LOS CACIQUES

 

 

O

 

 

LA CORRUPCIÓN EN POLÍTICA

 

 

www.wikipedia.org

 

Podemos decir que estamos ante la obra más importante de Carlos Arniches en nuestros días. Sí, lo que se denuncia en 1920, lo que se propone como solución del problema, sigue siendo de rabiosa actualidad en nuestra denostada política. Es una obra de su Etapa Política. Es su obra número 40 en solitario.

 

Esta obra la pudimos ver en el año 2015 en Madrid, y hemos encontrado una maravillosa reseña en el blog de Juan Carlos Galán: https://elblogdejcgc.blogspot.com.

 

Se estrena el 13 de Febrero de 1920, acude el Rey Alfonso XIII a verla y emite una opinión excelente sobre la misma. Entonces, Carlos Arniches, escribe una dedicatoria el 10 de Marzo de 1920. Esto era muy habitual en Carlos Arniches, primero estrena la obra y si tiene éxito escribe la dedicatoria. Tenemos ejemplos en las obras de El hombrecillo que se la dedica a Eduardo Ugarte Arniches, su nieto mayor, y con la obra Es mi hombre, que se la dedica a la ciudad de Alicante tras el homenaje recibido en 1921.

 

La dedicatoria no tiene desperdicio:

 

A SU MAJESTAD

EL REY DON ALFONSO XIII

 

Señor:

              La emoción que me produjeron las altas palabras que escuché a vuestra majestad la noche que presenció la representación de esta obra, me impulsa a dedicárosla.

              Se consigna en ella una amarga y viva realidad de las costumbres políticas españolas, expresada sincera y noblemente; pero sería injusto no consignar también en su primera página, con la misma sinceridad y nobleza, que si todos los españoles se hubiesen penetrado de los altos propósitos renovadores de vuestra majestad, esta obra no hubiese podido ser escrita, porque el caciquismo ya no existiría.

              Y esta rotunda afirmación tiene el valor de estar hecha por un hombre independiente, que no tiene su espíritu coaccionado por ninguna devoción política, ni desea del Trono otra cosa sino la egregia bondad de vuestra real estimación.

 

              Madrid, 10 de marzo de 1920.

Señor: A.L.R.P. de V.M.

 

CARLOS ARNICHES.

Podemos destacar varios aspectos de la dedicatoria:

  • Define la obra como “una amarga y viva realidad de las costumbres políticas españolas” que será su mensaje Nº 501.
  • Se define como “independiente” sin “devoción política alguna”.
  • Destaca los esfuerzos renovadores de la corona, que aún no han penetrado en el pueblo.
  • La despedida significa: A Los Reales Pies de Vuestra Majestad.

 

Es la segunda obra de Aurora Redondo con Carlos Arniches, la primera ha sido dos años atrás como Genoveva, la doncella de Carita en la obra ¡Que viene mi marido! En esta no actúa Valeriano León. Aurora debuta en el papel principal de Cristina. Contaba con 20 años de edad.

 

FAMILIA TIPO DE ARNICHES EPISODIO NÚMERO 23.

 

En realidad, podemos decir que es el episodio número 23 de la Familia Tipo de Arniches: el tutor sería el alcalde don Acisclo, la tutora, su mujer, doña Eduarda, y la hija Cristina que está enamorada de Alfredo, el novio.

 

La obra se desarrolla en un pueblo de una provincia española de la que Carlos Arniches no da el nombre, pero que podemos llamar Villalganza, ya que en la parte final, se dan una serie de discursos a los Villalganceños.

 

Se trata de un pueblo gobernado por un mismo alcalde en los últimos treinta años: Acisclo Arrampla Pael. El nombre lo dice todo. Lo primero que vemos es al alcalde acosando a la mujer de uno de sus amigos. Él se considera con “derecho” por ser el alcalde.

 

Mensaje número 502: Para un cacique, cualquier mujer es de su propiedad. Es una característica más que siempre ha sido así y así seguirá.

