LA TRAGEDIA DEL PELELE

 

O

 

EL TIMO NECESARIO PARA DARSE CUENTA DE QUE SOLO EL TRABAJO DIGNIFICA.

 

 

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En la portada vemos a Reme y Gonzalo (Aurora Redondo y a Valeriano León)

 

Esta obra de Arniches comienza por un primer acto de lo más divertido y ligero. Lo primero que vemos son los restos de una fiesta de disfraces con 6 actores durmiendo la mona en un piso de soltero elegante. La obra se estrena el 9 de abril de 1935, es su obra número 75 en solitario y pertenece a su Etapa Moralizante y Etapa de Crítica Social.

 

HISTORIAS DE ARNICHES NÚMERO 170.

 

              La acción, en el gabinete elegantísimo de una “garçonniêre”, que habita Gonzalo. Al foro un ventanal grande, practicable que da a la calle. Puerta a la izquierda y dos más pequeñas a la derecha. Divanes amplios, mesitas bajas, silloncitos cómodos. Todo suntuoso y de muy buen gusto.

 

              Al levantarse el telón, la habitación está en tinieblas, sólo esclarecida por la bombilla azul de un pequeño portátil, que luce sobre una mesita su escasa claridad. Por ella se ven sobre otra mesa baja restos de una cena fría, copas de champaña a medio vaciar y algunas botellas vacías completamente, y de ellas, dos o tres que han rodado por el suelo. En una “chaise longue” duerme Meli, con un disfraz sugestivo, muy escotada, y en su descuido tiene las piernas al aire. En el suelo, sobre una piel, y muy próxima al diván, con otro disfraz caprichoso y en postura parecida, duerme Niní, apoyada la cabeza sobre el almohadón. Pepe Fuentes está echado con descuido sobre una butaca; va vestido de frac, con la pechera arrugada, la corbata deshecha y despeinado. Por debajo de esta butaca asoman las piernas de Campitos, otro concurdáneo, vestido de smoking. Y junto al balcón, y con “toilette” de etiqueta, pero en mangas de camisa, Roquita, durmiendo en el suelo sobre almohadones y tapado con una alfombrilla.

 

              Se ve que por allí ha pasado una juerga de espanto. El suelo estará lleno de confetis y se verán algunas serpentinas enredadas en los aparatos de luz y en los palos de las cortinas.

 

              Después de levantarse el telón, momento de pausa. Durante ella se oyen ronquidos suaves y respiraciones anhelantes. Un reloj lejano, de la casa, da las ocho. A poco entran la señora Felipa, ama de gobierno, cincuentona, y la Reme, doncella joven, con traje de trabajo y delantal con tirantes. Esta muchacha lleva los pelos revueltos, rizados, y tiene la expresión un poco hostil y dura, cosas que le dan un aire indómito y de persona malhumorada. Trae en la mano un reloj despertador. Entran casi de puntillas. La señora Felipa coge el portátil e ilumina aquél cuadro para hacerse cargo de él.

 

              Deliciosa descripción de la situación por Carlos Arniches. Hay que notar que ya está trabajando con su segunda pareja fetiche después de Loreto Prado y Enrique Chicote, que son Valeriano León (Gonzalo) y Aurora Redondo (Reme.)

 

Felipa y Reme, madre e hija, comentan mientras van limpiando, que todos estos juerguistas no buscan más que arruinar a Gonzalo, y que no van a parar hasta conseguirlo.

 

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 456.

 

(Acto I, Escena I.)

 

SEÑORA FELIPA.- Estoy por despertarlos con una regadera.

 

REME.- ¡No! ¡No los riegues, no vayan a salir más!

 

Van aplicando el despertador a cada uno. Con Roquita no pueden, les pide que lo paren, que le da más sueño: “¡Qué vibración tan dormilona!”

 

Gonzalo aparece en el gabinete y despide a Felipe y Reme. Organizan un desayuno – cena. Parece que han perdido a dos chicas del grupo: Lola y Concha. En esto aparece Luisa, que es una muchacha con un disfraz sugestivo. También echan de manos a Rita la Mochales. A Lulú la metieron en un taxi y le pagaron 20 duros (60 €) al taxista para que la llevara a Getafe, ¡para que se sintiera identificada con su disfraz de paleta!

