¡MECACHIS, QUÉ GUAPO SOY!
O
LA PERVERSIDAD DE LAS COSTUMBRES DE LA ARISTOCRACIA
En esta obra Arniches nos da tres razones más para hablar del matrimonio en las clases aristocráticas. Curiosamente, el título no llega a plasmarse de una forma clara en toda la obra. Puede que la idea primigenia de la obra fuese la vida de un actor, Chito Vallares, que definido por el propio Arniches es “un pollo requetebién, elegantísimamente vestido, con traje de mañana, y con un pequinés atado con un cordón de cuero.”
Pero finalmente, la frase “¡Mecachis qué guapo soy!”, no aparece más que en dos ocasiones, y el actor, no deja de ser un personaje, que favorece que el matrimonio de Paloma y Manolo, llegue a su crisis máxima y a su resolución posterior. Pertenece a su Etapa Feminista y Etapa Moralizante, y fue estrenada el 18 de diciembre de 1926 calificada como comedia en tres actos. Es su obra número 54 en solitario.
FAMILIA TIPO DE ARNICHES EPISODIO NÚMERO 40.
Los condes de Valdearo, Fadrique y Concha, son los padres de Paloma, casada con Manolo y que tiene dos hijos, Chipi y Leny. Además, Paloma tiene una hermana llamada Silvia.
Están esperando a a que llegue Chito, para ir a disputar un torneo de tenis.
La obra comienza en el jardín de los condes de Valdearo. Los niños Chipi y Leny juegan mientras la institutriz Miss Nelly les habla en inglés y ellos le responden igual. Arniches escribe tal y como quiere que pronuncien los actores.
(Acto I, Escena II.)
MISS NELLY.- ¡Leny, dont pleid any mor! Tu ar going ti bi tayad.
LENY.- Ay am no tayad of plem.
CONDE FADRIQUE.- Tiene razón miss… Deja de saltar tanto; no te sofoques monina.
LENY.- (Viniendo.) Si no me canso, abuelito. (Dejan de jugar y se acercan.)
La institutriz inglesa le manda descansar a Leny y ésta protesta, pero el abuelo insiste en que cumpla la orden. Todo en un fluido bilingüismo que es muy importante para el contexto de la obra.
El abuelo pregunta por los días que llevan sin ver a sus padres. Miss Nelly le comenta que nunca más de una semana. Es decir, se ven un ratito cada cinco o siete días, el resto del tiempo lo pasan con la institutriz.
MISS NELLY.- Pero me dijo la señora que no quería pasar más de una semana sin ver a los niños.
CONDE FADRIQUE.- (Sonriendo.) ¡Oh, esta hija mía es una madraza!… (Acariciándolos.) ¿A papá hará más días que no le veis?
MISS NELLY.- ¡Oh, al señor hace un mes!…
FADRIQUE.- (Muy serio.) Pero el pobre tiene disculpa. No puede con sus obligaciones. ¡Quince días de tirada de pichón en Sevilla, campeonato de golf en Barcelona…, polo en Madrid!… ¡Está abrumadísimo!
Mensaje número 711: El profundo desentendimiento de los deberes de educación de los hijos era algo que no podía soportar Arniches, y que denuncia claramente en esta obra. Ya lo comentó en la obra “La tragedia de Marichu”, dejando claro que la falta de amor y contacto directo con los padres hace, de forma ineludible, que se formen unos jóvenes carentes de los más mínimos principios de amor y solidaridad.
Miss Nelly coquetea con el jardinero, Faustino y con el conde. Le comunica a éste que se quiere ir una semana. Él insiste en que no puede hacerlo, que lo tiene enamorado “en un grito”.
El doctor tiene a Fadrique a una dieta estricta de plátanos para solucionar su caso de “amnesia. Por supuesto que está disfrazando lo “tenorio” que es el señor conde, que es capaz de coquetear con señoritas hasta estando de viaje con su señora esposa. Él, después, alude a una pérdida de memoria y asunto zanjado.
