Carlos Arniches era un enamorado de la música. Su época de Sainetes líricos y de Zarzuelas así lo demuestra. Su primera Etapa Simbólica le permite ahondar en este tema, y él llega a una conclusión que no pudo ver realizada: que la Zarzuela se convirtiera en la Ópera Española.

El amor que demuestra por la música es tal, que cuando escribe su primera obra de teatro de tres actos, el 26 de enero de 1910, Mi papá, no puede resistirse a meter la música de un gramófono que se escucha desde dentro de la casa. En esta obra no había orquesta, pero sí había música.

Su gran amigo Ricardo Chapí, alicantino como él, fue el encargado de poner música a sus mejores obras. Su primer gran éxito lo consigue con la obra número 11: La Leyenda del Monje. Hoy podemos escuchar la música de esa obra gracias a un buen amigo del Universo Arniches: el director de orquesta Octavio J. Peidró. Es el primer contacto de Carlos Arniches con los vascos ya que se trata de una leyenda de Bermeo y la Isla de Izaro, le puso música un gran músico alicantino, y nos la trae otro alicantino. Eskerrik asko. Moltes graçies.

 

MENSAJE NÚMERO 1: La amarga queja del abandono de la Zarzuela que necesita de todas las mentes creadoras del país.(Casa editorial)

MENSAJE NÚMERO 2: La evolución natural de la Zarzuela tiene que ser hacia la Ópera Española según Arniches.(Casa editorial)