PARA TI ES EL MUNDO

 

 O

 

LA CONSECUENCIA DE LA SOBREPROTECCIÓN DE UN HIJO POR PARTE DE LA MADRE.

 

 

 

Arniches estrena esta obra 6 días después de su cumpleaños en 1929, el 17 de Octubre en el Teatro Lara. La titula como Farsa Cómica. Y en verdad que lo es; el espectador no conoce el engaño hasta la séptima escena del tercer acto. Después todo transcurre a gran velocidad. Pertenece a su Etapa Moralizante y Etapa Feminista. Es su obra número 59 en solitario.

 

Hay tres mensajes importantes en esta obra: los hijos están encantados con los padres mientras obtienen beneficios de ellos (Mensaje número 791); querer a un hijo no es consentirle todo, debes educarlo y enseñarlo a trabajar, a amar, a sufrir, a resistir, y a superar los obstáculos para hacerse una persona de bien. (Mensaje número 792), y la mujer tiene libertad de elección del marido en todo momento sin tener que atender a pretensiones de los padres. (Mensaje número 799)

 

Arniches plantea la escena en una familia formada por la madre viuda (Marcelina) y su hijo (Francisco de Paula. Paquito) de 24 años, con una posición económica  desahogada. Él es un tarambana que maneja dinero, fiestas, coches, alcohol y mujeres. En realidad es una nueva obra en la que Arniches castiga al ligón de turno, solo que esta vez es un muchacho joven.

 

FAMILIA TIPO DE ARNICHES EPISODIO NÚMERO 42.

 

La familia está formada por Pepe, pintor de brocha gorda y por Tere, que trabaja en casa de Marcelina; la hija es Amalia, la única chica que se le resiste al galán Paquito, hijo de Marcelina y primo de Amalia.

 

El primer acto nos muestra el comedor de una casa de gente de pueblo enriquecida. Es de día en primavera según la descripción de Arniches.

 

Marcelina espera impaciente la llegada de Paquito. Lleva 3 días sin aparecer. Tere, que trabaja en la casa fregando, le tranquiliza. En descripción de Arniches: Marcelina es una mujer de 45 años, guapa, bien cuidada, vestida sin lujo, pero a lo moderno y con esmero. Tere tiene 50 años y está más acabada. Viste con gran humildad con delantal de lavar y brazos arremangados.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 396.

 

(Acto I, Escena I)

 

TERE.- ¡Si ese chico sale a comprarse unas botas y cuando vuelve ya trae los tacones torcidos!

….

MARCELINA.- En eso tienes razón; que de este chico yo no sé qué pensar, Tere. ¿Es tonto? ¿Es granuja?

 

TERE.- ¡Pa mi que está empatao!

 

Mimado y consentido desde joven, ahora con auto nuevo, los miedos de su madre no hacen sino crecer. Manda llamar a la marido de Tere, que esta encalando la cocina para que vaya a la policía. Se llama Pepe.

 

Obrero cincuentón, tipo madrileño, sordo como una tapia. Lleva traje de faena de pintor de brocha gorda. Lleva la brocha en la mano. Descripción de Arniches.

 

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 397.

 

(Acto I, Escena II.)

 

TERE.- ¿Tú sabes dónde es la Dirección General de Seguridá?

 

PEPE.- Yo, no; pero si me dais la dirección, tengo la seguridá de ir.

 

MARCELINA.- San Marcos, veintiocho. (Hoy calle de San Leonardo. Nota del autor)

 

PEPE.- ¿Don Marcos quién?…

 

TERE.- San Marcos, veintiocho.

 

PEPE.- ¿Y  por qué general me habéis dicho que pregunte?

 

MARCELINA.- Por nadie, hombre. Que vayas volando y preguntes de mi parte por un tal Ramos, que es amigo mío, pa que le diga a Flores si sabe si ha ocurrido algún accidente de automóvil en Las Rozas.

 

TERE.- ¿Lo has oído?

 

PEPE.- Güeno… Pero ¿el recado de Las Rozas es pa Flores o pa Ramos?

 

TERE.- ¡Pa Ramos, hombre! ¡Anda!

 

PEPE.- Descuida. Un rayo va a ser un chico de continental comparao conmigo.

 

Entran Reme y Pili, las vecinas. No hacen más que poner más nerviosa a Marcelina. Llega Patro, la criada, sin resuello.

 

Le piden que cuente lo que sabe y ella relata todos los sitios a los que ha ido a indagar al estilo de lo que contó Bibiano en la escena III del primer acto en la obra “El último mono”.

 

HISTORIAS DE ARNICHES NÚMERO 144.

 

(Acto I, Escena IV.)