Silvia anuncia a su padre la llegada de su hermano, Sancho, el marqués, tipo de señor viejo, distinguido. Cara áspera, gesto agrio. Bien vestido, pero con una moda indefinible, en palabras de Arniches.
ARNICHES Y LOS VASCOS EPISODIO NÚMERO 29
Los niños saludan muy cortésmente al marqués que los encuentra muy raquíticos y microcefálicos.
(Acto I, Escena VII.)
SANCHO.- (A la niña, tocándole la cabeza.) ¡Y esta niña es microcéfala!
FABRIQUE.- No, hombre; es biotarra. Ha nacido en Biarritz
Arniches no pierde comba para poder hacer uso de sus palabras en euskera. Hoy en día, el gentilicio de los nacidos en Biarritz es Biarrota, Biarriztarra o Miarriztarra. Él, probablemente, lo escribió como lo había oído.
Sancho viene a poner en conocimiento de Fadrique, las noticias que corren por Madrid, a saber: Chito y Paloma tienen un romance.
(Acto I, Escena VIII.)
SANCHO.- ¡Pues decía…! ¡Y muy en serio! Que sobre la vanidad de la vida frívola que estáis viviendo en esta casa, tus hijas y vosotros, se está fraguando un drama, que el día menos pensado puede sorprenderos y dar al traste con la alegría, con la felicidad y con el honor de todos.
Mensaje número 712: “La vida frívola que estáis viviendo en esta casa.” Esta frase que le suelta Sancho a su hermano es la clave de la obra. Arniches quiere poner de manifiesto los defectos más notorios de estas familias ricas que además van a perpetuar todos sus defectos.
Las chicas que van a jugar al tenis pasan a saludar al tío Sancho. Esperan a que llegue Chito, que es un pollo requetebién, elegantísimamente vestido, con traje de mañana, y con un pequinés atado con un cordón de cuero. Se quita el sombrero y saluda en inglés desde la puerta.
Se excusa por llegar tarde, pero ha firmado lo menos 10 autógrafos: -“Las Vellafuente, las Villateja, las Pradomustio, la Sotobajo, las Valderrecio…”-. Ha puesto un nombre chino a su perro: Ton-Tin.
Se distribuyen en coches para ir a Puerta de Hierro a jugar a tenis. Paloma con Chito en el Citroen y las tres chicas en el otro.
Silvia se enfada, pero Chito tiene que hablar con Paloma de lo suyo.
Concha y Carita se van a la fundación para los huérfanos de los radioescuchas que se llama “El Cocido de San Bernabé”.
Por fin Sancho le puede comunicar que el romance no se da entre Chito y Silvia, sino con Paloma.
Llegan Manolo, Txomin y Montxo, tres tipos elegantes de brutos bien, en palabras de Arniches.
Manolo, que acaba de volver de un mes de cacerías y sigue con dos semanas más de planes. Incluso ha fundado la Asociación de ex Alumnos de Santa Rita.
Alardea de las bromas que sufren los maridos que consienten y se aguantan.
Otra broma fue presentarse vestidos de smoking montados sobre burros al chateau de la Princesa de Sprinley en Biarritz. Dejaron pasar a los burros, pero a ellos no.
CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 363.
(Acto I, Escena XVI.)
SANCHO.- Es un bruto que espeluzna.
FADRIQUE.- Y de una fuerza bruta que horripila. Coge una mesa de mármol y es capaza de doblarla y meterla en un sobre, no te digo más.
Sancho le comenta a Fadrique que el bulo del romance de Chito y Paloma ha salido de la casa de las Ganduleaga.
De pronto llega Silvia en coche, está muy agitada y pide que la metan a un convento. No para de llorar. Un anónimo en el club le avisa de la relación de Chito y de Paloma y ella se siente insultada. Sospechan de Solita Ganduleaga.
CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 364.
(Acto I, Escena XVI.)
SILVIA.- (A su padre.) ¿No oyes que un convento?
FADRIQUE.- Pero no me abrumes. ¿De dónde saco yo un convento? ¡Tú crees que los venden hechos!
