrio le prohíbe tener la más mínima relación con las vecinas, a las que califica de la forma más rastrera. Eso enfada a Carmen que está pensando que la única solución es abandonar ese lugar para no tener que soportar más insultos.

 

Está claro que entre Ricarda, la madre de Carmen y el señor Demetrio ha habido una historia…

 

HISTORIAS DE ARNICHES NÚMERO 150.

 

(Acto I, Escena IV.)

 

RICARDA.- Es una historia vieja, pero óyela y estremécete. Tu abuelo (A Manolo.) y mi madre, dueños de estos establecimientos contigüos, tuvieron tanta amistad durante su vida que eran carne y uña. Cuando murió tu abuelo, dejando a tu padre todavía chico, mi madre lo cuidó con tanto esmero como a mí misma…, veló por sus intereses, le mandó revacunar y le suscribió al Liberal por un año. Pues bien, como mi madre había notao que estaba enamorá de tu padre, con el fin de asegurar mi felicidá, cinco minutos antes de morirse la pobre, le llamó y le dijo: Demetrio, si me quieres recompensar too lo que he hecho por ti en este mundo, júrame que te casarás con la Ricarda y que la harás feliz dentro de lo que cabe.” Él se quedó atontao al pronto, y clavando en mí sus ojos negros…, porque como canalla es un modelo de vitrina de exposición, pero los ojos…, ¡ay!…, son dos puñales…, aquí los tengo hundidos, fue y dijo dice: Seña Casiana, a su hija la llevo al altar con el luto de usté o por lo menos de alivio.” Mi madre dio un suspiro de satisfacción, que fue el último que le oí; la rezó un padrenuestro y me añadió sollozando: “Adiós, Ricarda, hasta ahora.” Y la primera noticia que tuve de él, a los seis meses, fue una carta fechada en Buenos Aires, en la que me decía: “Ricarda, yo sé que mi culpa no tiene disculpa, no tiene perdón”…

 

Cuando vuelve a los dos años, Ricarda ya está casada con el padre de Carmen (q.e.p.d.). Esta afrenta le hace a Ricarda poner una sola condición para que se casen los chicos: que Demetrio se case con ella.

 

Cuando se retiran todos a las tiendas llega el tío Leoncio, personaje secundario que se va a convertir nuevamente en la solución al problema. Viste mal, viste derrotado como dice Arniches. No ve a nadie.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 408.

 

(Acto I, Escena V.)

 

TÍO LEONCIO.- (Mira hacia un lado y hacia otro de la calle. Nadie. Mira en ambas tiendas. Nadie.) ¡Nadie en la América del Norte!… ¡Nadie en la del Sur!… ¡Qué disengaño para Colón si viera esta soledad en el Nuevo Mundo…

 

Llama a Carmen y le pide 14 pts. para ir tirando (42 €). Parece que es actor y que nadie le contrata. Es hermano de Ricarda y ella no quiere saber nada de él. Carmen le cuenta el problema que tiene para casarse. Leoncio, entonces,  le asegura que se casará, que no pierda la esperanza, que se lo ha pedido a Dios.

 

Demetrio, que no se casó con la madre de Manolo, le asegura a éste, que antes de casarse con Ricarda, le mata a él.

 

En esto llega otro Chamarilero, se llama Atilano, un tipo achulado de unos 50 años, que agarra a Deme para que no mate a su hijo. Al preguntar la razón de la riña, Deme le cuenta su historia con Ricarda.

 

Atilano venía a proponerle una estafa descomunal que él llama negocio, y que precisa de la colaboración de las tres tiendas de Antigüedades, la de Ricarda, la de Demetrio y la de Atilano.

 

Calcula que podrán ganar unos 133.000 pts. cada uno (400.000€). Cuando Carmen conoce el negocio recibe un abrazo de Atilano que lo ve Manolo y harto de esos abrazos a “extraños”, decide acabar su relación con ella. Carmen también está hasta el gorro de sus celos.

