Carlos Arniches : 11 /10/ 1866.   “Más para lograr la perfecta captación de esa esencia del alma de los hombres y su injerto feliz en los personajes hijos de la fantasía, es necesario que el observador, el dramaturgo, posea, además de la perspicacia agudísima para llegar al fondo del espíritu de lo que parece…