 

Les llega un chivatazo de que llega un inspector a revisar las cuentas. Ellos se hacen a la idea de que será un inspector y su ayudante. Además irá una dotación de la Guardia Civil. No han terminado de digerir la noticia cuando dan el aviso de que la Guardia Civil ya ha llegado, y que en el Hotel Anastasia, se han registrado dos caballeros, uno mayor y otro joven. Atan cabos, y toman a esos dos caballeros por los inspectores, cuando en realidad son Pepe Ojeda y Alfredo, que vienen con la intención de que el alcalde de su visto bueno a las relaciones de su sobrina, Cristina con el mencionado Alfredo. Ya tenemos la confusión y la hilaridad asegurada.

 

El primer acto sirve para hacer una semblanza del alcalde. Nos presenta a tres ciudadanos que acuden a presentar sus quejas. Como no pertenecen a su partido, no piensa ceder a ninguna de sus pretensiones, pero al menos les escucha. Al médico, Don Sabino, le adeudan 7 anualidades, 14.500 pts. (33.500€) Ni caso. A Perniles le han quitado el riego pero le siguen cobrando el agua. O se afilia al partido del alcalde “-o vas a regar cuando estornudes”, le contesta. Garibaldi denuncia al servicio de correos del pueblo que cobra por recoger las cartas. Ni caso.

 

Aquí llega el mensaje nº 503: antes que vivir en la tiranía es preferible la muerte; ¡hay que luchar!

 

DISCURSOS DE ARNICHES NÚMERO 14

 

(Acto I, Escena V)

 

DON SABINO.- ¡Que avise a quien le dé la gana;  pero hay que acabar con esta ignominia; hay que vivir como seres civilizados, como hombres siquiera; porque cuando se vive hundido en la infamia de una tiranía bestial e ignorante, es preferible la muerte…, cien veces la muerte!… Y hay que luchar… pero no por unas míseras pesetas perdidas, no; hay que luchar porque el oprobio y la esclavitud en que vivimos es vergüenza para la civilización y ludibrio escándalo para la patria. ¡Muera el caciquismo!… ¡Muera cien veces!

 

Impactante discurso de Don Sabino, aún dentro de la casa del alcalde, justo cuando ven que sus pretensiones no van a ser atendidas. Es una arenga que semeja a la que está escrita en la declaración de independencia americana: “Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida invariablemente al mismo objetivo, demuestra el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber , derrocar ese gobierno y establecer nuevos resguardos para su futura seguridad.” (12)

 

Tras semejante soflama política incendiaria, Arniches nos presenta la parte romántica de la obra. Cristina está enamorada de Alfredo. Eduarda esposa de uno de los prohombres del ayuntamiento, Don Régulo Blanco, es la encargada de escuchar a Cristina.

 

(Acto I, Escena VI)

 

EDUARDA.- ¡Oh!… Sigue.

 

CRISTINA.- Se me declaró pintándome un amor… ¡ay doña Eduarda!

 

EDUARDA.- ¿Rosáceo?

 

CRISTINA.- No me acuerdo, porque yo no estaba para colores… Pero ¡qué frases me dijo tan discretas y tan amables!… Y claro, como una metida en estos poblachos no ha oído jamás a una joven educado tres palabras cariñosas y bien dichas, pues yo, a medida que me pintaba su cariño, iba sintiendo interiormente una alegría y un temblor que yo no sabía cómo disimularlo.

 

EDUARDA.- ¿Y tú qué le dijiste, que?

 

CRISTINA.- Pues le dije que aquello no podía ser formal, que era que quería burlarse de mí; que yo no podía gustarle…; en fin, todas esas tonterías que dice una mujer cuando quiere decir que sí y no sabe cómo.

 

Sin que Cristina supiera por qué, un buen día Alfredo desapareció.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 234

 

CRISTINA.- Yo lloré sin consuelo. Aquello me pareció una burla. En el Hotel se murmuraba que se había ido sin pagar. Yo no hice caso; pero luego caí en la cuenta…

 

EDUARDA.- El que se conoce que cayó en la cuenta fue él.

 

CRISTINA.- Caí en la cuenta de que quizá, arrepentido de haberme engañado, no quiso despedirse.

 

Eduarda rememora una aventura pasada con un tal Rigoberto Piñones de Vargas más guapo que Apolo, según ella. Lo que no sabe es que ese Apolo, es Pepe Ojeda, el tío de Alfredo y ¡que está a punto de volver a ver!