 

Mensaje número 820: Arniches nuevamente ridiculiza los celos exagerados. La celotipia. Describe la personalidad de Manolo como insegura.

 

              Ricarda aparece en escena y pregunta la causa de la riña, momento que aprovecha Atilano para abrazar a Ricarda y demostrar lo que había hecho.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 409.

 

(Acto I, Escena IX.)

 

ATILANO.- ¡Natural señora! ¡Mire usté, en la última película vi yo uno que cogía a una y le hacía lo siguiente… (Va haciendo lo que dice.) La abrazaba así…, la echaba la cabeza atrás…, la ponía así…, la osculizaba así…, tres veces…, tripitía… (La besa.)

 

RICARDA.- ¡Ah, sí hombre…, si yo también la vi…, ya me acuerdo…, y ella se separaba de un salto! (Lo hace.) Y le daba así. (Le da un terrible puñetazo en el estómago.) ¿Verdad?…

ATILANO.- ¡No tan fuerte, rediez!

 

RICARDA.- ¡Sí, hombre…, que no sé si usté se acordará que cuando ella hizo así (Le da otro.) el se quedó tambaleándose! Y luego alargó el puño y … (Le da una bofetada.)

 

ATILANO.- ¡No, por Dios…, basta…, que usté ilustra la películas, que ni la Metro Golvin Mayer!

 

Cuando sale Demetrio, y tras unos reproches mutuos con Ricarda, Atilano explica el negocio.

Resulta que un gran coleccionista de antigüedades, el Conde de Trebigena, ha muerto en París. Ellos alquilarán un palacete en la calle de las Velas y llevarán toda la mercancía que tienen en sus tres tiendas para, de esa manera, venderla como “las antigüedades del Conde”. Previamente habrán puesto un anuncio en el periódico.

 

Rizando el rizo, Atilano se ha enterado de que la esposa del conde, Rafaela “la Gitana”, está en Chile, de forma que Ricarda se vestirá como ella para que el atractivo sea mayor: “una viuda desconsolada vendiendo los muebles de su difunto esposo para sobrevivir…”

 

              Hace la entrada en este momento un personaje que va a resultar vital para la obra, Celestino, el dependiente de la tienda de Atilano. Como de costumbre es un secundario de Arniches con una característica que lo identifica, es tartamudo. Él explica que se fue normal, pero que algo le ha convertido en tartamudo. Ha estado buscando antigüedades en Torrejón de Velillas (Pueblo número 22 inventado por Carlos Arniches.)

 

Mientras se mantiene una discusión en primer plano entre Demetrio y Atilano sobre el “negocio” que les ocupa, en segundo plano Celestino se acerca a Ricarda y habla con ella muy melosamente. El espectador no se entera de nada. La misma acción escénica que en la obra “El solar de Mediacapa”.

 

Tras la conversación, Ricarda aparece muy risueña y explica que accede al negocio y que además libera a Demetrio de la promesa que le hizo a su madre de casarse con ella. Todos se quedan impactados.

 

Atilano interroga a Celestino y éste le cuenta que en las tierras que tiene Ricarda en Villarrubiales (Pueblo número 23 inventado por Carlos Arniches.), se ha encontrado una mina de plata valorada en 48 millones de pesetas (144 millones de euros al cambio.)

 

 

 

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 410.

 

(Acto I, Escena XI.)

 

ATILANO.- ¡Mi abuela!… ¿Entonces la mina valdrá…?

 

CELESTINO.- Unos cuarenta y ocho millones de pesetas.

 

ATILANO.- ¡Rechufla!

 

CELESTINO.- ¿Comprende usté ahora por qué me voy a casar con ese barril de escabeche?

 

ATILANO.- ¡Hombre, por una cosa así se comprende el casamiento con doña Ricarda y con Alejandro Lerroux!