 

PATRO.- Pues na… Que como usté me dijo que fuese en ca de los amigos del señorito pa preguntar si sabían algo, pues de primeras me fui en ca don Sabino, y don Sabino no sabía ni miaja; de allí piqué pa la calle Lagasca, pal ciento uno, y subí al tercero y pregunté por el señor Cuesta, y me dijeron: “El señor Cuesta, arriba.” Me voy arriba, y me dicen: “El señor Cuesta, abajo.” Me bajo pa abajo, y me dicen: “El señor Cuesta…”

 

MARCELINA.- Pero ¿cómo es posible?

 

PATRO.- Es que en la casa hay dos Cuestas: don Juan y don Segundo. Don Segundo es del tercero y don tercero…, ¡ay, no!… Bueno…; en total, que entre que si Cuesta arriba, o que si Cuesta abajo, salí de allí rendía y compadeciendo al cartero…

 

Luego va a casa de Lafuente y le dicen que ya no corre desde que se le estropeó el auto. Al final solo ha averiguado “que Lafuente no corre”.

 

Viene Pepe con noticias frescas de la Policía.

 

HISTORIAS DE ARNICHES NÚMERO 145.

 

(Acto I, Escena V.)

 

PEPE.- Que no tien noticias de accidentes automovilistas en los tres días últimos…

 

MARCELINA.- Menos mal.

 

PEPE.- … ¡más que de veinticinco!

 

MARCELINA.- ¡Jesús!

 

PEPE.- Gracias a Ramos, he sabido que dieciséis han sido por atropello y nueve por choque…

 

MARCELINA.- Bueno; pero entre los choques, ¿alguno de varios jóvenes?

 

PEPE.- Sí.

 

MARCELINA.- ¡Madre mía!… ¡Habla!…

 

PEPE.- En la Puerta del Sol han chocado ayer cuatro jóvenes que iban borrachos en un auto…

 

MARCELINA.- ¡Ay Dios mío!… ¿Y por qué han chocado?

 

PEPE.- Porque iban en calzoncillos y dando voces a las once de la mañana.

 

TERE.- ¡Es para chocar!

 

MARCELINA.- Bueno; pero de los accidentes, ¿qué?

 

PEPE.- No t’asustes, que no hay más que dieciséis heridos, ocho que no se han hecho nada, y entre ellos dos muertos.

 

MARCELINA.- ¡Virgen Santa! (Desesperada.)

 

TERE.- ¡Ay Dios bendito!

 

REME.- ¡Qué horrror!

 

PEPE.- Pero no han sido identificaos; de forma que no t’apures, porque aunque los vieras no los reconocerías.

 

Marcelina está al borde de un ataque de nervios después del relato de Pepe y cae en un sillón. Se monta un lío fenomenal, Pepe quiere quitarle el corsé, le abanican con un liberal, como es poco, cogen dos, preparan tila…, y suena un claxon: ¡Paquito ha llegado!

 

Primero es un estallido de alegría y después de rabia; Marcelina quiere matarlo a guantazos.

 

Paquito es un jovencillo de veintidós a veintitrés años. Viene vestido elegantemente con atavíos automovilísticos. Entra y se lanza apasionadamente con los brazos abiertos hacia su madre fingiendo una emoción que en realidad no siente. Descripción de Arniches.

 

Marcelina lo abraza y lo rechaza casi al mismo tiempo. Él pide que antes de nada le oiga. Asegura que está vivo de milagro. Lo mismo que Pepe Marculeta cuando era interrogado por Visita en la obra La cárcel modelo, ahora Paquito responde a las preguntas de su madre con un “no mamá; no quiero afligirla a usté con el relato de una catástrofe que… Porque, después de todo, no ha sido nada… ¡Un precipicio! Sesenta metros de altura, tres vueltas de campana… Nada…”.

Manda pasar a Bendaña con una venda en las costillas “rotas” y un cabestrillo en su brazo “roto”. Después pasa Telele (Telesforo) cojeando, pierna vendada y parches de tafetán en la cara. Todo ha comenzado con que el coche de un conocido llegaba de Madrid a Valladolid en 3h 30 (66 km/h), y Paquito se ha picado. En la cuesta de Olmedo a 110 km/h le falla una culata, se agarrota un cilindro, dejan de funcionar los frenos….

 

HISTORIAS DE ARNICHES NÚMERO 146.

 

(Acto I, Escena VI.)

 

PAQUITO.- (Dramáticamente.) En esto, yo, lanzado a aquél frenesí y sin poder parar el coche, me veo que a este lao… había un precipicio, y que al otro, un río que venía desbordao…

 

TODOS.- ¡Qué espanto!