HISTORIAS DE ARNICHES NÚMERO 101

(Acto I, Escena VI.)

EDUARDA.- Yo también gusté de la miel de un beso furtivo… ¡Ah Cristina!

 

CRISTINA.- ¿También?

 

EDUARDA.- También. Me lo dio en la rotonda, en la rotonda de mi casa. ¡Mamá dormitaba, yo confiéme, él incitóme… y al fin, imprimiómelo! ¡Cuánto adorele! Pero ¡oh funesta coincidencia!, también el mío,  como el tuyo, desapareció un día súbitamente.

 

Repasan en el ayuntamiento las cuentas para ver qué puede encontrar el inspector que esté mal hecho. La lista es de escándalo. Hay desfalcos por seguir recibiendo la asignación de 2 pesetas diarias por cada preso. Al iniciar el mandato había 14 personas en la cárcel. Al segundo día todos estaban fuera pero no se notificó. ¡Llevan 30 años recibiendo la consignación sin que haya nadie preso!

Terrenos comunales usados por particulares afines al partido del alcalde, El Partido Miista. Nada para los opositores, los del Partido Otrista.

Han eliminado la escuela. Total no hay nada que leer, los rótulos de las calles y dos números atrasados de la revista La Lidia.

Siete años sin pagar al médico. Lleva acumulada una deuda 20 años en otros pueblos…

Doce años sin rendir cuentas a la Diputación.

Aprovechamiento indebido de los riegos.

Don Régulo Blanco, esposo celoso de Eduarda, está dado de alta como Matrona…

 

Mensaje número 504: Arniches ha dado un repaso a los delitos  más habituales por sustracción de fondos: Penitenciarías; Agricultura: Educación; Sanidad; Impuestos; Falsificaciones…

 

Tras este repaso se plantean quemar los libros de cuentas, que mar el ayuntamiento… o sobornar al inspector, pero nunca, nunca dejarse investigar. Aluden a la hidalguía de caballero español y cristiano. Interesante razonamiento de Arniches, que podríamos señalar como su mensaje número 505: El trasnochado argumento del impedimento a ser investigado tan solo por pertenecer a la clase noble, a la religión cristiana o ser un caballero.

 

(Acto I, Escena X)

 

DON RÉGULO.- ¡Las cuentas!… ¡Jamás mientras yo viva en este pueblo! Un caballero español y cristiano no tolera semejante bochorno.

 

El Arniches cómico está detrás de cada diálogo y de cada idea. Pepe Ojeda y su sobrino Alfredo acuden a ver a al alcalde para anunciarle su idea de desarrollar un negocio de cruce de paloma mensajera y loro, de forma que los mensajes ¡los pudieran dar de palabra!

Esa era su pretensión para dar una idea de potencia económica y que se pudieran formalizar las relaciones de Alfredo con Cristina, cuya fortuna administraba don Acisclo Arrampla Pael. La España pícara está representada en Pepe Ojeda.

 

Mensaje número 506: Arniches está en contra de todas las asociaciones obreras que, según él, evitan el trabajo con un sinfín de reuniones para determinar si se reúnen o no y si discuten o no este o ese tema…

 

(Acto I, Escena XV)

 

PEPE.- ¡Por Dios, Alfredo!…. ¡Trabajar!… ¡No insistas, caramba! No me hables a mí de trabajo. Nada de propósitos antiprogresivos. Fíjate en las aspiraciones del proletariado universal. Ahí tienes las “trade unions” de Inglaterra, los “sein feiner”, los “forein besteblat”. “L’internationel” y todas las grandes colectividades societarias; todas las grandes masas obreras uniéndose para no hacer nada o para hacer lo menos posible… ¿Y vamos ahora nosotros (hombres cultos) a volver la cara a las corrientes modernas?… ¡De ningún modo!… ¡Trabajo no!

 

El Arniches culto, con un gran conocimiento de los movimientos obreros internacionales sale a colación en este diálogo. El pícaro Pepe Ojeda está muy al corriente de Europa.

 

  Trade Union 1886. www.alamy.com

 

 

Tras esta  conversación entre Alfredo y su tío Pepe, sale el alcalde y no les deja ni explicarse, les agasaja de tal modo que los despide para verles más tarde en el Hotel Anastasia: ¡les ha confundido con los inspectores del Gobierno! Ya tenemos el equívoco y ahora Arniches solo tiene que desparramarse por el resto de la obra. Termina el primer Acto.