 

Alejandro Lerroux fue un político español republicano que fue Ministro de Estado en 1931 con Azaña como presidente. La obra se estrena en 1930, así que aún no era Ministro de Estado pero Carlos Arniches intuía su importancia como para hacer un chiste con él. Participó en 1930 en el “Pacto de San Sebastián” para reorganizar la instauración de la República (76)

 

Atilano quiere desbancar a Celestino de Ricarda, Demetrio es feliz por verse liberado de su “promesa” y nos canta flamenco.

 

POEMAS DE ARNICHES NÚMERO 278.

 

(Acto I, Escena XI.)

 

DEMETRIO.-                    No hay suerte como la mía

voy mejor del costipao

me ha tocao la lotería

y mi mujer se ha fugao.

¡Me va a matar de alegría!

 

Final del primer Acto.

 

El segundo nos muestra un gran salón de un palacio en la calle las Velas. Hemos podido descubrir que esa calle recibe hoy el nombre de Calle de López Silva (77). Inicialmente se denominó Red de las Velas (78) porque era el lugar donde se vendía dicho artículo. Desde 1940 recibe el nombre del colaborador de Carlos Arniches Jose Luis López Silva (1860- 1925), autor del sainete La Revoltosa. ¿Quién le iba a decir a Carlos Arniches que estaba situando la acción en la futura calle de su amigo? Es posible que Carlos Arniches, que regresa a España en el mismo año 1940 no pudiese asistir a dicho homenaje. Juntos escribieron Los descamisados, El coche correo, Instantáneas, El siglo XIX, y El amo de la calle.

 

              Vemos muebles antiguos, modernos, arcones, bargueños, cómodas, crucifijos, muebles con etiquetas con el letrero de “Vendido”, otros con el precio. Lámparas de diferentes estilos. Algún tapiz. Puerta de entrada al foro y una en cada lateral. Es de día.

 

Autor del dibujo: Antonio Merlo

              En la primera escena vemos a un matrimonio formado por Feliciana y Emeterio que Arniches lo describe como un matrimonio cursi. Compraron “las llaves de La Alhambra” por 2.000 pts. (6.000€) y las han probado sin que puedan abrir ninguna puerta.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 411.

 

(Acto II, Escena I.)

 

FELICIANA.- Usted recordará que el primer día de la almoneda nos vendieron dos mil pesetas estas llaves… (Sacan un voluminoso manojo.) asegurándonos que eran las auténticas de la Alhambra de Granada. Nos hemos ido a probarlas sobre el terreno y a pesar de lo voluminoso del manojo no hay llave que venga bien en ninguna puerta.

 

DEMETRIO.- Pero señora. ¿No comprende usté que después de seis siglos tienen que haber mudao las cerraduras?

 

EMETERIO.- Pues es verdá…

 

FELICIANA.- Claro, no había yo caído… ¡Me tranquilizo!

 

Venden una muleta en 12.000 pts (36.000 €). Dicen que había sido usada por “el cojo de Lepanto”, y que fue adquirida en su día por el Duque Bola Cuadrada. Era la muleta de D. Miguel de Cervantes. Y ya han vendido 6. Manolo no está de acuerdo en los timos que hace su padre.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 412.

 

(Acto II, Escena II.)

 

MANOLO.- Puede. Pero es que usté, padre, en esto de las antigüedades se ciega. Ayer cogió usté la zambomba del chico de la señá Leocadia y puso usté: “Zambomba tañida por unos pastores auténticos asistentes al portal de Belén, la noche del nacimiento del Mesías. Siglo XV.”

 

Mensaje número 821: Arniches pone de manifiesto la falta de rigor y de verdad en estos negocios de antigüedades de barrio. Nos está advirtiendo. Pero tanto pecado tiene el vendedor mentiroso como el comprador listillo, que quiere presumir de algo inverosímil como las llaves de la Alhambra o el bastón del Manco de Lepanto.