 

PAQUITO.- El coche me  se iba a lanzar al precipicio, y en esto dan unos gritos de terror: “¡Estamos perdidos!” Pero yo, sereno en el peligro, dije: “De perdidos, al río”. Viré casi en el aire, y cuando ya las ruedas delanteras tocaban el agua e íbamos a morir ahogados, doy otro viraje fantástico y un peñasco de cuarenta metros me  se pone delante.

 

TODOS.- ¡Jesús!

 

PAQUITO.- Y cuando la muerte por estrellamiento era inevitable, ¡friiiis!, me sale el aceite; ¡choooos!, me  se gripa el motor; ¡pom!, me estalla una cubierta, y en esto, yo, ¡rom!, piso los frenos, que me obedecieron providencialmente, y, ¡tolón, tolón, tolón!… damos tres vueltas de campana.

 

Argumenta que tras el susto ha ido dejando a las señoritas cada una en su ciudad: Ciudad Lineal, Ciudad Jardín y Ciudad Universitaria, y de ahí los tres días que ha tardado en volver. Pide a los presentes que le dejen a solas con su madre.

 

Se quedan un instante los tres amigos solos riéndose de la mentira que han contado y que se han tragado todos los presentes. Ahora queda arrancar 2.000 pts. a su madre (6.000€). Tiene que pagar un destrozo de una pianola en un restaurante. Él aduce que se corre unas juergas impresionantes para poder olvidar a su prima Amalia. Se arma de valor y además del dinero le pedirá a su madre que le hable a ella para que le dé un trato de favor.

 

(Acto I, Escena VIII)

 

MARCELINA.- Yo era tan egoísta de tu cariño, que prefería que no pudieras valerte con tus piernecitas pa llevarte siempre sobre mi corazón. Y como sé que la primera valentía que hacen los chicos cuando los ponen en el suelo es alejarse de la madre…, me daba miedo de que llegase ese día en que te sintieras tan fuerte que ya no volvieras más a mis brazos.

Cuando dejan de ser niños y vuelven los hijos a las madres, ya se sabe: cada caricia es una cosa que les hace falta. ¡El egoísmo de la vida!

 

PAQUITO.- El mismo egoísmo que de chicos. ¡A qué va uno de pequeño a los brazos de la madre?… A mamar cuando tiene gana, a dormir cuando tiene sueño, a sostenerse cuando necesita apoyo… Otro egoísmo.

Mensaje número 791: Los hijos están encantados con los padres mientras obtienen beneficios de ellos.

Mensaje número 792: El egoísmo de la vida desde el punto de vista de la madre, genera la sobreprotección y la pérdida de la realidad por parte del hijo. Es una mala actitud para ambos.

 

Cuando está haciendo la pantomima de lo arrepentido que está por tenerle que pedir otras dos mil pesetas llama el señor Santos, el administrador. Paquito no le puede ni ver. Según llega le dice a Marcelina que todo lo que le han contado del accidente es falso.

 

 

 

(Acto I, Escena IX.)

 

SANTOS.- Siempre queremos más al que nos da la felicidá… mientras nos la va dando. Pero la vida no es felicidá sólo… La vida es trabajo, sacrificio, penas, contrariedades… ¿Pues qué le enseñas a tu hijo, si no lo educas y lo preparas pa sufrir y resignarse con to lo bueno y lo malo que le traiga la vida y si no le quitas de esa vagancia…?

 

Mensaje número 793: “La vida es trabajo, sacrificio, penas, contrariedades… ¿Pues qué le enseñas a tu hijo, si no lo educas y lo preparas pa sufrir y resignarse con to lo bueno y lo malo que le traiga la vida y si no le quitas de esa vagancia…?” Aparece poderoso Arniches en estas palabras de Santos. Su lema en la vida: trabajo, sacrificio y saber soportar lo bueno y lo malo que nos traiga la vida

 

Le pide a Santos las dos mil pesetas y se niega a traérselas del banco, le espeta que vaya ella si las quiere, que si son para vicios que no las traerá. Paquito que lo oye entra en tromba. Le acusa de querer tanto el dinero como el cariño de su madre. Santos se ofende y piensa en marcharse para no volver. Paquito tensa la situación y le manda elegir entre Santos o él. Santos se va.

 

Marcelina queda horrorizada de perder a Santos y Paquito se interpone. Le promete que va a corregirse. Está enamorado de Amalia, su prima la peinadora. A Marcelina le parece muy poca cosa para él. Su madre le alienta: “Con lo guapo que eres, con tu dinero ¡para ti es el mundo!”.

 

Suena el timbre y sube Amalia. Es una mocita pinturera madrileña, elegantita y garbosa y todo lo más guapa que se puede ser. Lleva en sus risas, en sus palabras y en sus miradas, toda la gracia y la alegría de la tierra. Descripción de Arniches.

 

Amalia tiene que ir apartando los mozos que por la calle le sueltan piropos tan elaborados como éste:

 

PIROPOS DE ARNICHES.