 

El segundo acto comienza con la preparación de la habitación del Hotel Anastasia para los distinguidos huéspedes. Cambian los muebles malos que estaban puestos por otros, igualmente viejos pero con mayor elegancia, vamos que sigue siendo una decoración muy pasada de moda. Anastasia intenta sonsacarles quienes son, y ellos intentan que Anastasia les suelte la pista de con quién les confunden, pero no hay manera, y se produce un diálogo de besugos divertidísimo.

 

Una vez que se quedan solos Alfredo y Pepe vuelve a escucharse la opinión de Arniches en su mensaje número 507: todo en los pueblos españoles es viejo, anticuado, pasado de moda y sin capacidad de modernización.

 

(Acto II, Escena V)

 

ALFREDO.- Verdaderamente en estos tristes pueblos españoles todo es extraño, temeroso, desconcertante.

 

PEPE.- Porque todo es viejo, solapado, sin sentido renovador… Muebles y personas… ¡Todo tiene un misterio, un secreto, una mácula!…

 

Curiosamente en el Acto I se menciona a Anastasio Mangola, cuñado del alcalde Acisclo,  el tío Jaro. Ahora llegan con un montón de obsequios Aniceto Barranco y Calixto Mangola. Puede que se trate del mismo personaje y que se le diera un nombre diferente por error.

 

Tras las “ofrendas” llega el esdrújulo Justino Cazorla, secretario del ayuntamiento, a confirmar que todo es del agrado de tan ilustres invitados. Pepe, comenta en un aparte a Alfredo, que se prepare que ha llegado un Sánchez de Toca cualquiera.

 

Hemos obtenido la imagen del  político liberal Sánchez de Toca.

Sánchez de Toca. Político Liberal de gran oratoria.

 

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CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 235

 

(Acto II, Escena VIII)

 

ALFREDO.- ¿Usted fuma?

 

CAZORLA.- Estoy incurso en el consuntivo y depauperarte vicio; sí, señor.

 

PEPE.- Pues avance sin temor y obligérese romboideamente en ese adminículo arrellanatorio (señalando una silla. Aparte.) A mí no me achicas tú.

Y si no se opone, dejaremos aquí su exornación craneana y borsalinesca. (Le coge el sombrero, guantes y bastón.)

….

 

PEPE.- Bueno, ¿y qué le trae el Sr. Cazorla por este su cuarto hostelero?

 

CAZORLA.- Pues servidor viene, ante todo, en nombre del consistorio que indignamente secretarieo, a ofrendarles los más férvidos testimonios administrativos y las más respetuosas sumisiones.

PEPE.- Pues transfusióneles usted nuestros más rendidos, ¡qué digo rendidos!… nuestros más derrengados testimonios de inenarrable gratitud, aunque no nos expliquemos la cortesía concejalesca.

 

…..

 

CAZORLA.- Ítem más, vengo a adquirir “de visu”,  la seguridad de que su aposentamiento corresponde a cuanto se debe a su jerarquía y el Municipio tiene decretado.

 

ALFREDO.- Ah, en eso esté usted absolutamente tranquilíneo.

 

PEPE.- Las satisfacciones hospederiles y los aditamentos alimenticios sobrepasan a la que pudo fantasear nuestra más exaltada apetencia.

 

Arniches va simultaneando las escenas con los políticos con las escenas de amor entre Alfredo y Cristina, lo cual aprovecha para dejar mensajes de índole sentimental, como podría ser su mensaje número 508: la duda está presente en el amor intenso y joven, en todo principio de toda relación sentimental.

 

 

 

(Acto II, Escena IX)

 

CRISTINA.- Sí, Alfredo, sí; no quiero engañarte, lo dudaba. Cuando se ama mucho, mucho, mucho, todo es duda.

 

Alfredo le declara su amor

 

ALFREDO.-… que posee un alma blanda, de matiz suave… ¡Alma propicia a un amor largo y profundo!… ¿Me engañe?