 

Han encontrado a otra muchacha dándose un baño: Daniela. Está disfrazada de arlequín con antifaz. Ella explica cómo ha terminado en esa casa y de esa forma.

 

HISTORIAS DE ARNICHES NÚMERO 171.

 

(Acto I, Escena V.)

 

DANIELA.- ¡Ah!… Pues a punto fijo no lo sé; porque… (Acción de estar mareada.), vamos, porque… una servidora, de lo único que se acuerda es que salía del baile cuando ustedes; porque el señor que me llevó me había convidao a unas botellas de manzanilla “La Guita”, y cuando se le acabó la “guita”, se fue.

Yo me salí del baile cuando ustedes se estaban pegando en la puerta…

¡Unos con otros!

Y yo, cuando los vi enzarzaos de aquella forma, quise separarlos, pero no pude, y entonces pedí auxilio, y vinieron los guardias y los serenos, y los metieron a ustedes en dos taxis, por las ventanillas y por las portezuelas…

 

CAMPITOS.- ¡Pues no recuerdo!

 

DANIELA.- Y yo, empujada por las circunstancias y por un sereno muy bruto, me ví también dentro de uno de los taxis, debajo de un pierrot, encima de un dominó y al lao de un bebé, y oí a un señor que gritaba al chófer: “Ave María, dieciocho!”, pero debíamos ir más.

 

GONZALO.- ¡No tengo la menor idea!…

 

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              El nombre de la calle es en honor a la exclamación que dio el Santo Simón al encontrar unos restos humanos al demoler unas casas.

 

DANIELA.- Lo creo. ¿Usté sabe el champaña con que obsequió a sus amigos y al chófer?… ¡Y claro, llegamos al portal y subimos a gatas! Yo entré en el piso, aglomerada con todos, y como no conocía a nadie, ni tenía quien me presentara, eché a andar por los pasillos, sola; di con el cuarto de baño, vi este cesto de ropa, y me dije: “Pues aquí, que ya me lavarán”, y me metí dentro y me quedé dormida como una rosca. Y en el cesto continúo, para servir a ustedes…, y esperando a la lavandera…, ¡vamos, si aquí no lavan en casa!

 

Daniela dice ser modelo de una casa de confecciones. Como buena secundaria repite después de cada frase, mirando a Luisa: “… pero usté no se preocupe que enseguida me voy.” Y no se va. Luisa está que trina.

 

Se van todos al comedor a desayunar y se quedan solos Gonzalo y Daniela.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 457.

CHISTE DE GÉNERO.

 

(Acto I, Escena VI.)

 

GONZALO.- ¡Eres muy maliciosa!

 

DANIELA.-Lo justo para ir tirando. Usté vive solo.

 

GONZALO.- ¿Por qué te lo imaginas?

 

DANIELA.-Porque veo aquí mucha gente.

 

GONZALO.-Ya se marcharán.

 

DANIELA.- ¿Todos?

 

GONZALO.-Y todas.

 

Eso que está tan de moda en los discursos de decir “todos y todas”, ya lo empleaba hace 85 años D. Carlos Arniches.

 

Están Daniela y Gonzalo tonteando cuando entre Reme como un terremoto. Se muestra de lo más desagradable y molesta, comienza a limpiar y les pide de malos modos que se vayan. Gonzalo se encrespa. Ella continúa. Al final, termina expulsándola y vuelven a estar solos los dos. Intenta besarla y le rechaza. Entra Felipa y anuncia una visita de un señor que, si no le dejan entrar, asegura que se pega un tiro… Viene acompañado por un jovencito, Nolo. Su tarjeta pone Evaristo de la Romera y Daniela exclama aterrada que es su tío, que le busca, y le pide a Gonzalo que la esconda. El joven es el primo de Daniela. Le pide a Gonzalo que trate con suavidad a su tío Evaristo, que es un espíritu delicado, es ensayista.