 

(Acto I, Escena XI.)

 

AMALIA.- … y me dice con voz lastimosa: “Oiga usté, joven: estoy sin trabajo… Si me pudiera colocar…”. Yo me he quedado dudando, y le digo: “¿Colocar dónde?”. Y me dice con toda su frescura: “¿No tendría usté una vacante en ese cuerpo?…”. Conque me repongo y le digo: “¡Hay que hacer oposiciones, hijo!”. “Es que me sé el programa; conque colóqueme usté los días de oficina que le dé la gana, sin hacer caso de las fiestas, que van a ser muchas, y hasta que Dios me dé el cese, inamovible”.

 

Marcelina le cuenta a Amalia que su primo le quiere hablar. Paquito se declara a Amalia y es rechazado. Le cuenta que ya tiene novio, que es pobre pero honrado.

 

(Acto I, Escena XII.)

 

AMALIA.- … me gusta más el hombre que el dinero; que con un hombre que te guste, hasta con dos realitos ties la felicidá.

….

Yo, de cariño, hasta el cielo; de dinero, lo preciso y na más.

 

Mensaje número 794: “Hasta con dos realitos ties la felicidá” si estás con el hombre que te gusta. Palabras de Amalia, la peinadora, que reflejan el pensamiento de Carlos Arniches sobre el amor.

 

AMALIA.- Yo no te quiero porque tengo mi novio, ya te lo he dicho. Pero aunque así no fuera, tampoco te querría. Porque tú no quieres a nadie.

 

Paco lo encaja mal pero se despiden de forma civilizada. Sale Marcelina como una fiera pidiéndole a su hijo que no se rebaje más. La insulta y la echa a la calle ante el horror de Paquito. Y según echa a Amalia expulsa también a los padres.

 

Paquito se queda sentado, estupefacto, haciendo guiños y contracciones…Quiere morirse de vergüenza, se agarra a la mesa, se caen los platos, se arranca los pelos: “¡Me ha engañao usté madre!”. “¡Usté decía que el mundo era mío!”. “¡Mentira! ¡Mentira! ¡Nadie me quiere!”. Intenta tirarse por el balcón, duda…. Vuelve a los brazos de su madre y cae el telón.

 

En el segundo acto se ve a Paquito enfermo (Neurastenia es el diagnóstico del médico), y a Marcelina intentando que vuelvan a la casa Tere y Pepe, los padres de Amalia, así como ésta misma.

 

Patro entra para darle la medicina que es violentamente rechazada. Como buena secundaria de Arniches tiene su característica al hablar: habla de sí misma en tercera persona.

 

(Acto II, Escena I.)

 

PATRO.- ¡Dios mío, encima de que una lo hace por el interés que tié una de que se ponga bueno…, porque si fuera que una…; pero ¿por qué lo hará uno, si una…?

 

Viene Bendaña y deja ver el “machismo” que rezuma en estos grupos de conquistadores.

 

(Acto II, Escena I.)

 

BENDAÑA.- Y las mujeres hacen como los vendedores de fruta: que las buenas las ponen encima… Pues no seas tonto, y cuando te arrimes cómprales un kilo naa más de lo que se vea, y te llevas la flor… ¡Pero como te entusiasmes y te quedes con todo el montón, pues tienes que cargar con lo mollar y con lo agusanao!…

 

Mensaje número 795: El grupo con el que va Paquito, responde a las mismas actitudes machistas que él ha desarrollado con las mujeres, como lo demuestra esta afirmación de la trampa que ellas muestran en  su versión externa hacia los hombres, comparándolo con su verdadero ser.

 

Bendaña aconseja a Marcelina que consulte con Santos.

 

No lo consigue por las buenas, por lo que les va ofreciendo cantidades de dinero cada vez mayores, hasta les promete abrir un bar o una tienda de ultramarinos.

 

(Acto II, Escena III.)

 

SANTOS.- ¡Por un hijo se debe hacer todo, Marce!… Se debe hacer todo… ¡todo!…, menos quererle tanto, que de tanto quererlo hagamos ya casi imposible su felicidad, que es lo que tú has hecho.

 

Mensaje número 796: “¡Por un hijo se debe hacer todo, Marce!… Se debe hacer todo…, ¡todo!…, menos quererle tanto, que de tanto quererlo hagamos ya casi imposible su felicidad, que es lo que tú has hecho.” Sabias palabras de Santos que nos dan una idea clara de la importancia de la educación en la familia con amor, orden, riñas y premios… con todo. Carlos Arniches fue un gran padre de familia, un patriarca.

 

SANTOS.- Pues mi consejo es que me dejes intervenir. Tu hijo no tiene más atadero que el que yo, autorizado por ti, intervenga y le haga volver a la reflexión y le meta en vereda enérgicamente.