 

CRISTINA.- ¿Qué has de engañarte?… Ahora, que yo, así muchas cosas bonitas, como tú, no sabré decir, pero sentirlas, sí; sentirlas las sentiré todas… ¡todas las que hagan falta para quererte una vida entera!

 

Eduarda reconoce a Pepe como aquél joven que la cortejó hace 25 años. Esto genera una serie de escenas, carantoñas y risas que presencia su marido, don Régulo Blanco, y que le hacen estallar de celos.

 

Como la cárcel está sin presos, han reclutado a varios para que se metan. Como la escuela está cerrada, le han pedido a la maestra doña Társila que instruya a unos cuantos niños y que haga un simulacro de exhibición de conocimientos. Aquí se produce un detalle de Arniches a la hora de escuchar el Currículo de la maestra.

 

(Acto II, Escena XII)

 

DOÑA TÁRSILA.- Con la venia del alcalde. Excelentísimo señor: cábeme la inmerecida honra de ofrendar a vuecencia este tierno plantel cultural, delicadas flores (Aparte a un niño.) Mateo no te toques las narices que está feo… (Alto.) Delicadas flores que cultivó una servidora, humilde maestra superior, que no es normal, por envidias, e hija del pedagogo don Zacarías Ullera, mi señor padre, honra y prez de la magistratura nacional.

 

La maestra reconoce que no es “normal”. Eso quiere decir que no aprobó los cursos para Maestras que se daban en las Escuelas Normales. Estas escuelas eran las que seguían la norma. Carlos Arniches, casado con Pilar Moltó, Profesora de la Escuela Superior Normal de Granada, sabía mucho del tema, y lo saca a colación en esta escena.

 

Durante el interrogatorio a los alumnos se producen circunstancias hilarantes.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 236

 

(Acto II, Escena XII)

 

DOÑA TÁRSILA.- Sí, sí, bueno… (Aparte.) Me estáis haciendo correr un ridículo que eriza. (Alto.) Bien; pues di, di…. ¿Qué son líneas paralelas?

 

CHICA 2ª.- Pues aquellas que no se prolongan por mucho que se reencuentren. ¿Ve usted como era yo?

 

DOÑA TÁRSILA.- (Aparte) ¡Maldita sea tu estampa, so cafre!

 

PEPE.- Bueno; basta, basta… si no me lo dijeran creería que estas criaturas habían estudiado en Bolonia.

 

Ojo a la coincidencia con que los planes de estudio actuales lleven el nombre de Plan Bolonia.

 

              Sea como fuere, es bonito pensar que detrás de todos estos diálogos de preguntas académicas, pudo estar la mano experta de su mujer, Pilar Moltó, Maestra de maestras, que seguro que tenía un montón de frases y de respuestas de lo más variopintas, recogidas de sus innumerables exámenes.

 

Como respuesta a semejantes dotes de los jóvenes del pueblo, Don Alicio Carrascosa, apodado el Melquiades de Pancorbo, le obsequia con un discurso memorable. Discurso político claramente inspirador para otras obras de Arniches como la de El señor Badanas.

 

 

DISCURSOS DE ARNICHES NÚMERO 15

 

(Acto II, Escena XII)

 

DON ALICIO.- ¡Ah, mis leales y queridos villalganceños, los sentimientos patrióticos se exaltan ante las grandes y meritorias personalidades, honra de la nación!

 

PEPE.- (A Alfredo.) Me han tomado por un político. Lo que yo me figuraba.

DON ALICIO.- Y mucho más cuando el ciudadano integérrimo que nos honra con su visita no es un político.

 

PEPE.- (A Alfredo.) Pues no soy un político.

 

DON ALICIO.- No es un político ni mucho menos, y, claro, que ante tal negativa, vosotros me preguntaréis: ¿es acaso un hombre de ciencia?… No.

 

PEPE.- (A Alfredo.) No.

 

DON ALICIO.- ¿Es un escritor eminente?… No.

 

PEPE.- No.

 

DON ALICIO.- ¿Es un artista ilustre?… No.

 

PEPE.- Tampoco.

 

DON ALICIO.- ¿Pues qué es este hombre, me preguntaréis?… Y yo voy a deciros lo que es este hombre.

 

PEPE.- (Aparte.) ¡Gracias a Dios!