 

Evaristo, en tono dramático, le pide que la devuelva, que está muy delicado y que cuando le contrarían le dan ataques que solo se calman con café, jerez y un emparedado..

 

DISCURSOS DE ARNICHES NÚMERO 31.

 

(Acto I, Escena X.)

 

EVARISTO.- ¡Ella!… ¡Ella, sí!… ¡Esa criatura!… ¡Ese ángel! (Llorando silenciosamente.) Y como nosotros no tenemos más patrimonio que nuestra honra, yo le suplico, yo le ruego, de rodillas, si es preciso, que nos la devuelva; porque esa criatura es para nosotros alegría hogareña, auxilio crematístico, aire de consuelo, soplo de esperanza, en la aridez inhóspita de una casa misérrima, que no le ofrezco porque estamos desahuciados.

 

Gonzalo se queda perplejo. Evaristo le cuenta que el cuarto de Daniela está lleno de sus retratos, que está locamente enamorada de él. Gonzalo insiste en que se vayan y que a él también le dan ataques que los médicos han diagnosticado como “fobia estrellativa” porque pierde el conocimiento de sus actos y estrella a los amigos por el balcón. Al final, se van.

 

Daniela le confiesa su amor ciego por él, pero teme que la olvide como a las otras. Él le contesta:

 

(Acto I, Escena XI.)

 

GONZALO.- Mira: el amor es un libro lleno de páginas insustanciales; pero llega un episodio interesante, y recoge toda nuestra atención de lectores desdeñosos, y nos subyuga y nos cautiva. ¿Por qué no vas a ser tú para mí ese episodio?

 

Se juran amor eterno.

 

Vuelve a aparecer Reme. Gonzalo no puede más. Decide mandar a Daniela a una habitación y quedarse con Reme para que le explique sus verdaderas intenciones.

 

Reme se defiende diciendo que solo quiere el bien de él y que se vaya esa mujer. Gonzalo no da crédito a semejante actitud inapropiada de una sirvienta.

-¿Por qué pretendes meterte en mi vida?- le pregunta.

 

(Acto I, Escena XII.)

 

REME.-No soy nadie, ya lo sé. Nadie. Lo más ruin. Como que únicamente he sido para usté la mujer de los días de mal humor. Cuando se ha encerrado usté en casa porque se le ha acabao la alegría y el dinero, ¡yo! Cuando ha venido usté desesperao de las malas faenas que le hacían otras, ¡yo! Yo, pa pagar el mal humor y divertirle un rato, y aguantarle sus perras, y pagar el daño que le hacían las demás… Y yo, con tal de hacerme la ilusión de que le daba un poco de alegría, aguanté too lo que fuese… ¡Hasta callarme, pa que nadie se enterara, y no le diera vergüenza!…

 

GONZALO.-No…, yo no he querido decir…

 

REME.-Sí, sí. ¿Y aún me pregunta usté que quién soy? ¡Nadie! Una infeliz, a la que ha hecho usté desgraciá, y que se repudre y lo calla pa que no se le burlen esas gandulas que se reparten su vida y su fortuna, que es lo único que de usté les importa.

 

Mensaje número 958: El amor no correspondido entre dos personas de diferente condición económica, dos mundos infranqueables; dos universos distantes que se unen en esos momentos de intimidad nunca reconocidos: el amor de la criada para con el señor de la casa.

 

Le pide que eche a Daniela, que tiene una mala corazonada con ella; cree que lo va a arruinar y después lo abandonará. Le amenaza con irse ella si no echa a Daniela y se va.

 

Llama a Daniela y le asegura que ella se queda y que se desembarazará de todo el mundo. Les llama a todos para decírselo. Luisa lo achaca todo a la presencia de Daniela y la insulta y amenaza con darle en las narices. Salen todos despidiéndose con burlas y algazara.

 

              Se quedan solos, salen al balcón por donde se escucha una estudiantina interpretando un paso doble; se abrazan… todo es felicidad y baja el telón.

 

En el segundo acto vemos la misma decoración del primero pero ahora se ha convertido en un comedor elegante.

 

Grego es una doncella improvisada que hace un mes vendía lechugas en la calle de la Ruda.