Amenaza con contárselo todo a Manolo. Cosa que le piden todos que no lo haga, que es muy bruto.
Llega el coche de Manolo; ya lo sabe, ha recibido otro anónimo y jura venganza; quiere matar a ambos. Cualquier cosa antes que hacer el ridículo.
Mensaje número 713: Arniches pone claramente la razón de este posible duelo, hay que resolver un problema: el ridículo. Nunca hablan del amor perdido, ni de las posibles razones que hayan llevado a esta situación. Solo importa el estatus social y el qué dirán. Es una sociedad vacía de contenidos morales y abrumada de reglas sociales.
Cuando está a punto de escuchar la confirmación de sus sospechas en boca de Silvia, hace acto de presencia su mujer, Paloma.
(Acto I, Escena XXI)
MANOLO.- Pocas pamplinas, y vamos a ser claros. ¿A qué hombre se refiere esa carta?
PALOMA.- Nolo sé. Yo no tengo por qué penetrar la intención de un malvado, porque soy incapaz de olvidar mis deberes; pero si los hubiera olvidad para vengarme de tu abandono y del escarnio que haces contra mí con otras mujeres, tampoco te lo diría.
MANOLO.- ¿Que no?
PALOMA.- (Altiva.) ¡El marido es el que ha de estar atento al cuidado de su mujer; y obligación tuya es, si algo te intereso yo, ¡yo!, no tu amor propio, ¡obligación tuya es averiguar a qué otro hombre he podido interesarle!
MANOLO.- Esta bien. Me alegro que te pongas en literatura.
PALOMA.- Me pongo en mujer, porque tú me estás poniendo en mujerzuela sometiéndome a un interrogatorio que no te toleraría la más indigna de tus amigas.
Aquí podríamos encontrar el mensaje número 714 de Arniches: La obligación del amor y de los cuidados del matrimonio. Todo lo que se descuida y abandona, se muere.
Llega entonces Chito, y Silvia le señala, delante de Manolo, como el infame que ha causado semejante dolor. Manolo se revuelve, lo zarandea, le suelta dos tiros sin acertar ninguno. Los amigos los separan. Chito no entiende nada. Se llevan a Manolo a la casa y Chito queda sentado en un banco; jura no moverse hasta que lo mate. Telón.
En el acto segundo, cobra especial importancia el personaje del médico de la familia: el Dr. Paco Sabadell. Médico catalán al servicio de los condes desde siempre. Al levantarse el telón vemos un saloncito despacho muy elegante, en la planta baja. Al foro, una ventana grande que da al jardín, con vidrios decorados. Una puerta a la derecha y dos a la izquierda que dan a habitaciones interiores. Es de día.
Los condes entran es escena cada uno seguido por su criado personal intentando darles una tila para que se calmen. Escena muy parecida a la de la obra “¡Que viene mi marido!”. Silvia está encerrada en su cuarto con un ataque que le ha dado por morder. El ataque de amnesia le está dando al conde que ya no se acuerda de cómo se respira. Cuando lo supera cae en la cuenta de que le ha dado uno de los disparos, cosa que no es cierta, pero que introduce más angustia al personaje.
CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 365.
(Acto II, Escena I.)
FADRIQUE.- ¡Sí, sí! ¡Que te digo que me ha dado… un susto horrible!… ¡Créeme!…
CONCHA.- ¡Toma y a mí!
FADRIQUE.- La bala ha pasado rozando mi oído. ¡Sssst! (Imita a la bala.)
CONCHA.- Pero habrá pasado muy rápido.
FADRIQUE.- ¡Toma y tan rápido!… ¡Como que si se entretiene me hace migas!…
CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 366
(Acto II, Escena II)
CARITA.- ¡Las chicas están muertas, yo estoy medio muerta, vosotros estaréis casi muertos!…
FADRIQUE.- ¡Como que yo no he fallecido porque no me acuerdo cómo se expira, que si no!…
Chito permanece sentado en el banco del jardín, inamovible, esperando al enfrentamiento con Manolo; que él se ha educado en Estados Unidos y no le tiene miedo a los tiros. Dice que como ha recibido dos tiros, debe dar dos tiros a Manolo o al dueño de la casa.
