LA ESTRELLA DE OLYMPIA

O

LA HIPOCRESÍA DE CLASE ALTA

 

 

Arniches no pierde la oportunidad de coger un cuento de Guy de Maupassant llamado Bola de Sebo (1880) (151),  para dar un toque de atención  a la clase alta, a la aristocracia que desprecia a las “mujeres del espectáculo”. Es una Zarzuela con música de Rafael Calleja.

 

Henry René Albert Guy de Maupassant fue un escritor francés (1850- 1893) autor principalmente de cuentos y de 6 novelas. Muere por sífilis. Comienza su actividad literaria en 1880, justo ocho antes que Carlos Arniches. Como obras notables están Bel Ami y Bola de Sebo. También Valle Inclán se basa en este autor en su primer libro: Femeninas (152).

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Henry René Albert Guy de Maupassant.

 

La obra se estrena el 23 de diciembre de 1915.  Es una Zarzuela con tres cuadros. En el primero se identifican a todos los actores, un abad, un barón y la baronesa de Medoc, y diferentes señoritas de familia bien. Todos están esperando a la llegada de una última pasajera de la diligencia para partir desde un pueblecito francés hasta Poitiers. Incluimos esta obra en su Etapa Histórica. Es su obra número 23 en solitario.

 

Finalmente llega la pasajera que faltaba: Blanca Lacour, bailarina de vida licenciosa conocida como la Estrella de Olimpia.

 

Se monta un revuelo entre tanta gente de clase bien; no pueden viajar junto a una mujerzuela del espectáculo y con tantos amantes como se la conocen.

POEMAS DE ARNICHES NÚMERO 175. (47)

 

(Cuadro I, Escena IV.)

 

BLANCA.-          Pienso hacerles muy grata mi compañía,

y verán que es verdad lo que digo,

porque siempre conmigo va la alegría.

Que es la vida cadena

que solo aguantan

los que mientras les dura

ríen y cantan.

 

La circunstancia se da durante la guerra de 1812, y la verdad, no había muchas opciones de viajar. Finalmente acceden de mala gana.

 

En el segundo cuadro, se ve cómo han tenido una rotura de una rueda y están muertos de frío en la cuneta del camino. Solo tenía víveres Blanca. Inicialmente todos los rechazan, pero finalmente, el hambre, hace que accedan a participar de su comida.

Un pelotón del ejército Bávaro, les descubre y les lleva al campamento como prisioneros.

 

El tercer y último cuadro se da en el campamento de los enemigos de Francia, los Bávaros. El coronel Von Muller se encapricha de Blanca con quien quiere tener relaciones. Ella se niega por ser un enemigo de la patria.

 

El coronel hace llamar al Abate y le amenaza con el fusilamiento de todos si no convence a Blanca para que acceda a sus pretensiones. Además la diligencia portaba de forma clandestina armas para la resistencia, así que estaban más muertos que vivos.

 

Justo en ese momento Blanca sufre una revelación divina y decide ser ejemplo de honradez y virtud. Su rechazo al coronel por mor de la patria le ha hecho cambiar de actitud ante la vida.

 

Claro, cuando el Abate se acerca a ella y le intenta persuadir de que se deje querer por el coronel…

 

(Cuadro III, Escena XI)

 

ABATE.- No hay más que dos caminos, señora: o nos resignamos a que nos fusilen, o nos arrodillamos a los pies de esa joven y la decimos que coja al coronel y le pinte una pasión volcánica, o por lo menos, que le haga un croquis.

 

(Cuadro III, Escena XII)

 

BLANCA.- ¡Dios mío, pero si parece mentira!… ¿Y ustedes, que me despreciaron por liviana, me aconsejan ahora para salvar su vida la más negra de las liviandades?… Ja, ja, ja. ¡Oh, bárbaro, brutal egoísmo! ¡Me lo he figurado! ¡Lo esperaba!

A mí, en cambio, parece que me ha encargado Dios de abatir el orgullo y la soberbia de estas señoras, poniendo sus vidas en manos de la infeliz que despreciaban. ¿Lo veis? Nada de cuanto existe sobre la tierra se debe despreciar; ni lo más ruin, ni lo más miserable. Compasión debí inspiraros, no desprecio. Y si os sentíais fuertes en vuestra moral, ¿por qué vaciláis en ella? ¿No me queríais honrada? Pues honrada me tendréis. Y he aquí mi resolución: soy capaz de amar a un vagabundo de los caminos; a un enemigo de la patria, ¡nunca!