 

Se están pegando una comilona Evaristo y Nolo a cuenta de Gonzalo de impresión. Hablan de la habilidad de Daniela para engatusar a pollos como Gonzalo, por lo menos cinco en dos años. Una fiera.

 

Sale Daniela y les ve comiendo aún. Llevan 3h.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 458.

CHISTE MÉDICO.

 

(Acto II, Escena II.)

 

DANIELA.- ¡Qué barbaridad!… ¡Tres horas comiendo!

 

NOLO.-Además, hemos comido pechugas, y eso entretiene.

 

EVARISTO.-No olvides que la lentitud en la ingestión gástrica es antidispéptica, antigastrálgica y anti…

 

DANIELA.-Bueno; pues cuanto antis terminen ustedes, porque Gonzalo está acabando de bañarse y quiere almorzar en seguida.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 459.

 

(Acto II, Escena II.)

 

DANIELA.-Muy elegante. ¿Dónde te vistes?

 

NOLO.-Ahí, en la alcoba.

 

DANIELA.- Pues ya sé lo que te ha costao. Cogerlo del armario.

 

NOLO.- (A su padre, con tristeza.) Han empezao las pullas, papá.

 

EVARISTO.- ¡Paciencia, hijo!

 

DANIELA.-La camisa no la conozco.

 

NOLO.-Ya te la presentaré.

 

DANIELA.-Y los zapatos…

 

NOLO-De Gonzalo, pero me están estrechos; de modo que no son ninguna ganga.

 

DANIELA.-Entonces, lo único que es tuyo es la poca vergüenza.

 

Han investigado las pertenencias de Gonzalo en Córdoba y han visto que está en plena debacle económica.

 

(Acto II, Escena II.)

 

EVARISTO.-Todo perdido. Entre la ley agraria, que ha sido un acierto… para dejar en la calle a todo el mundo; los prestamistas, que ya tenían a la mitad de la gente en la acera; el aposentamiento, que es meterte gente en tu casa, para que tú no quepas, y el obrero del campo, que no quiere trabajar más que ocho horas… cada semana, pues la riqueza agrícola se ha convertido en pobreza rústica y ha dado un bajón que la fortuna de Gonzalo se ha quedado reducida a dos reales de aceitunas.

 

Mensaje número 959: En un solo monólogo de Evaristo, Arniches nos ha plasmado la situación agraria provocada por la nueva ley. Un desastre para todos, ricos y pobres. Se mete también con las pocas ganas de trabajar de la gente del campo…, con los prestamistas usureros, los administradores…, en fin, un desastre para la economía.

 

Daniela ha comenzado, hace dos años, a vengarse en todos los hombres del que le “hundió en la infamia”. Pero ahora tiene miedo de Gonzalo por que se ha enamorado a tope de ella, incluso, para comprarle sortijas y collares, ha vendido su última finca… Tiene miedo de que se ponga en plan “tragedia”…

 

Daniela quiere dejarlo. Evaristo dice que aún le quedan 15.000 duros (225.000€) y que se los quiere “rebañar”.

 

(Acto II, Escena II)

 

DANIELA.-No, Tío. De esto se yo más que usted. Un tonto enamorado es un loco. Y éste lo está.

 

Además está Reme por medio, está acechando la casa, les habla en la calle, los amenaza…

 

Sale Gonzalo y está de lo más escamado con todo lo que le están gorroneando: comida, ropa, casa… Ellos se lo toman a guasa; Gonzalo cada vez más irónico. En esto que llega Pepe Fuentes. Le manda a Nolo a recibirle en calidad de secretario de Gonzalo. Pepe viene derrotado de indumentaria, sin exageración. (Descripción de Arniches.) Así y todo viene con ganas de meterse con Nolo y su indumentaria.

(Acto II, Escena VI.)

 

GONZALO.-No le hagas caso. Es un guasón.

 

PEPE FUENTES.-Era. Sino que la verdad siempre parece una broma.

 

Mensaje número 960: Arniches captó esto desde el inicio de su carrera profesional: “La verdad siempre parece una broma.” Y cuando no lo parecía, él la caricaturizaba para que la pidiésemos digerir de una forma más amable. Ese es el teatro de Arniches.