 

DON ALICIO.- Pues este hombre es ¡nada menos! que el módulo representativo de una nueva función generatriz del Estado, en su relación legislativa, ¿he dicho legislativa?… jurídica, dentro de las modernas ideologías plasmadas en las grandes síntesis aspirativas de la Humanidad… ¡Eso es este hombre!

 

PEPE.- ¡Ca, hombre!

 

DON ALICIO.- Sí, hombre; eso y nada más.

 

ALFREDO.- (Aparte a Pepe.) ¿Qué será eso de módulo?

 

Arniches ha encontrado un filón y no lo desaprovecha. La respuesta de Pepe Ojeda es ya mítica, con ese “VI-LLAL- GAN- CE- ÑOS”, dicho de forma separada, pausada y potente…

 

DISCURSOS POLÍTICOS DE ARNICHES NÚMERO 10

 

(Acto II, Escena XII)

 

PEPE.- Villalganceños: Honrándome exageradamente ha dicho, en disculpable exaltación el elocuente orador que me ha precedido en el uso de la palabra, que yo soy un módulo. Pues bien, sí, quizá yo sea un módulo; pero él, en cambio, es una espátula.

 

ALFREDO.- ¡Tío!

 

PEPE.- Una espátula con la que se extiende sobre el lienzo de las realidades españolas el vivo anhelo del espíritu nacional, que trata laudablemente de incorporarse, en la plenitud de todas sus conciencias, a la marcha triunfadora de los pueblos libres hacia los nuevos ideales del Derecho y de la Justicia…

 

TODOS.- ¡Bravo, bravo!

 

PEPE.- Villalganceños: pocas palabras más. Al honrarme a mí, ¿vosotros sabéis qué ideales exaltáis?

TODOS.- ¡Sí, sí!

 

PEPE.- Al ofrecerme este homenaje, ¿vosotros sabéis lo que significo yo?

 

TODOS.- ¡Sí, sí!

 

PEPE.- Pues si vosotros sabéis quién soy yo, yo no…; yo no os molestaré en volveros a informar respecto a mis legendarias y tradicionales convicciones. He dicho.

 

De repente, Arniches, por medio de Alfredo, nos desliza un nuevo mensaje inadvertido hasta ahora. Será el número 509: el pueblo temeroso y cobarde alienta y mantiene a sus caciques esperando obtener un rédito de tal comportamiento. Esto perpetúa la situación.

 

(Acto II, Escena XIII)

 

ALFREDO.- ¡Y conciencias concupiscentes y claudicadoras que infamó el delito quieren acallar el temor de verse castigadas con gritos de falso patriotismo!

 

PEPE.- ¡Es posible! ¡Sin duda es eso! El miedo, siempre el miedo… ¡La cobardía profanando, para disculparse, las reliquias sagradas de la Historia! ¡Cobardía, miedo, claudicación!… ¡Ah miserables!

 

VOZ.- ¡Viva España!

 

PEPE.- Sí, ¡viva España! Pero ¡cómo va a vivir si nonos hacemos todos un poco mejores!

Viva España; pero viva con un ideal cierto, seguro, firme, que acabe para siempre con los miedosos, con los claudicadores, con los cobardes…

 

Su mensaje nº 510: Es completamente necesario que desaparezcan de la faz de la tierra los cobardes, miedosos y demás personas que sostienen a  los dictadorzuelos para que el actual estado de las cosas cambie.

 

Arniches se apunta al carro de los valientes y denuncia esta España cobarde. El era un valiente.

 

Telón del segundo acto.

 

El tercer acto nos presenta a don Régulo Blanco, apuntando con una Browning a Pepe Ojeda, está absolutamente convencido de que es el amante de su mujer. Cazorla lo impide argumentando que desde su actual situación, se podría acusar al alcalde.

 

El alcalde y los demás han registrado los equipajes de Pepe y Alfredo sin encontrar nada. Sospechan que la documentación más importante la habrán dejado en el cuartel de la Guardia Civil.

 

Doña Cesárea ha encontrado facturas a deber de camisería, sastrería, zapatería…

 

Nuevamente, Arniches, alterna con una escena Cristina, dejándonos el mensaje número 511: si actúas con honradez, no debe importarte la opinión de la gente o sus costumbres.