ARNICHES Y LOS VASCOS EPISODIO NÚMERO 30.
(Acto II, Escena II.)
FADRIQUE.- ¡No, por Dios, que perdone! ¡Qué va a ser eso lo yanqui!… Siguiendo esa lógica, a quien debe disparar es al fabricante de la pistola… ¡Más razonable que ése…! Eso es lo yanqui, y eso es lo bizcaitarra, y eso es lo de todas las partes del mundo.
Curiosamente, define esa actitud como bizkaitarra, aunque no hemos podido encontrar el sentido que tenía en aquella época.
Sancho, que viene de forcejear con Manolo, trae el traje descompuesto, el cabello despeinado y una zozobra enorme. Ha avisado al Dr. Sabadell. Está fuera de sí: ha roto porcelana, se ha comido una pastilla de Heno de Pravia…, ¡y quiere matar a Fadrique por no haber sabido educar a sus hijas!
Mensaje número 715: Arniches devuelve al espectador que estaba muerto de risa con tantos acontecimientos cómicos, al tema de la obra: la aristocracia y su dejadez para educar a sus hijos.
Fadrique se queda solo y llega Miss Nelly. Él exagera el desmayo para caer en sus brazos al estilo Valbuena. Pero la institutriz se venga. Le ofrece unas inyecciones de “sedol”. Le mete tres pinchazos elegantes que le revientan el brazo.
Concha ha pedido que venga Chito para convencerle de que se vaya.
(Acto II, Escena VI.)
CONCHA.- …a ver si encuentro manera de expulsarle; se lo pediré en nombre del honor y la tranquilidad de un hogar… ¡Las tonterías que le hacen decir a una los hijos, Dios mío!
Mensaje número 716: Arniches nos pone en la pista de lo absolutamente desconectados que están estos “ricachones” de los más elementales sentimientos de honor de la familia; todo es una farsa para ellos, y eso es lo que transmiten a sus hijos.
Chito insiste en que no se va sin matar a Manolo. Además ha comprometido a Paloma y tiene que poner toda su fortuna a su servicio para devolverla el honor mancillado. Para irse precisa batirse con Manolo, devolver el honor a Paloma y sincerarse con Silvia.
Le manda comenzar por Silvia. (En realidad tienen la esperanza que lo mate ella a el.) Cuando llega Silvia, no puede soportar la idea de hablar con él, y ambos lo hacen a través de Carita, dándose unos diálogos de besugos divertidos.
Chito le explica que las tres veces que estuvieron juntos ella no hizo sino interpretar incorrectamente sus palabras y gestos.
Al final Silvia reconoce que ha hecho el ridículo: -“que empezó a interesarse por vanidad y por estupidez, y luego ya no puede una sustraerse a su corazón, que le hace querer a quien… (Rompe en lágrimas.)
Mensaje número 717: Qué interesante reflexión sobre el amor irresponsable entre jóvenes. Se empieza como un juego, un coqueteo, y después uno de los dos acaba siendo dañado.
Se llevan a Silvia dando gritos y entra el Dr. Paco Sabadell, es un hombre de sesenta años, con un poco de melena, cara de bondad y de sabiduría, y que habla con marcado acento catalán, entra tomando el pulso a Concha y a don Fadrique. Tiene cada mano en la muñeca de uno (Descripción de Arniches.)
(Acto II, Escena XII.)
- SABADELL.- Bueno, pues ya sabéis que soy catalán, rudo, franco, incapaz de farsa, ¿eh?…, y que le llamo al pan, pan… (no al pan que venden ahora en las tahonas, claro), y al vino, vino… Siempre que no lo bautisen, porque si no, ya no lo llamo vino aunque la taberna sea de mi padre y esté en la Rambla.
FADRIQUE.- Sí, sí… Ya sabemos que eres “mes catalá que Deu”.