 

              El negocio marcha de maravilla, han ganado 30.000 pts. en 15 días (90.000 €). Demetrio intercede para que se arreglen Carmen y Manolo. Quiere unir las dos tiendas en el futuro. Al final se arreglan.

 

Demetrio cuenta que Atilano está soñando en alto cuando da la cabezadita del mediodía, y que dice cosas muy raras como: “Ricarda dame el filón”; “Si quieres matamos a Celestino y le enterramos en la Moncloa.”

 

Nadie sabe lo que significa. Atilano llega y saluda huraño, nadie entiende porque no está contento con el dineral que se está ganando. Cuando se queda solo, en un monólogo dice que le quitará esa mujer a Celestino: “¡Pa el es vieja; pa mi también… ¡qué se le va a hacer!”

 

En cuanto puede manda a Celestino a la tienda y se queda a solas con Ricarda. Atilano le pregunta qué es lo que ve en él, y ella le contesta con esta frase de enamorada:

 

PIROPOS DE ARNICHES NÚMERO 18.

 

(Acto II, Escena VI.)

 

RICARDA.- Si el mundo fuera mío, le pondría unas patas de mecedora pa que se columpiase en mi planeta.

 

Comienzan a llegar los problemas a un negocio que hasta ese momento marchaba redondo. Se presenta D.Fernando de Orduña con su ayudante Martínez. Resulta que éste había sido amante de Rafaela la Gitana, que luego se casaría con el Conde de Tribigena. Resulta que de la relación amorosa de ambos nació una niña a la que llamó Carmen. Todo esto ocurrió hace 24 años, la edad de Carmen. Don Fernando ha escuchado que Carmen es hija de “la que está disfrazada de Rafaela la Gitana” a la que aún no ha visto. Está emperrado en ver primero a Rafaela, que no lo consigue, y después pide ver a Carmen. Cuando la ve le da un cheque de 100.000 pts. para trapitos (300.000 €). Le quiere dejar su fortuna de 12 millones de pesetas (36 millones de €.)

 

Cuando estaba explicándole esto aparece Manolo roto de celos, coge una lanza y lo expulsa de la almoneda haciendo oídos sordos a los gritos de Carmen.

 

Estando todos conmocionados llega Celestino y anuncia a Atilano que se despide de la tienda, que le paga poquísimo, 150 pts. al mes  y la comida (450 €.), y que ya no le va a hacer falta. Atilano le dice que es él que le despide.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 413.

 

(Acto II, Escena XII.)

 

ATILANO.- ¡A Celestino!

 

RICARDA.- (Aterrada.) ¿A mi Celestino?

 

ATILANO.- Suprima usté la nota musical, porque ese cornúpeto, no merece de usté, ni el “mí”, ni el “sí”, y mucho menos el “sol”… de sus miradas. Por lo demás aplíquele usté, lo que queda del pentagrama. Lo mismo me da un “fa” que un “re”…, porque es un re… puznante.

 

Atilano le confiesa que la ama, y Ricarda, igual que Florita en La señorita de Trevélez, se pregunta: “¿Pero qué he hecho yo para que dos hombres regañen por mí?”

 

Ricarda se queda halagada.

 

De pronto llega el segundo problema para el negocio. Hay dos vascos que se quieren quedar con todo. La alegría inicial se torna en angustia debido a que Zumalacarregui y Gorrolamendigoitia, son dos prestamistas que vienen de parte de la verdadera Rafaela la Gitana, para cobrar la deuda que tenía con ellos de 133.000 pts. Como había leído en la prensa que los muebles estaban en la almoneda, les da una orden para que se queden con todos los muebles y así saldar su deuda.

 

Inicialmente ellos se niegan, los vascos enseñan las “providencias” del juez y asunto terminado. Demetrio exclama: “¡Hemos caído en nuestras propias redes!”

 

Mensaje número 822: Arniches no deja de avisar a los que tienen ganas de realizar negocios fraudulentos, basados en la mentira, en el engaño y en la estupidez de la gente, que ése no es el camino, eso no es trabajar, y que tendrán su castigo merecido.