….

MARCELINA.- ¡Pues no es ese el consejo que yo quería de ti!

 

SANTOS.- ¿Qué se le va a hacer?… Otros días traerán otras horas y otras horas otras circunstancias. Y entonces hablaremos, que la vida no nos suelta sin darnos a cada uno lo que nos corresponde…

 

Mensaje número 797: “Otros días traerán otras horas y otras horas otras circunstancias. Y entonces hablaremos, que la vida no nos suelta sin darnos a cada uno lo que nos corresponde.” Nuevamente Arniches habla por boca de Santos de forma sabia y sosegada.

 

Bendaña consigue que vengan Tere y Pepe. Según entran, Pepe, como buen secundario, tiene una pregunta que repite siempre que le llaman: “¿Pa qué soy requerido?”.

 

Primero les propone una tienda y Pepe prefiere un capitalito a renta porque es el ideal del obrero manual: estar mano sobre mano.

ARNICHES Y LOS VASCOS EPISODIO NÚMERO 34.

 

(Acto II, Escena VII)

 

TERE.- Oye: en caso de que la cosa se arreglara, ¿cómo le pondríamos al restaurán?

 

PEPE.- Le podíamos poner un nombre vasco, que ahora están de moda: Chacharramelamundi.

 

TERE.- Pero ¿eso no es una cosa para comer?

 

PEPE.- No; pero es para hacer apetito, porque es larga.

 

Nuevamente tenemos a Arniches empleando sus amplios conocimientos del mundo vasco. No hay que olvidar la conexión vasca de Arniches (68).

 

Pues bien, si ahora ponemos en internet, la palabra inventada por Arniches Chacharramelamundi aparecerán 3 resultados. Gracias a estos enlaces podremos leer la obra completa.

 

https://www.google.com/search?q=chacharramelamundi&ie=utf-8&oe=utf-8&client=firefox-b

 

Marcelina consigue que Amalia suba a casa. Está risueña y más guapa que nunca. Los padres le previenen que pueden salir ricos de esa casa si saben jugar bien sus cartas.

 

(Acto II, Escena IX.)

 

AMALIA.- No quiero tener naa, que pa mí, que cuando se hace uno el amo de donde no lo es, lo que es, es un sinvergüenza.

….

 

PEPE.- Te advierto que si haces caso a Paquito y pasaporteas a Casiano, nos ponen un establecimiento mercantil y alimenticio. Naa más que eso. Y Lhardy, se finí.

 

Mensaje número 798: Nuevamente Arniches avisa de no querer ser quienes realmente no somos para no llevarnos así ningún disgusto. Es la hija la que les tiene que parar a los padres.

Restaurante Lhardy al que Pepe quiere hacer cerrar con el Txatarramelamundi

www.google.com

 

PEPE.- Naa, que estás perdido cuando te toca en el sorteo una hija modernista y feminista.

 

Mensaje número 799: Interesante posición de Arniches a favor de Amalia, a favor del feminismo. La mujer tiene la libertad de elección del marido sin atender a las pretensiones de los padres.

 

LA ENFERMEDAD DE LA NEUROSIS

 

(Acto II, Escena X.)

 

PAQUITO.- (Tristón y lloroso.) ¡Sí, sí, revives!… Y este brazo que me  se ha dormido…, y este otro que no puedo moverlo…, y las piernas, que siento un hormigueo que también me  se van a dormir…

 

Mensaje número 800: Arniches hace una descripción pormenorizada de una enfermedad como la Neurosis en la que las causas psíquicas de la misma son capaces de desarrollar síntomas físicos perfectamente descritos por el personaje. Esto ocurre habitualmente en la consulta cuando nos obsesionamos por tratar el síntoma y hacemos que el paciente deambule de especialista en especialista sin encontrar solución a sus dolencias, y todo debido a una falta de diagnóstico.

 

El reencuentro entre Paquito, un hombre triunfador completamente deshecho, y Amalia, una mujer risueña, guapa y decidida, es enternecedor. Él no puede soltarla en su abrazo, no puede dejar de reír… Arniches nos dice: Se abrazan. Él no la suelta. Tiembla y ríe histéricamente.

 

Ella, para animarle le dice que está más guapo que Chon Chilber. Y le hemos encontrado:

John Gilbert (1897-1936). Famoso actor del cine mudo.

www.fandango.lat

 

Paquito se ríe por primera vez en dos meses. Marcelina es feliz. Amalia ha traído de nuevo ese espíritu de Madrid que tanto amaba Carlos Arniches, y que reflejó como nadie en Jesusa en la obra “La gentuza”, y en su revisión posterior de Mariquita en “Mariquita la pispajo”; ha vuelto la alegría. Es la misma personalidad en tres personas distintas. Casi podríamos inventarnos una línea vital de aquella Jesusa, pasando por Mariquita y llegando a Amalia. En el “Universo Arniches” habitaba esta persona que hoy nos trae don Carlos.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 398.

