Han pasado 109 años desde que LA SEÑORITA DE TREVÉLEZ pisó los escenarios en aquél Madrid de 1916. Se estrenó el 14 de diciembre en el Teatro Lara, en la Corredera Baja de San Pablo, 15, del madrileño barrio de Maravillas, ​ en el entorno de lo que desde el último tercio del siglo XX se conoce como zona Malasaña.

Del Teatro Lara al Teatro Fernán Gómez, según Google, hay apenas 2 km que se recorren en 22 minutos.

Me imagino a D. Carlos paseando junto a Juan Carlos Pérez de la Fuente, el director del Teatro Fernán Gómez y director de la obra, explicándole, con su amable sonrisa y desde su tremenda altura, la historia de todas las calles que separan estos dos teatros de su amado Madrid. Él se lo sabía todo y no presumía de nada. La calle Colón, la calle Hernán Cortés, la amada calle de Hortaleza… Aquí, seguro que el nombre le evocaría su estancia en la Finca de los Almendros, su inspiración para la obra de EL PADRE PITILLO que también se estrenó en el Teatro Lara en 1937, antes de ser mutilada. Llegarían después a la calle de Gravina, la calle del Almirante, el Paseo Recoletos con el monumento a Valle Inclán… Este monumento le haría recordar, seguro, la petición de don Ramón para poder convertir en novela una obra de Arniches, LA CARA DE DIOS de 1899, una novela que haría por entregas y que le salvaría de la miseria. Arniches estuvo en el camino de la gloria de Valle. Seguro que se emocionaría con el Monumento al libro y con la visión de la Plaza Colón y su teatro «sumergido».

Gracias a este paseo de 22 minutos que a LA SEÑORITA DE TREVÉLEZ le ha costado 109 años, disfrutamos hoy de una nueva puesta en escena. De nuevo Arniches en Madrid. Un Arniches que nunca se había ido.

La obra ha sido ya estrenada y aquí tenemos las primeras opiniones de los críticos:

TEATRO: ‘La señorita de Trevélez’ el espejo mordaz de una sociedad cruel » Citeyoco.

https://citeyoco.com/2025/02/21/teatro-la-senorita-de-trevelez-el-espejo-mordaz-de-una-sociedad-cruel/

Juan Mairena, dramaturgo y director de escena, nacido en Huelva ha escrito lo siguiente sobre la obra:

Querido Juan Carlos, quiero reiterarte mi enhorabuena por este precioso y conmovedor poema que has levantado con tanto esfuerzo, sensibilidad y cariño. Un montaje diferente, emotivo, divertido, inteligente, lleno de aciertos y hallazgos que solo podían salir de ti. El dibujo de esos inquietantes guasones, la escenografía invadiendo el patio de butacas, esa espectacular luna roja, el vuelo de Flora a ras de escenario, la profundidad del espacio, las sombras, cada una de las apariciones de Marcelino y Menéndez, cada una de las desapariciones de los guasones siendo tragados por la pared escarlata del casino, la soledad de Gonzalo, su monólogo final. Pura poesía.

La poesía de Carlos Arniches la descubrió Federico García Lorca, y así lo dejó escrito: «hay más poesía en las obras de Carlos Arniches que en todas las obras escritas en verso y que yacen amortajadas en sus tumbas». (Revista Litoral, número 202).