 

              El final del acto es de la máxima teatralidad: Celestino entra reclamando a Ricarda, ésta se inclina por Atilano; Celestino dispara a Atilano, después le tira piedras con la plata de la finca de Ricarda y se baja el telón.

 

El tercer acto presenta la misma decoración del primero. Están las tiendas vacías. Hay dos baúles delante de una y un sofá delante de la otra. Denotan todos mucha tristeza. Es por la tarde.

 

Autor del dibujo: Antonio Merlo

Propiedad de la Familia.

 

 

 

Comentan todo lo ocurrido como si el espectador no lo supiese. Es raro en Arniches. Demetrio se queja del final de un negocio tan redondo y Manolo le replica:

 

(Acto III, Escena III.)

 

MANOLO.- ¡Eso es una porquería…, y las porquerías ni duran ni acaban bien!

Está usté equivocao, porque al comerciante que haga eso, no se le puede llamar moral más que con dos erres.

Mensaje número 823: El resurgimiento del negocio debe venir desde dentro del mismo negocio. Es preciso que los mismos comerciantes sin escrúpulos que han recibido un castigo, sean los mismos que se levanten lavando la moral del gremio y limpiando su honor.

 

Celestino aparece decidido a matar a Atilano. Le cuenta a Demetrio el tesoro de las tierras de Ricarda y éste queda impactado. En cuanto sale Ricarda, Demetrio le aborda suave, suave.

 

(Acto III, Escena V.)

 

DEMETRIO.- ¡Pues ven!

 

RICARDA.- ¡No, que eres más falso que el collar de un chino!

 

Al final, cae rendida en sus brazos. Cuando Carmen y Manolo aparecen y contemplan dicha escena, aún se quedan más impresionados escuchando que van a ir al notario, a firmar el compromiso del matrimonio, y el que lo incumpla indemniza al otro con 25.000 pts. (75.000 €).

 

Atilano aparece en un estado de excitación terrible al ser perseguido por Celestino, pero aún se queda peor cuando sabe por el propio Demetrio y Ricarda sus intenciones de casarse. Demetrio y Atilano comienzan a pegarse hasta que interviene Ricarda, que abofetea a Atilano y se van.

 

Cuando aparece Celestino y ve derrotado a Atilano y se dispone a matarle, éste, le cuenta la treta de Demetrio, y deciden aunar sus fuerzas contra él.

 

La escena queda vacía y llega Leoncio. De nuevo Arniches se ha valido del más insignificante de sus “personas” para “solucionar” el conflicto creado.

 

Leoncio le cuenta a Carmen que, como buenos actores en paro, se hicieron pasar por ingenieros en el momento en el que Celestino estaba por las tierras de Ricarda. Le contaron lo del yacimiento de las minas de plata y…, solo fue dejar que la avaricia humana siguiera su curso.

 

Mensaje número 824: Nuevamente la avaricia hace su presencia para decidir los designios de la vida de los hombres. En este caso Celestino, un joven prometedor, decidía casarse sin amor por lograr el dinero de Ricarda; Atilano despedía a Celestino para ocupar su lugar en ese matrimonio; Celestino decide matar a Atilano; Demetrio vuelve sus ojos hacia Ricarda y firma un compromiso matrimonial; Celestino y Atilano se unen para matar a Demetrio… Al final, los seres humanos son como marionetas de sus pulsiones.

 

Carmen, después de que Demetrio haya firmado el compromiso con Ricarda, le cuenta la verdad de la “no mina de plata”. Demetrio piensa rápido el modo de salir de esa trampa. Cuando ve a Atilano le aborda contándole que se arrepiente de haber ido a por Ricarda y que le deja el camino libre. Atilano abraza a Demetrio justo en el momento en el que llega Celestino, que se queda perplejo.