 

Se abrazan. Hay emoción en el reencuentro, pero Gonzalo en seguida le pregunta:

  • ¿Cuánto quieres?

Le acepta, eso sí, una copa y un cigarro –lo superfluo no se desaíra, porque nunca denigra- le dice.

 

HISTORIAS DE ARNICHES NÚMERO 172.

 

(Acto II, Escena VI.)

 

PEPE FUENTES.-Tú sabes, Gonzalo, que yo era un gorrón indigno, cobijado a la sombra de tu fortuna. Me echaste inopinadamente a la calle, y al separarme de ti, despechado, lo primero que eché de menos fue tu casa, tu mesa, tu ropa, tu generosidad. Luego, ya resignado a la miseria, decía: “Aquél idiota, tan simpático con sus bromas, su alegría, su buen humor…” Y es que primero lamenté la pérdida de la gorronería; pero luego sentí haber perdido tu afecto, tu cariño…, y entonces fue cuando comprendí que te quería como un amigo… verdadero.

 

Mensaje número 961: Hermosa descripción de la amistad descubierta tras la ausencia del amigo: “primero lamenté la pérdida de la gorronería; pero luego sentí haber perdido tu afecto, tu cariño…” Cuántas veces necesitamos esa distancia para poder valorar los afectos en su justa medida.

Pepe le ha venido a avisar de que ha habido una sola mujer en su vida, que la está olvidando por la gente maleante que se le ha metido en casa.

 

Gonzalo le pide que se calle, que conoce la verdadera calaña de los acompañantes, pero que ama en cuerpo y alma a Daniela. Pepe le asegura que ella no le ama.

-Y qué más da- le replica- ¿Que este amor me lleva al desastre? ¡Mejor!… ¿Que me lleva a la muerte?… ¡Iré a gusto!… Porque ella… ¡ella vendrá conmigo!

 

Pepe se queda turbado con estas palabras. Se declaran amistad eterna y se van a por más alcohol recitando al tenorio.

 

Nolo entra por la derecha, con una gran mancha de grasa en la americana, el pelo revuelto y muy pálido y azorado. (Descripción de Arniches.) Nos suelta un monólogo que nos hace pensar que se ha encontrado con Reme y le ha provocado semejante estropicio. Y efectivamente en la siguiente escena, Reme aparece para que la veamos pero se oculta de Nolo. Según va sacando los trajes para cambiarse y se da la vuelta, Reme se los oculta y le deja el viejo traje con el que vino. Nolo comienza a tener miedo…

-¡Pero, Dios mío, si éste es el traje que yo traje cuando no traje más que lo puesto!…- exclama aterrado. En esto Reme se hace visible y le obliga a ponérselo y a marcharse de la casa. Se escuchan las risas de Gonzalo y Pepe que vuelven. Reme se planta delante de ellos y les quita las copas y le cuenta a Gonzalo que le están robando a la cara y, además, Daniela tiene otro hombre. Pepe lo corrobora. Por otro lado, Evaristo está liquidando todas las pertenencias de Gonzalo en Córdoba, y ha puesto la casa de Madrid a la venta.

 

Gonzalo quiere probar si es cierto todo lo que cuentan y les manda ocultarse; llama a Daniela.

 

Ante el interrogatorio de Gonzalo, Daniela aguanta el tipo hasta que pregunta el origen de esas informaciones…, y sale Reme que le pone a prueba: le pide que devuelva todas la alhajas, sortijas, collares… y ella acepta, dejando muy mal a Reme. Evaristo dice que probarán que todo lo han hecho por su bien, y que en cuanto lo prueben se irán de la casa. Gonzalo les da toda la credibilidad y expulsa a Reme y a Pepe y termina el segundo acto.

El tercer acto presenta la misma decoración.