- SABADELL.- Pues bien: para resolver la situasión patológica de todos los individuos de esta casa, basta con una vara de fresno, cosa que no está en mi mano…
FADRIQUE.- ¡Afortunadamente!…
- SABADELL.- Y dos dosenas de tasas de tila. Pero hay otra enfermedad aquí que es más grave. Se trata de un caso de patología moral, si se me permite el barbarismo.
Mensaje número 718: Arniches detecta una “situación patológica de todos los individuos de la casa”, y además hay “un caso de patología moral”. La podrida alta sociedad madrileña diagnosticado por el médico catalán. Todo un símbolo.
Le dan carta blanca para “operar este caso quirúrgico”.
(Acto II, Escena XIII.)
- SABADELL.- Estas gentes aristocráticas, ¿sabe?, están acostumbradas desde que nasen, a que todo se les subordine. La fortuna y el nombre les dan un prestigio, y el prestigio, una autoritat que nadie discute, ni criados, ni maestros, y cuando ya son mayorsitos, ¿sabe?, estas fasilidades que han encontrado en la vida, esta sumisión en todo, les hace creer que pueden incluso subvertir el orden natural de las cosas, y que las cosas tienen que pasar como ellos quieren que pasen, y hasta que la vida misma les ofrece una dificultad grave, ¿entiende? No conosen su error. Y este es el problema de esta casa.
El certero diagnóstico de la aristocracia dado por el Dr. Sabadell nos da el mensaje número 719: El mal endémico de la aristocracia consiste en la descomunal distancia a la que se haya de la realidad. Realidad que muchas veces quieren trastocar a su favor. Pero siempre llega una dificultad grave que les hace bajar a la tierra de los mortales.
Arniches se apoya en esta figura del médico para establecer una solución a los problemas del matrimonio de Paloma y Manolo.
(Acto II, Escena XIII.)
- SABADELL.- Pues muy mal hecho con Nunsio y todo, porque miri, ya le diré; para casarse, primero hay que quererse, y a estos chicos los han casado primero, a ver si por casualidad se querían después, y como no se han querido, pues hay que deshaser el matrimonio para volverlo a hacer como Dios manda. ¿Ve que sensillo?
Mensaje número 720: Los matrimonios convenidos son de nuevo denunciados por Carlos Arniches.
(Acto II, Escena XIV.)
El dr. Sabadell le pide que le diga la verdad, “esa verdad que nos contamos a nosotros mismos, con todo lo confesable y lo inconfesable”.
PALOMA.- Pues, mira, Paco: tú ya conoces mi pequeña historia, que es, poco más o menos, la de todas las muchachas de mi clase.
- SABADELL.- Sí, mujer; ya sé: muñecas bonitas, trapitos elegantes y de cultura, nada. El francés, el inglés que se del para desir impertinensias en público y que no te las entiendan; cuatro fórmulas de trato social, y luego, mucha libertat y poca ropa, mucha libertat y pocas cosas útiles en que emplearla, ¿no?
Ahora, la descripción de las señoritas de clase alta, podría ser el mensaje número 721: La educación de las señoritas de clase alta está tan falta de valores que resulta muy fácil que se metan en matrimonios de conveniencia sin aparente oposición.
Arniches emplea el matrimonio de conveniencia que vuelve desilusionado ya desde el final del viaje de novios. También se da en la obra Cuidado con el amor.
El diagnóstico del Dr. Sabadell: “Matrimonio mal avenido por insuficiencia amatoria y tarambanitis aguda”.
Paloma describe un matrimonio anodino tras el viaje de novios, el enterarse del primer piso para “Pepa la Encijana”, después otro para Manuela, Amparo y Encarna; después las borracheras, ausencias injustificadas, el primer hijo…, escándalos públicos…
Primero lloró, después sintió repugnancia y al final indiferencia. Esto hizo que sintiera atracción por Chito Vallares. Fue un amor platónico.
El doctor propone una solución: Paloma debe anunciar la separación a Manolo. Debe haber una reunión entre ambos cónyuges, para eso es necesario que le hagan venir, aunque sea sujeto entre varios hombres.
