LA MAÑA DE LA MAÑICA

 

O

 

LA ASTUCIA DE LA MUJER.

 

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Estrena esta obra escrita en colaboración con Joaquín Abati y Pedro García Marín, el 11 de septiembre de 1920, en el Teatro Reina Victoria Eugenia de San Sebastián. Incluimos esta obra en su Etapa Feminista. Dará poder a la mujer frente a la necedad del hombre.

 

ARNICHES Y LOS VASCOS EPISODIO NÚMERO 15

 

Este estreno en Donosti tiene que ver con los veranos que desde 1902 tenemos documentados de Carlos Arniches y familia en Euskalherria. Ahora podemos imaginarnos a don Carlos, al final de su estancia en la capital guipuzcoana, ultimando todos los detalles de los ensayos y el estreno.

www.victoriaeugenia.eus

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La obra se desarrolla por completo en una casa de labradores Aragoneses  en la que vemos el hogar bajo, al foro una puerta de entrada de la calle y una verja, a la derecha una puerta de entrada al corral y a la izquierda dos puertas que dan a las habitaciones.

 

FAMILIA TIPO DE ARNICHES EPISODIO NÚMERO 25.            

 

Este será el episodio número 25 de la Familia Tipo de Arniches: los padres son María y Antonio y la hija Valentina, su novio se llama Galán.

 

Los planes del padre son diferentes, y ha pensado casarla con Serafín, el sobrino del Tío Cavila, que va a heredar de sus padres tanto dinero que va a tener que “ordenarlo a paladas”.

 

El inconveniente es que Serafín es “feísimo y abotijao” en palabras de Arniches. Además Valentina quiere a Galán.

 

La maña de esta mañica va a consistir en llevarle la contraria al bruto de su padre y así salirse con la suya.

 

En la primera escena vemos a Valentina y su madre atizando el fuego que no termina de prender por ser leña muy verde. María aprovecha para soltarle varias enseñanzas

 

(Escena I.)

 

MARÍA.- A la leña verde le pasa lo que a vosotras las mozas, que en tomando una terquedá hay que atizaros mucho pa que echéis chispas.

….

En este mundo endiablao, pa lograr cualquier cosa tie que ser a pizcas… soplico a soplico.

 

Valentina toma nota

VALENTINA.- “Poco a poco hilaba la vieja al copo”…” ¡Soplico a soplico!…

 

Esto le da la idea de cómo enfocar el tema de su futuro marido…

 

Mensaje número 522: Interesante reflexión popular: para conseguir las cosas en este mundo es mejor ir poco a poco, “soplico a soplico”. Magnífico arranque de la obra con una madre aleccionando a su hija.

En la segunda escena María se va y entra la Pilara con la que conversa sobre la llegada de su “futuro marido”.

 

Cuando entra Antón ya da muestras de querer ir siempre a la contra, incluso en las cosas más nimias.

 

Don Fabián, el médico, le ha prohibido tomar aguardiente, pero Valentina le ha sacado un vaso. Ella insiste en que se lo tome y él reacciona como un niño a la contra. Valentina le guiña un ojo a su madre con picardía. María cae en la cuenta de la treta pensada y le seguirá el juego. Cuanto más insisten en que se lo tome, más insiste él en que no. “A cada campanica su son” le dice a su madre.

 

Mensaje número 523: Hay que reseñar que esta “treta” ya fue empleada por Bastiana y su hija Felipa con la idea de obtener lo buscado de su marido y padre respectivamente, Antonio, en la obra EL CONDE DE LAVAPIÉS. Esto es una crítica a la falta de “juicio en el hombre” obcecado por ejercer “la autoridad”. Arniches llegará a desarrollar una obra inédita: “Los tercos”, que nunca llegó a estrenarse, sobre la irracionalidad en la que se mueven estos personajes.

 

Llaman a Galán para la leña. Valentina no hace sino despotricar de Galán al que llama bruto y le manda no pisar la casa. Antón le calma diciendo que no le haga caso

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 243.

 

(Escena VII.)

 

ANTÓN.- No le hagas caso. Esta es como su madre, que el único piropo que m’ha dicho en su vida ha sido llamarme “riumático”, que no sé lo que es.

 

Galán le dice a Valentina que estará contenta de que venga Serafín.

 

(Escena IX.)

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 244

 

GALÁN.- ¡Claro, con un novio tan boyante que paice un almú con patas! (Se ríe.)

 

VALENTINA.- Pa valer más que tú, cualquiera es güeno; que a tú, si te ponen unos alambricos, sirves pal tilígrafo.

 

              Por fin llegan el Tío Cavila y Serafín. Valentina le ha contado a su padre lo emocionada que estaba con la llegada de Serafín y que “estaba deseando que fuese su marido”. Antón solo de escucharla le dan ganas de despedir a Serafín.

 

Les ofrecen para beber Retalía y Chapurriau, que Valentina va sirviendo. Cuando llega a Serafín, que no parece muy espabilado…

 

(Escena XI.)

 

VALENTINA.- ¿Y tú, salao?