 

El mensaje número 416: Denuncia del brutal y bárbaro egoísmo de la clase alta., siempre buscando su propio beneficio.

 

              El mensaje número 417: Nada de cuanto existe sobre la tierra se debe despreciar. Una mujer como Blanca debía haber inspirado compasión, no desprecio.

 

              El mensaje número 418: La moral de los de clase alta parece fuerte cuando las circunstancias son propicias, sino enseguida flaquea.

 

Arniches ha cogido el duro mensaje de Guy de Maupassant y lo ha reflejado en su zarzuela. Pero, al igual que Arniches, Maupassant provoca un cambio en la protagonista que sorprende al lector.

 

En la escena XIII de este cuadro III, Luisa, que es una pasajera ciega que ha estado protegida por Blanca en todo momento, y que viaja a Poitiers para curarse la vista, canta de forma hermosa, lamentando, que debido a la actitud de Blanca ya nunca podrá ver la luz que tanto ama. Blanca que la escucha le promete que por ella, seducirá al coronel, y así podrán marcharse todos.

 

Cuando todo parecía definitivo, el corazón del coronel se ablanda, y decide no abusar de su posición, dejarles marchar y citarse después de la guerra, por si entonces tiene más suerte y puede conquistar el amor de Blanca.

 

POEMAS DE ARNICHES NÚMERO 176 (48)

 

(Cuadro III, Escena XIII.)

 

LUISA.-               Un favor quiero pedirla,

señorita bondadosa:

para usted, acaso fácil;

para mí, de gran valor.

 

BLANCA.-          Cuando todos me ofendieron

me acogiste cariñosa.

Pobrecita cieguecita,

da por hecho ese favor.

 

LUISA.-               Ya nunca es posible,

si soy detenida,

curar mi ceguera,

calmar mi dolor;

mi amor es mi encanto,

la luz es mi vida;

me esperan, señora,

la luz y el amor;

y por el capricho del azar

mi situación es tan cruel,

que mi ilusión no he de lograr

si usté no quiere al coronel.

 

BLANCA.-          Si crees que yo puedo,

gentil criatura,

curar tu ceguera,

calmar tu dolor,

si amor, por mi mano,

tu dicha asegura,

ve donde te esperan

la luz y el amor.

Yo no creí ceder jamás,

antes esquiva fui con él,

y por salvarte nada más

daré mi amor al coronel.

 

MULLER.-          El coronel ha escuchado

sus frases y es caballero,

y rinde culto sincero

al honor, porque es soldado.

Acepta, pues, le lección

de hermosa delicadeza

y, admirando su nobleza,

viene a pedirle perdón.

Perdónele, y si algún día

sol de paz vuelve a lucir,

cuando le pueda decir

todo lo que hoy la diría,

cuando usted le pueda dar

el grato nombre de amigo,

cuando no sea enemigo

y la vaya a suplicar,

recuerde, que siempre fiel

al dictado de su honor,

supo sofocar su amor

en el pecho el coronel.

 

Justo al marcharse todos, el coronel Von Muller lanza una arenga, el mensaje número 419

(Cuadro III, Escena XIV)

 

MULLER.- No es con desprecio, sino con el amor y con la ternura, como se puede hacer bueno a quien no lo sea. (Telón)

 

MENSAJES DE ARNICHES

 

MENSAJE NÚMERO 416: Denuncia del brutal y bárbaro egoísmo de la clase alta., siempre buscando su propio beneficio.

 

MENSAJE NÚMERO 417: Nada de cuanto existe sobre la tierra se debe despreciar. Una mujer como Blanca debía haber inspirado compasión, no desprecio.

 

MENSAJE NÚMERO 418: La moral de los de clase alta parece fuerte cuando las circunstancias son propicias, sino enseguida flaquea.

 

MENSAJE NÚMERO 419: No es con desprecio, sino con el amor y con la ternura, como se puede hacer bueno a quien no lo sea.