 

(Acto III, Escena IV)

 

EDUARDA.- ¿Tú no le quieres, Cristina?

 

CRISTINA.- Con un cariño inmenso; ya lo sabe usted.

 

EDUARDA.- ¿Pues entonces?…

 

CRISTINA.- Pero por otra parte le tengo miedo a mi tío; que si supiera que venían a quitarle mi fortuna, era capaz de hacer una brutalidad, y luego, Alfredo parece que me quiere; pero hace tampoco que le conozco…

 

 

Browning de 1910. www.wikipedia.org

 

EDUARDA.- Mira, Cristina. En amor sigue siempre el impulso de tu corazón. No vaciles. Tú, aunque lejanos, ¿no tienes unos parientes en Madrid?

 

CRISTINA.- Sí, señora.

 

EDUARDA.- Pues vete con ellos. Emancípate de la tutela de estos egoístas. Dichosa tú que puedes abrir tus alitas de golondrina, tender el vuelo y hacer el nido en el alero de un tejado cortesano. ¡Ay de los que tenemos la jaula colgada en el clavo del deber, a la puerta del corral!

 

CRISTINA.- Pero si yo me marchase, el pueblo…, la gente…; podrían decir…

 

EDUARDA.- ¿Serías tú capaz de algo indigno?

 

CRISTINA.- Antes me moriría; ya lo sabe usted.

 

EDUARDA.- Entonces… ¿no te temes a ti misma y temes a los demás? No vaciles, Cristina…; vete a Madrid, cásate con Alfredo.

 

Ya están todos planeando la fuga de Cristina y Alfredo. Pepe aún debe salvar el honor de Eduarda. Don Sabino le pide ayuda, y en ese diálogo llega el mensaje número 512 de Arniches: el caciquismo es el origen de todos los males de España.

 

(Acto III, Escena VIII)

 

DON SABINO.-…luchando siempre contra el odioso caciquismo; contra un caciquismo bárbaro, agresivo, torturador. Contra un caciquismo que despoja, que aniquila, que envilece… y que vive agarrado a estos pueblos como la hiedra a las ruinas… Yo he luchado heroicamente contra él con mi rebeldía, con mis predicaciones; porque yo, que la conozco, estoy seguro de que en esta iniquidad consentida a la política rural está el origen de la ruina de España.

 

PEPE.- Ah, sí; tiene usted razón, señor mío, y lo grave es que esa tremenda iniquidad de que usted habla no desaparece porque en ella tienen su fundamento las tradicionales oligarquías de nuestra vieja política.

 

DON SABINO.- Exacto, exacto…

 

PEPE.- Por eso este mal es tan hondo y tan permanente, porque es base de muchos intereses creados, raíz sustentadora de muchos poderes constituidos.

 

Arniches, que ha expuesto con claridad el origen de la ruindad política española, aporta, en su mensaje número 513, la solución al problema: arrancar de cuajo con la política vieja, e iniciar una nueva andadura.

 

DON SABINO.- ¿Y será tal nuestra desgracia, señor, que esta vileza no tenga remedio?

 

PEPE.- ¡Cómo no!… Abandonemos valientemente este árbol añoso y carcomido de la política caciquil y plantemos otro joven, sano y fuerte que absorba para sí la savia fecunda y seque al otro y dé con él en tierra; porque sólo en las ramas de ese árbol nuevo podrá cantar el pájaro de nuestra aurora.

 

En la siguiente escena reúne al alcalde, secretario y a don Régulo en una habitación, y en la otra habla en alto con Eduarda quien acusa a Acisclo de acosarla desde hace un año. Esto enfurece a don Régulo que atiza una considerable paliza al alcalde. Justo cuando intentaban fugarse llega Abilio Monreal, el delegado del Gobierno con la Guardia Civil para hacer las cuentas y detener a semejantes caciques.

 

(Acto III, Escena XII)

 

PEPE.- ¡Ah; y que conste que los españoles no podremos gritar “¡viva España!” hasta que hayamos matado para siempre al caciquismo.

 

Telón. Fin de Los caciques.

 

MENSAJES DE ARNICHES

 

MENSAJE NÚMERO 501: La obra representa una amarga y viva realidad de las costumbres políticas españolas

 

MENSAJE NÚMERO 502: Para un cacique, cualquier mujer es de su propiedad. Es una característica más que siempre ha sido así y así seguirá.