 

(Acto II, Escena X.)

 

PAQUITO.- ¡Qué yo me voy a morir, Amalia!

 

AMALIA.- ¡Toma, y yo…, pero no sé cuándo! Ahora que no pienso meter prisa, a ver si se distraen y me dejan un rato.

 

Paquito le cuenta a Amalia, que él se va a morir porque quiere a una mujer que quiere a otro. Y le pregunta por el posible remedio. Esta es la respuesta de Amalia:

 

(Acto II, Escena X.)

 

AMALIA.- Ninguno. Hay que sufrir y aguantarse, y que la pena te sirva para hacerte mejor y pa llegar a valer más que el sujeto por quien te han despreciao, que es lo único que te consolará un poco. No tienes otro remedio.

Mensaje número 801: “Ninguno. Hay que sufrir y aguantarse, y que la pena te sirva para hacerte mejor y pa llegar a valer más que el sujeto por quien te han despreciao, que es lo único que te consolará un poco. No tienes otro remedio.” ¡Cuántas situaciones de desamor en la vida de todos nosotros habrían necesitado de estas sabias palabras para nuestro consuelo! El rechazo no es más que un peldaño para crecer en nuestra alma.

 

Paquito le sigue contando que no puede rehacerse por que no tiene voluntad, a lo que Amalia le responde: – Pues cómprate una o que te la presten, que el que vive sin voluntá no vive como quiere, sino como le dejan; y para eso es mejor morirse-.

 

Mensaje número 802: “Pues cómprate una o que te la presten, que el que vive sin voluntá no vive como quiere, sino como le dejan; y para eso es mejor morirse”. Otra vez Amalia dando el clavo.

 

Le traen el caldo y los sesos a Paquito y comienza Amalia a dárselos a la boca como un niño pequeño. En ese momento entra Casiano. Descripción de Arniches: Es un joven obrero que viste mono azul, de mecánico. Tiene el prurito de no dejar la gorra quieta. La golpea, le da vueltas, la sacude contra sí mismo, contra los muebles que tiene cerca, contra todo. Con cara abobada y complaciente.

 

(Acto II, Escena XI)

 

Casiano entra en escena y cuenta lo feliz que es con Amalia, y refiere que su corazón da más saltos de alegría que Isabelita  Ruiz.

Isabelita Ruiz. Actriz y bailarina (1902- 1996)

www.wikipedia.org

 

Buscando en internet hemos encontrado que era una famosa actriz y bailarina que contaba con 28 años en el momento de estrenar la obra. Estaba en su apogeo.

 

Casiano no deja de hablar de puro nervioso que está. Cuenta todo lo que trabaja como electricista, perito, constructor de jaulas de grillos, tapizador de butacas, inventor… Ella dice que gana de 110 a 120 pts. semanales ( 330 a 360 € semanales). Define la felicidad con Casiano.

 

(Acto II, Escena XI.)

 

AMALIA.- No es guapo, ni rico, ni fino, ni elegante; pero nunca le asustará la vida, porque sabe vivirla, y no se morirá acobardado en un rincón, porque sabe trabajar como un hombre, querer como un enamorao y reír como un chico…, que así debe ser la juventú.

 

Casiano y Amalia se van risueños como chiquillos. Tanta felicidad le lleva a Paquito a lanzar la queja más amarga contra su madre:

 

(Acto II, Escena XII)

 

PAQUITO.- ¡Madre!… ¿Por qué no me ha enseñado a usted a mí a trabajar, a sufrir, a ganarme la vida como ese? Eso debía usted haber hecho, aunque hubiese sido con golpes, con azotes, con lágrimas, para que la mujer que quiero hubiese podido ser mía, ¡mía! ¡Y darme a mí la felicidad le va a dar a él!

 

Mensaje número 803: Es obligación de los padres educar a los hijos a valerse por sí mismos. Debemos enseñarles lo que es la vida y lo que necesitan para salir adelante.

 

Completamente fuera de sí, Paquito coge la pistola y la navaja y se va a la calle en busca de Casiano para matarle. Se oyen dos detonaciones, Marcelina se agarra la cabeza y se desmaya en el sofá. De pronto entra Casiano a la carrera perseguido por Paquito y todo el resto de actores suplicando que no lo mate. Casiano salta por el balcón ante el horror de todo el mundo, pero afortunadamente cae sobre un toldo y un puesto de tomates que deja completamente aplastado. Telón.

 

Otro final impactante del segundo acto que deja al espectador con muchas ganas de querer conocer el desenlace de todo este lío.