Manolo viene con una agresividad brutal. Paloma está escondida en este momento. El doctor intenta calmarlo. Le anuncia que Paloma quiere dar por finalizado el matrimonio, se queda como el que recibe un golpe en la nuca, en palabras de Arniches. Sabadell llama a Paloma y se retira con un “bon dia tinguin”. Los dos personajes quedan solos frente a frente, observándose ella, recelosa; él, con duro rencor.
(Acto II, Escena XVII.)
PALOMA.- No he tenido jamás propósito alguno. Pero no te ocultaré que, aun lamentando las causas, no veo con pena esta separación.
MANOLO.- ¡Claro, ya me lo figuro!…
PALOMA.- Pero no por el móvil bastardo que supones, sino porque hace tiempo que ni tú ni yo nos queremos lo necesario para vivir juntos, y a mí, vivir unida a un hombre que no quiero, me parece una indignidad.
Mensaje número 722: Como buen representante de su Etapa Feminista, Arniches nos regala este diálogo en el que Paloma es la mujer “fuerte” y “digna”, capaz de “leer” el camino en el que había embarrancado su matrimonio. Es capaz de salir de la norma, de generar un escándalo, y aguantar las consecuencias. Le comunica la separación porque es una “indignidad” el vivir con un hombre a quien no se quiere.
Ella se quedará con los niños y él se marchará de la casa. Se despiden sin rencor. Manolo quiere montar un escándalo antes de abandonar la casa. El dr. Sabadell se encuentra con Manolo y le pregunta por el “acuerdo”. Le avisa que los hijos educados por ella nunca “serán sus hijos”; que hay una solución. Manolo espera la respuesta del doctor.
(Acto II, Escena XVIII.)
DOCTOR SABADELL.- Que tu matrimonio te ha salido mal, ¿no?
MANOLO.- ¡Malísimo!
DOCTOR SABADELL.- ¡Pues deshaslo y vuélvelo a haser, hombre!
…
Pero aguarda. Te separas hoy; pero mañana, o a lo más pasado mañana, espérala en la calle, síguela a todos lados.
…
… y si procuras interesarla, quiérela a ella sola, sufre con sus penas, alégrate con sus alegrías, llévala al sine…
… y cuando comprendáis que vuestra unión es la de dos almas, no la de os fortunas, os unís de nuevo, os matrimoniáis, digámoslo así; cosa bien sensilla, porque te encontrarás casado otra vez sin ir a la iglesia, sin convidar al Rich a mucha gente que no conoses, ni oír la plática del obispo…
… Y entonses es cuando seréis de verdat marido y mujer.
Mensaje número 723: La crisis matrimonial desde el punto de vista de Arniches, precisa de un borrado de la vida pasada, un punto y aparte, y una nueva estrategia de conquista… Sin eso, no hay recomposición posible.
Manolo le tacha de chalado y no piensa hacer nada de lo que le ha recomendado. Se va a hacer su equipaje.
Aparece Chito en escena tras recibir los arañazos de Silvia y abandona la casa, que era el objetivo de los condes.
Dentro se oyen las voces y los gritos de Manolo al marcharse y se baja el Telón.
En el tercer acto supone que han pasado seis meses y se está dando una fiesta en la casa del los Condes de Valdearo. Vemos el mismo salón del segundo acto.
En las conversaciones de los invitados surge un dato interesante.
(Acto III, Escena I.)
TXOMIN.- Oye: pues ahora está de enhorabuena tu madre.
NENÉ.- ¿Por qué?
TXOMIN.- Porque creo que ya pueden entrar mujeres en la Academia de la Lengua.
INVITADA 1ª.- ¡Y gallegos, y vascos, y de todo!
MONTXO.- Y, claro, como tu mamá escribe y da conferencias…
NENÉ.- Sí; ayer dio una sobre las casas baratas.
Es curioso, porque nosotros hemos encontrado que la primera académica fue Carmen Conde Abellán en 1978 y en el sillón “k” (www.muyhistoria.es) Es posible que se refiera a la fecha de la modificación de los estatutos en los que se dejaba claro que podían ser miembros de la Academia, tanto hombres como mujeres, pero lo cierto es que debieron pasar 52 años para que se hiciese realidad.