 

Celestino pide su parte seguirá adelante con el asesinato de Atilano. Entonces Arniches vuelve a emplear el truco escénico de dos conversaciones. Mientras Celestino no escucha nada, Demetrio le cuenta al oído a Atilano la verdad del asunto. A renglón seguido Atilano habla con Celestino y le cede los “honores” de Ricarda y éste rebosa de alegría.

 

Así estaba la cosa cuando sale Ricarda y le explican que “ahora iba a ser para Celestino”.

 

Ricarda coge una estaca y comienza a palos con los tres para llevarlos a la cárcel  por haber jugado con su persona. Al final acaba llorando:

 

(Acto III, Escena XV.)

 

RICARDA.- ¡Yo les enseñaré a estos chamarileros que se puede chamarilear con trastos usaos, pero no con personas y sentimientos!

 

Mensaje número 825: Arniches, por boca de una mujer, da la clave de la obra: no se puede traficar con las personas, con los sentimientos…

El llanto de Ricarda convence a Demetrio que da un paso hacia adelante y decide cumplir su palabra.

 

Mensaje número 826: La obra nos vuelve a poner a un ser “insignificante”, como el tío Leoncio, para alcanzar la solución a un problema de codicia humana llevada hasta el extremo, no sólo trafican con cosas sino con personas, y todo por dinero.

 

Todos alaban la firmeza de la decisión de Demetrio. Él está contento pero preocupado con lo que va a tener que aguantar.

 

Y en medio de esa algarabía y alborozo se baja el telón y termina la obra.

 

MENSAJES DE ARNICHES

 

MENSAJE NÚMERO 819: Arniches siempre anima a los enamorados a ser astutos y persistentes en su amor, a jugar bien sus cartas, a jugar incluso con malicia para que su amor salga triunfante.

 

MENSAJE NÚMERO 820: Arniches nuevamente ridiculiza los celos exagerados. La celotipia. Describe la personalidad de Manolo como insegura.

 

MENSAJE NÚMERO 821: Arniches pone de manifiesto la falta de rigor y de verdad en estos negocios de antigüedades de barrio. Nos está advirtiendo. Pero tanto pecado tiene el vendedor mentiroso como el comprador listillo, que quiere presumir de algo inverosímil como las llaves de la Alhambra o el bastón del Manco de Lepanto.

 

MENSAJE NÚMERO 822: Arniches no deja de avisar a los que tienen ganas de realizar negocios fraudulentos, basados en la mentira, en el engaño y en la estupidez de la gente, que ése no es el camino, eso no es trabajar, y que tendrán su castigo merecido.

 

MENSAJE NÚMERO 823: El resurgimiento del negocio debe venir desde dentro del mismo negocio. Es preciso que los mismos comerciantes sin escrúpulos que han recibido un castigo, sean los mismos que se levanten lavando la moral del gremio y limpiando su honor.

 

MENSAJE NÚMERO 824: Nuevamente la avaricia hace su presencia para decidir los designios de la vida de los hombres. En este caso Celestino, un joven prometedor, decidía casarse sin amor por lograr el dinero de Ricarda; Atilano despedía a Celestino para ocupar su lugar en ese matrimonio; Celestino decide matar a Atilano; Demetrio vuelve sus ojos hacia Ricarda y firma un compromiso matrimonial; Celestino y Atilano se unen para matar a Demetrio… Al final, los seres humanos son como marionetas de sus pulsiones.

 

MENSAJE NÚMERO 825: Arniches, por boca de una mujer, da la clave de la obra: no se puede traficar con las personas, con los sentimientos…

 

MENSAJE NÚMERO 826: La obra nos vuelve a poner a un ser “insignificante”, como el tío Leoncio, para alcanzar la solución a un problema de codicia humana llevada hasta el extremo, no sólo trafican con cosas sino con personas, y todo por dinero.

 

 

Foto del elenco de actores del estreno. Propiedad de la Familia.