 

En el tercer acto vemos la casa humilde de Amalia. Es una azotea de los barrios bajos de Madrid. El suelo de la azotea es de ladrillos. Al foro telón con otras azoteas, tejados, torres de iglesias lejanas. Tiestos con flores, jaulas con pájaros. Es por la tarde. Cefe, el vecino, canta “Caminito” y resulta cansino. Amalia le grita: “¡Señor Cefe, que lleva usté media hora de caminito; si se va a pie a Pozuelo, llega antes!”.  Amalia plancha. Como curiosidad hay que señalar que la casa de Casiano es la colindante.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 399.

 

(Acto III, Escena I.)

 

NATI.- ¿Qué haces?

 

AMALIA.- Pues mira: aquí planchando la blusa de faena de mi padre.

 

NATI.- ¡Qué raro! ¿Le ha caído qué hacer?

 

AMALIA.- No… Que la vamos a mandar al Museo Arqueológico de la Casa del Pueblo. ¡Treinta y dos años que no la usa!

 

NATI.- ¡Es pa que le den la Medalla del Trabajo!

 

Mensaje número 804: Arniches como siempre, aprovechando un hueco para meter su pullita política que siempre gustaba. Esta vez contra los socialistas, los obreros manuales, que como él decía, a lo que aspiran es a estar mano sobre mano.

 

Aparece Casiano que está muerto de miedo por Paquito, que no deja de perseguirle con la intención de matarle. Le dice que no se preocupe, que ya se le ha quitado la Neurastenia rabiosa y se lo explica:

 

(Acto III, Escena II)

 

AMALIA.- Yo he oído decir a los médicos que la neurastenia tiene dos fases: la colérica, que se ponen que todo lo morderían, y la sentimental o llorona, que es en la que está ahora Paquito, que todo le da lástima.

 

              Mensaje número 805: Arniches y las enfermedades mentales: ¡Qué buena descripción del estado bipolar del enfermo!

 

Llega Paquito a la casa de Amalia y desaparece Casiano dándose un trompazo. Le habla casi sollozando pero le cuenta que se ha ido a matricular en Aduanas y de la congoja no ha podido. Se ha imaginado a todos los que emigran, los naufragios, las ausencias…, y de poco se muere. Después ha ido a matricularse para Auxiliar de Hacienda.

 

HISTORIAS DE ARNICHES NÚMERO 147.

 

(Acto III, Escena III.)

 

PAQUITO.- ¿Tú sabes lo que es Hacienda?

 

AMALIA.- ¡Yo, no!

 

PAQUITO.- La contribución, el apremio, el dogal de los industriales menesterosos… ¡La miseria en millones de hogares!… Un tío con un papelito en la mano todos los trimestres, que en cuanto te descuidas te lo recarga… ¡El embargo, el hambre, el suicidio!

 

AMALIA.- Hombre, claro; si tomas las cosas así, entras en una confitería a comerte un pastel, y te esengarras a llorar, porque claro, empiezas a decir: “¿Dónde estará la pobre gallina que puso el huevo cuya clara se batió para hacer esta golosina?”. Y entras a comerte un merengue y sales de luto riguroso.

 

Mensaje número 806: La concepción que Arniches tenía de Hacienda no era muy favorable.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 400.

 

(Acto III, Escena III.)

 

PAQUITO.- Amalia…

 

AMALIA.- ¿Qué?

 

PAQUITO.- Que va a caer la tarde. ¿Lo has notao?

 

AMALIA.- Sí; pero no llores, que no se va a hacer daño. Ya tiene costumbre.

 

Paquito quiere quitarse de en medio a Casiano y ha decidido, primero indemnizarle con 800 pts (2.320 €) por la caída. El dinero se lo da a Pepe (padre de Amalia) con la finalidad de que éste se lo dé a Casiano. Casiano acepta pero no ve la pasta, se la queda Pepe.

 

Tras ese buen comienzo, Paquito pide 25.000 pts. (75.000 €) a su madre. La idea es que Casiano se vaya a Buenos Aires. Marcelina se niega a dar semejante suma y junto con Santos van a contarles el asunto a Amalia y a Tere. Paquito ha denunciado a Marcelina en los tribunales para pedirle “la hijuela de su padre”.

 

Esto hace que Amalia hable con Casiano quien confiesa que había aceptado de buena gana debido a que su noviazgo era “un engaño” para poner celoso a Paquito.

 

Los hábiles movimientos de los actores provocan que Paquito escuche semejante confesión y sale a escena a encararse con Amalia. Esta no tiene otra opción que admitir la verdad del asunto y establecer relaciones con Paquito. Marcelina le agradece también la lección de madurez recibida. Pepe les avisa a Marcelina y Santos ¡que están mejor sin casarse!