Chito, que no está invitado, se cuela gracias a la ayuda de Silvia, y es descubierto por su padre, Fadrique, a quien le confiesa su amor inquebrantable por ella. Fadrique le recibe de brazos abiertos en el seno de la familia. Chito y Silvia, la pareja imposible, es una realidad.
(Acto III, Escena III.)
CHITO.- En los Estados Unidos, con aquél aire fuerte, rígido y frío que tienen las personas y las cosas, yo me creí un ser superior. Vine a España, me miré en el espejo y dije: ¡Mecachis, qué guapo soy!… ¡Los estragos que voy a hacer en el sexo débil!… Y lo que hice fue el canelo.
Y aquí tenemos la primera vez que se menciona el título de la obra. Tal y como mentábamos al principio, parece que la idea inicial podía ir por la superioridad que siente el que ha triunfado en América, no hay que olvidar que por estas fechas, Arniches recibe la oferta de ir como guionista a Hollywood y que se la pasó a su futuro yerno, Eduardo Ugarte Pagés, ya que se casaría con Pilar en 1928, ella con 29 años y él con 28. Es probable, que en el proceso de la redacción de la obra, los avatares de unos personajes cobrasen más fuerza que los de otros y que el rumbo de los acontecimientos le llevasen a un puerto, ni siquiera imaginado por él.
Le confiesa a Fadrique que lo que le enamoró fue la fuerza que demostró Silvia en su duelo por su ruptura. Ese carácter fuerte fue definitivo.
Fadrique le asegura su protección.
Manolo hace otro tanto usando la mediación del tío Sancho, hermano de Fadrique, y además, con la amenaza de que en caso de no dejarle hablar con Paloma se pegaría un tiro allí mismo.
Ante semejante amenaza, no tienen más remedio que ceder. Manolo se declara abiertamente enamorado de Paloma, le ha escrito 16 cartas sin contestación…
(Acto III, Escena IX.)
MANOLO.- Además, es que hice un viaje desesperado, aburrido. ¡Si viera usted lo que he cambiado, papá!…
….
… y mi vida ya no es aquél tumulto de antes… Es un lago tranquilo, que desea únicamente espejar en su tersa superficie dulces escenas familiares.
FADRIQUE.- ¡Sí fueras mallorquín, qué ocasión para entrar en la Academia!
Al salir Fadrique aparece Paloma y les deja solos para que hablen. Él le cuenta cómo la ha seguidos, cómo la ha escrito y cómo le ha comprado regalos por su santo (y saca un estuche), por su cumpleaños (saca otro estuche), por el aniversario de boda (otro estuche), por el nacimiento de su primer hijo (otro), por el de su hija (otro)…, y el día que se vacunaron (otro)…
(Acto III, Escena X.)
MANOLO.- (Conmovido.) Y aquí me tienes, Paloma, que no sé decírtelo de otra manera, pero te quiero de verdad. ¡Sí!… de verdad… y tienes que tomarme como Dios me ha hecho o echarme por una ventana, porque yo no me voy de aquí.
PALOMA.- (Conmovida también.) Manolo…
Paloma, finalmente accede a vivir juntos de nuevo. La táctica del doctor Sabadell ha salido a la perfección.
(Acto III, Escena XI)
PALOMA.- ¡Ay, Manolo, hemos tenido que separarnos para…!
MANOLO.- Para querernos con toda el alma, dilo a gritos.
…
- SABADELL.- ¿Veis lo que yo desía?… La culpa de lo que os ha ocurrido no es vuestra…, era de las costumbres insensatas de este mundo frívolo en que vivís… Porque no sirven romanses; el matrimonio no puede ser producto de una reproducsión aritmética, nueve y seis quinse…, y al amor si acaso, pues como fraccsón decimal, no. Eso no es posible. En cosas de aquí dentro… uno y una, uno… que en el amor no hay otras matemáticas.
MANOLO.- Tienes razón, Sabadell, la mujer se la ha de buscar uno mismo.