 

SERAFÍN.- Metá y meta. Más metá de este que del otro.

 

Le gusta la bebida al Tío Cavila, pero él la hace mejor. Comienza a discutir y tercia María: -No metamos la burra en las coles”- les dice.

Se centran en el tema. Serafín dice que sí se quiere casar con Valentina, y ésta da respuestas evasivas. Antón no le entiende.

(Escena XI.)

 

ANTÓN.- Güeno… en resumidas cuentas… ¿Tú lo quies pa marido?

 

VALENTINA.- Hombre, yo… Como quererlo pa marido… no es que vayamos a icir una cosa ni otra… pero ustés s’harán cargo…

 

ANTÓN.- ¡Idiós!… ¡Esvanza d’una vez a ver si te entendemos, porque yo…!

 

VALENTINA.- ¡Pos me paice que hablo bien claro!… Y como yo tengo palabra, pos digo, lo dicho y na más.

 

TÍO CAVILA.- Güeno, pero, ¿qué es lo que ha dicho?

 

VALENTINA.- Pos eso… porque claro… una no sabe hablar de estas cosas… y una… ustés s’harán cargo.

 

Cuando hablan de los preparativos de la boda, de la fiesta… el Tío Cavila dice que todo corre de su cuenta y Antón estalla en un ataque de ira diciendo que a él no le ganan a hacer las cosas con rumbo. La discusión va subiendo de tono. Serafín pide calma. Valentina pone más vino. Va enconándose la conversación, Cavila dice que es más fácil  casar a un mozo que a una moza, y Antón replica, que a Valentina le sobran los pretendientes. “El que ice lo que no debe, oye lo que no quiere” tercia María.

 

El Tío Cavila pide rematar ya porque con su genio…, a lo que Antón le replica que más genio tiene él y que no rematan. Todos fuera.

 

Valentina hace como que se queda compungida, llorosa, triste. Lo que más le duele es que hayan dicho que no encontrará con quien casarse… Antón le jura que la casa mañana mismo

 

(Escena XIII.)

 

VALENTINA.- ¿Con quién me caso?…

 

ANTÓN.- ¡Qué sé yo, ricontra!… Con uno… Con cualisquiera… ¡Con el primero que venga!

 

VALENTINA.- ¡Galán! (Llamándole.)

 

Aparece Galán y Antón le pregunta por las casas que su familia posee, y los terrenos, y los animales… Decidido, será con Galán.

 

¡Se lo ofrece a Valentina y ésta lo rechaza!

 

(Escena XIV.)

 

ANTÓN.- Mira, Valentina, no encomiences con cabezonerías, que ya me conoces.

 

VALENTINA.- ¡Pero si no puedo velo ni en pintura!

 

ANTÓN.- Pos si yo te lo mando, ya te guardarás mu bien de espanturralo. Es un mozo honrau a carta cabal, y miá que le va la hacienda e sus padres.

 

GALÁN.- Y la de al lau.

 

VALENTINA.- Aunque palee las onzas no lo quiero.

 

ANTÓN.- ¿Ah, sí? Pos ya mi hi hartau yo; ¡hale!… y ahura te casas con él a la juerza.

 

En la última escena entra Mosén Jacinto.

(Escena XV.)

 

MOSÉN JACINTO.- Hija mía, ten reflexión y no te dejes llevar de los ciegos impulsos de tu testarudez.

 

Mensaje número 524: Aunque estamos ante una farsa, la Iglesia representada por Mosén Jacinto, perpetúa la voluntad autoritaria y sin sentido del padre frente al sentir de la protagonista, la mujer. Perpetúa el matrimonio convenido.

 

Valentina se muestra sumisa a las palabras de Mosén y va “claudicando”…

 

Se cogen de las manos…, ella aprieta tan fuerte que le hace daño al leñador Galán. ¡Le promete amor hasta que se muera!

 

ANTÓN.- ¡Mi hi salido con la mía! (Muy satisfecho.)

 

VALENTINA.- (Abrazándose a Galán.) (¡Que se cree usté eso!)

 

TELÓN Y FIN DE LA OBRA.

 

MENSAJES DE ARNICHES

 

MENSAJE NÚMERO 522: Interesante reflexión popular: para conseguir las cosas en este mundo es mejor ir poco a poco, “soplico a soplico”. Magnífico arranque de la obra con una madre aleccionando a su hija.

 

MENSAJE NÚMERO 523: Hay que reseñar que esta “treta” ya fue empleada por Bastiana y su hija Felipa con la idea de obtener lo buscado de su marido y padre respectivamente, Antonio, en la obra EL CONDE DE LAVAPIÉS. Esto es una crítica a la falta de “juicio en el hombre” obcecado por ejercer “la autoridad”.

 

MENSAJE NÚMERO 524: Aunque estamos ante una farsa, la Iglesia representada por Mosén Jacinto, perpetúa la voluntad autoritaria y sin sentido del padre frente al sentir de la protagonista, la mujer. Perpetúa el matrimonio convenido.