EL CHISGARABÍS

 

O

 

CUIDADO CON EL AMOR

(INÉDITA. COMPLETA)

 

Obra conseguida gracias a La Fundación Mediterráneo. La Llum.  Sería su obra en solitario número 113. Etapa Política, Etapa Feminista y Etapa Moralizante.

 

 

Primera hoja de 122, conservada en La Fundación Mediterráneo. La Llum

 

Esta obra es en la que se basa “Cuidado con el amor” estrenada en 1934.

 

La descripción de la misma la comenzábamos así:

 

Episodio de la Familia Tipo de Arniches número 45

              Los padres son don Servando y Alejandrina; Elisa es la hija, y está recién casada con Pepe.

 

Tenemos, en esta obra, tres matrimonios que son analizados por Arniches.

  • Don Servando y Alejandrina- Padres de Elisa
  • Elisa y Pepe- recién casados
  • Juanito y Angelita- recién casados

Dos padres viudos que se interrelacionan

  • Doña Clodomira, viuda de Aporreaga- madre de Angelita- y vecina de los Errandonea.
  • Don Juan Pedro Pérez- padre de Juanito- diputado como Servando, ambos conservadores.

 

Amigos varios que interfieren en las relaciones de los novios o recién casados según el caso

  • Concha- que tuvo un novio de Eibar
  • Luis Untilla- que bebe los vientos por Angelita
  • Moncho- compañero de juergas de Pepe.
  • Mariana Peña, madre de Laura.
  • Gonzalo- abogado

 

El primer acto nos muestra un gabinete muy elegante. Balcón practicable al foro en el que hablan los novios Elisa y Pepe acarameladísimos. Mobiliario adecuado, moderno y de buen gusto. Silloncitos, sofás con almohadones, “mueblecito de fumar”, otro mueble con estuches con joyas… Todo forma parte del trusó de Elisa para su boda con Pepe. Es de día.

 

Pues bien, en esta versión, los novios que se aman no se llaman Elisa y Pepe sino Laura y Perico.

Los novios que no se aguantan no son Juanito y Angelita sino Beatriz y Joaquín

Los padres no son Don Servando y Alejandrina sino Don Demetrio  y Doña Cenobia

En lugar de Luis Untilla tenemos a Paquito Urcilla

Don Juan Pedro es aquí Don Dámaso padre de Joaquín.

Doña Clodomira mantiene su nombre, madre de Marta (antes Angelita).

 

Folio número 38.

 

Aquí encontramos la razón del título: Joaquín, después de haber regañado con su novia varias veces, después de haberle reprochado su vida licenciosa con otros hombres, después de haber discutido por activa y por pasiva, pues se arregla con ella y decide casarse. Esto es lo que le provoca a Perico, el otro novio decirle a Joaquín que es un “chisgarabís”.

 

 

 

MENSAJES DE ARNICHES

 

MENSAJE NÚMERO 1186: El apoyo a la Ley de Divorcio de 1932 por don Demetrio es una muestra de talante de Carlos Arniches aunque lo tachasen de conservador.

 

MENSAJE NÚMERO 1187: “Echaba de menos esas cosas tan madrileñas, tan nacionales, como hablar del gobierno, hablar mal de alguien, renegar de todo…” Arniches nos presenta el costumbrismo de su época.

 

MENSAJE NÚMERO 1188: La importancia de un noviazgo sincero, donde las preferencias de cada uno se pongan en claro, los sentimientos sean nítidos y las ideas bien explicadas, para evitar después esas discusiones estando ya casados.

 

MENSAJE NÚMERO 1189: La felicidad del matrimonio es cosa del matrimonio, no precisa de injerencias de padres ni de suegros.

 

MENSAJE NÚMERO 1190: “Las casas de los padres están siempre abiertas a los hijos, pueden  venir cuando quieran.” ¡Qué dolor más desgarrador con el que se despiden estos padres! Pero no sólo dice que podrán venir, sino que podrán venir a seguir ofendiéndoles cuando quieran si no han terminado aún. Carlos Arniches, el gran patriarca, supo amar a los suyos aunque no los comprendiera; supo perdonarles, y supo aceptar sus críticas. Nunca lo olvidaremos.

 

MENSAJE NÚMERO 1191: No se puede actuar en el matrimonio como si uno “poseyera” al otro. No hay pertenencia. Hay entrega mutua.

 

MENSAJE NÚMERO 1192: El amor verdadero se hace heroico y fuerte y el alma que lo inspira se siente poseída por él, y ya no puede prescindir de él, porque por él se cree protegida y amparada y con aliento para vivir y esperar.

 

MENSAJE NÚMERO 1193: Arniches, un hombre conservador, que declara públicamente en una entrevista, que nunca hará uso de la ley del divorcio, da su apoyo en ese caso, como sistema que permita a cada uno poder realizar su vida sin tener que aparentar y mentir: “Todo es menos inmoral que la indignidad. Piensa, mamá, que aceptar en el matrimonio un “modus vivendi” de apariencia decorosa y apacible, con los corazones desunidos, buscando cada uno la felicidad por caminos indecorosos y con una tácita e inconfesa tolerancia, es una situación ignominiosa en la que ya no pueden vivir más que las almas ruines.”