Mensaje número 724: El error de los matrimonios de conveniencia no es de los que se casan, si no de las insensatas costumbres del mundo en el que viven.
El dr. Sabadell apaga las luces de la habitación, y en el jardín, a la luz de la luna, se ve por el ventanal a Paloma y Manolo darse un beso largo, largo… de esos de final de película.
MENSAJES DE ARNICHES
MENSAJE NÚMERO 711: El profundo desentendimiento de los deberes de educación de los hijos era algo que no podía soportar Arniches, y que denuncia claramente en esta obra. Ya lo comentó en la obra “La tragedia de Marichu”, dejando claro que la falta de amor y contacto directo con los padres hace, de forma ineludible, que se formen unos jóvenes carentes de los más mínimos principios de amor y solidaridad.
MENSAJE NÚMERO 712: “La vida frívola que estáis viviendo en esta casa.” Esta frase que le suelta Sancho a su hermano es la clave de la obra. Arniches quiere poner de manifiesto los defectos más notorios de estas familias ricas que además van a perpetuar todos sus defectos.
MENSAJE NÚMERO 713: Arniches pone claramente la razón de este posible duelo, hay que resolver un problema: el ridículo. Nunca hablan del amor perdido, ni de las posibles razones que hayan llevado a esta situación. Solo importa el estatus social y el qué dirán. Es una sociedad vacía de contenidos morales y abrumada de reglas sociales.
MENSAJE NÚMERO 714: La obligación del amor y de los cuidados del matrimonio. Todo lo que se descuida y abandona, se muere.
MENSAJE NÚMERO 715: Arniches devuelve al espectador que estaba muerto de risa con tantos acontecimientos cómicos, al tema de la obra: la aristocracia y su dejadez para educar a sus hijos.
MENSAJE NÚMERO 716: Arniches nos pone en la pista de lo absolutamente desconectados que están estos “ricachones” de los más elementales sentimientos de honor de la familia; todo es una farsa para ellos, y eso es lo que transmiten a sus hijos.
MENSAJE NÚMERO 717: Qué interesante reflexión sobre el amor irresponsable entre jóvenes. Se empieza como un juego, un coqueteo, y después uno de los dos acaba siendo dañado.
MENSAJE NÚMERO 718: Arniches detecta una “situación patológica de todos los individuos de la casa”, y además hay “un caso de patología moral”. La podrida alta sociedad madrileña diagnosticado por el médico catalán. Todo un símbolo.
MENSAJE NÚMERO 719: El mal endémico de la aristocracia consiste en la descomunal distancia a la que se haya de la realidad. Realidad que muchas veces quieren trastocar a su favor. Pero siempre llega una dificultad grave que les hace bajar a la tierra de los mortales.
MENSAJE NÚMERO 720: Los matrimonios convenidos son de nuevo denunciados por Carlos Arniches.
MENSAJE NÚMERO 721: La educación de las señoritas de clase alta está tan falta de valores que resulta muy fácil que se metan en matrimonios de conveniencia sin aparente oposición.
MENSAJE NÚMERO 722: Como buen representante de su Etapa Feminista, Arniches nos regala este diálogo en el que Paloma es la mujer “fuerte” y “digna”, capaz de “leer” el camino en el que había embarrancado su matrimonio. Es capaz de salir de la norma, de generar un escándalo, y aguantar las consecuencias. Le comunica la separación porque es una “indignidad” el vivir con un hombre a quien no se quiere.
MENSAJE NÚMERO 723: La crisis matrimonial desde el punto de vista de Arniches, precisa de un borrado de la vida pasada, un punto y aparte, y una nueva estrategia de conquista… Sin eso, no hay recomposición posible.
MENSAJE NÚMERO 724: El error de los matrimonios de conveniencia no es de los que se casan, si no de las insensatas costumbres del mundo en el que viven.
MENSAJE NÚMERO 725: Interesante es remarcar cómo el vehículo de la solución de los problemas es la reconciliación por el perdón, y que es un catalán, el personaje que comanda esa reconciliación.