 

MENSAJE NÚMERO 503: Antes que vivir en la tiranía es preferible la muerte y hay que luchar. “Hay que acabar con esta ignominia; hay que vivir como seres civilizados, como hombres siquiera; porque cuando se vive hundido en la infamia de una tiranía bestial e ignorante, es preferible la muerte…, ¡cien veces la muerte!… Y hay que luchar… pero no por unas míseras pesetas perdidas, no; hay que luchar porque el oprobio y la esclavitud en que vivimos es vergüenza para la civilización y ludibrio escándalo para la patria. ¡Muera el caciquismo!… ¡Muera cien veces!”

 

MENSAJE NÚMERO 504: Arniches ha dado un repaso a los delitos  más habituales por sustracción de fondos públicos: Penitenciarías; Agricultura: Educación; Sanidad; Impuestos; Falsificaciones…

 

MENSAJE NÚMERO 505: El sector opresor se opone a ser investigado, a la transparencia, aludiendo a su cuna, a su hidalguía, a su honor; razones trasnochadas e insuficientes.

 

MENSAJE 506: Arniches está en contra de todas las asociaciones obreras que, según él, evitan el trabajo con un sinfín de reuniones para determinar si se reúnen o no y si discuten o no este o ese tema…

 

MENSAJE NÚMERO 507: La situación en los pueblos gobernados por los caciques es denigrante, todo es viejo, trasnochado, sin aire renovador…

 

MENSAJE NÚMERO 508: El amor según Carlos Arniches, cuando se ama mucho, mucho, mucho, solo genera duda.

 

MENSAJE NÚMERO 509: El pueblo temeroso y cobarde alienta y mantiene a sus caciques esperando obtener un rédito de tal comportamiento. Esto perpetúa la situación. Conciencias claudicantes  y concupiscentes con el caciquismo, hacen perpetuar el actual estado de las cosas. El miedo del pueblo que levanta falsos gritos de patriotismo se da siempre en estas circunstancias.

 

MENSAJE NÚMERO 510: Es completamente necesario que desaparezcan de la faz de la tierra los cobardes, miedosos y demás personas que sostienen a  los dictadorzuelos para que el actual estado de las cosas cambie. Elegir el bando de los valientes, hay que acabar con los miedosos por medio de un ideal cierto.

 

MENSAJE NÚMERO 511: Cuando amas y actúas con integridad nunca deben frenarte las costumbres ni la opinión de la gente; actúa con el corazón.

 

MENSAJE NÚMERO 512: La certeza de que el mantenimiento de estos caciquismos son la base de la pervivencia de las oligarquías políticas y responsables de la ruina de España.

“DON SABINO.- Luchando siempre contra el odioso caciquismo; contra un caciquismo bárbaro, agresivo, torturador. Contra un caciquismo que despoja, que aniquila, que envilece… y que vive agarrado a estos pueblos como la hiedra a las ruinas… Yo he luchado heroicamente contra él con mi rebeldía, con mis predicaciones; porque yo, que la conozco, estoy seguro de que en esta iniquidad consentida a la política rural está el origen de la ruina de España.

 

PEPE.- Ah, sí; tiene usted razón, señor mío, y lo grave es que esa tremenda iniquidad de que usted habla no desaparece porque en ella tienen su fundamento las tradicionales oligarquías de nuestra vieja política”.

 

MENSAJE NÚMERO 513: La solución está en arrancar el árbol de la vieja política de cuajo, y plantar un árbol nuevo. “Abandonemos valientemente este árbol añoso y carcomido de la política caciquil y plantemos otro joven, sano y fuerte que absorba para sí la savia fecunda y seque al otro y dé con él en tierra; porque sólo en las ramas de ese árbol nuevo podrá cantar el pájaro de nuestra aurora.”

 

Ahora podemos verlo en:

 

https://www.rtve.es/alacarta/videos/estudio-1/estudio-1caciques/861909

https://www.youtube.com/watch?v=UE15cNcoefU

 

Interesante presentación en Cartagena:

https://www.youtube.com/watch?v=mrhPFjdnc-s