 

(Acto III, Escena IX)

 

PAQUITO.- ¡Cómo me has engañado!

 

AMALIA.- ¡Tú querías que el mundo fuera para ti solo y yo he querido que sea para los dos y que nos venga estrecho!

 

Telón.

 

MENSAJES DE ARNICHES

 

MENSAJE NÚMERO 791: Los hijos están encantados con los padres mientras obtienen beneficios de ellos.

 

MENSAJE NÚMERO 792: El egoísmo de la vida desde el punto de vista de la madre, genera la sobreprotección y la pérdida de la realidad por parte del hijo. Es una mala actitud para ambos.

 

MENSAJE NÚMERO 793: “La vida es trabajo, sacrificio, penas, contrariedades… ¿Pues qué le enseñas a tu hijo, si no lo educas y lo preparas pa sufrir y resignarse con to lo bueno y lo malo que le traiga la vida y si no le quitas de esa vagancia…?” Aparece poderoso Arniches en estas palabras de Santos. Su lema en la vida: trabajo, sacrificio y saber soportar lo bueno y lo malo que nos traiga la vida

 

MENSAJE NÚMERO 794: “Hasta con dos realitos ties la felicidá” si estás con el hombre que te gusta. Palabras de Amalia, la peinadora, que reflejan el pensamiento de Carlos Arniches sobre el amor.

 

MENSAJE NÚMERO 795: El grupo con el que va Paquito, responde a las mismas actitudes machistas que él ha desarrollado con las mujeres, como lo demuestra esta afirmación de la trampa que ellas muestran en  su versión externa hacia los hombres, comparándolo con su verdadero ser.

 

MENSAJE NÚMERO 796: “¡Por un hijo se debe hacer todo, Marce!… Se debe hacer todo…¡todo!…, menos quererle tanto, que de tanto quererlo hagamos ya casi imposible su felicidad, que es lo que tú has hecho.” Sabias palabras de Santos que nos dan una idea clara de la importancia de la educación en la familia con amor, orden, riñas y premios… con todo. Carlos Arniches fue un gran padre de familia, un patriarca.

 

MENSAJE NÚMERO 797:“Otros días traerán otras horas y otras horas otras circunstancias. Y entonces hablaremos, que la vida no nos suelta sin darnos a cada uno lo que nos corresponde.” Nuevamente Arniches habla por boca de Santos de forma sabia y sosegada.

 

MENSAJE NÚMERO 798: Nuevamente Arniches avisa de no querer ser quienes realmente no somos para no llevarnos así ningún disgusto. Es la hija la que les tiene que parar a los padres.

 

MENSAJE NÚMERO 799: Interesante posición de Arniches a favor de Amalia, a favor del feminismo. La mujer tiene la libertad de elección del marido sin atender a las pretensiones de los padres.

 

MENSAJE NÚMERO 800: Arniches hace una descripción pormenorizada de una enfermedad como la Neurosis en la que las causas psíquicas de la misma son capaces de desarrollar síntomas físicos perfectamente descritos por el personaje. Esto ocurre habitualmente en la consulta cuando nos obsesionamos por tratar el síntoma y hacemos que el paciente deambule de especialista en especialista sin encontrar solución a sus dolencias, y todo debido a una falta de diagnóstico.

 

MENSAJE NÚMERO 801: “Ninguno. Hay que sufrir y aguantarse, y que la pena te sirva para hacerte mejor y pa llegar a valer más que el sujeto por quien te han despreciao, que es lo único que te consolará un poco. No tienes otro remedio.” ¡Cuántas situaciones de desamor en la vida de todos nosotros habrían necesitado de estas sabias palabras para nuestro consuelo! El rechazo no es más que un peldaño para crecer en nuestra alma.

 

MENSAJE NÚMERO 802: “Pues cómprate una o que te la presten, que el que vive sin voluntá no vive como quiere, sino como le dejan; y para eso es mejor morirse”. Otra vez Amalia dando el clavo.

 

MENSAJE NÚMERO 803: Es obligación de los padres educar a los hijos a valerse por sí mismos. Debemos enseñarles lo que es la vida y lo que necesitan para salir adelante.

 

MENSAJE NÚMERO 804: Arniches como siempre, aprovechando un hueco para meter su pullita política que siempre gustaba. Esta vez contra los socialistas, los obreros manuales, que como él decía, a lo que aspiran es a estar mano sobre mano.

 

MENSAJE NÚMERO 805: Arniches y las enfermedades mentales: ¡Qué buena descripción del estado bipolar del enfermo!

 

MENSAJE NÚMERO 806: La concepción que Arniches tenía de Hacienda no era muy favorable.

 

Ahora la podemos ver en este enlace:

 

https://www.youtube.com/watch?v=vmN1ThuI0Cs