 

Pepe está demostrándole a Gonzalo cómo le estafan estos bandidos. Ha venido de Córdoba, Rafael, el hijo del administrador. Gañán cordobés, bruto pero adinerado. Muy feo de cara y bárbaro de expresión.(Descripción de Arniches.) Como buen secundario de Arniches termina sus frases completamente airado contra Evaristo, comienza a soltar improperios, tacos, maldiciones y acaba sin entendérsele nada:

 

RAFAEL.- ¡La mare e Dio!… Lo trinco por er pescuezo, le jago asina, y no quea e su persona ni una… ¡Malhaya la ré…! ¡Caso en…! ¡Dita siá…! (Sigue hablando, sin que por la ira se le entienda una sola palabra de lo que dice.)

….

-E que cuando me pongo nervioso, me da una cosa en el habla, que me cahi en la pin gan… gon tun… (Vuelve a los camelos.)

 

Hay que señalar que aquí, Arniches escoge la actual segunda acepción, según la RAE de la palabra camelo (108). La primera es “noticia falsa”; la segunda es “dicho o discurso intencionadamente desprovisto de sentido”, algo que hizo muy célebre al famoso Ozores, cuando sus discursos estaban llenos de palabros ininteligibles…

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 460.

 

(Acto III, Escena I).

-¿Qué tal Rafalelillo? –pregunta Gonzalo.

-Bien, pa servir ar zeñorito.

-¿Y en tu casa?

-Toos güenos. Mi padre con su mijilla de ruma; mi madre, con su poco de asma; mi hermana, con su itiricia…

-Pero ¿toos güenos?

-Toos güenos.

Mensaje número 962: Arniches aprovecha el personaje de Rafael para seguir explicando el desastre de la Ley Agraria.

 

RAFAEL.- ¡Qué leyesita!…Ha estropeado hasta las cosechas.

 

GONZALO.- ¡Y claro, poco aceite! ¿No?

 

RAFAEL.- Ni pa ensusiarse las manos. ¡Aquello ha sío un desastre! ¡Misté, publicá la ley y no saberse ya de quién eran unas aceitunas, too fue uno! ¿E tuya? ¿E mía? Y sobrevino el cao. Y allí nos tié usté que cogemos la aceituna y la pisamos con miedo por si es de otro.

 

¡Este administrador vino desde Córdoba a Madrid en un viaje de 14 h en tren!, y nos cuenta los negocios de Evaristo.

 

HISTORIAS DE ARNICHES NÚMERO 173.

 

(Acto III, Escena I).

 

RAFAEL.-Pos nos fuimos a los platanales, y ayí empesó a proponerme que si de estos setecientos olivos podían ser dosiento pa ti y quinientos pa mí…, y que si de esos mil y pico podían sé tresiento pa ti y ochosiento pa mí. “Entonse, ¿qué dejamo pa er señorito?”, dije yo. “Pue poemo dejá la metá e los tuyos.”

 

GONZALO.- ¡Vaya matemático!

Se marchan Gonzalo, Pepe y Rafael y aparecen Nolo, Evaristo y Daniela todos muy preocupados. ¡Han visto a Gonzalo limpiando 32 pistolas! Además le ha pedido a Daniela que se suicide con él porque está en la ruina. Daniela propone huir con las alhajas, valoradas en unos 210.000 €. Nolo le quiere robar sus maletas y Evaristo piensa llevarse “obligaciones” valoradas en 25.000 pts. (75.000 €). Se van a disponerlo todo y salen Reme, Gonzalo y Pepe que estaban escondidos. Reme quiere despellejar a Daniela a la que Gonzalo, aunque quiere olvidar, ha decidido perdonar, y Reme le contesta:

 

  • Yo haré lo que me mande mi conciencia, que ya no tengo más amo de mí que mi corazón. ¡Que aunque está dentro de mí, que soy una pobre desgraciada, está contento, porque está un sitio honrao!

 

Mensaje número 963: “Yo haré lo que me mande mi conciencia, que ya no tengo más amo de mí que mi corazón. ¡Que aunque está dentro de mí, que soy una pobre desgraciada, está contento, porque está un sitio honrao!” El mensaje de Carlos Arniches es claro: nadie manda a la mujer, nadie manda a la persona honrada.

 

Reme manda cerrar todas las puertas para que no puedan escapar con nada robado. Se queda sola y aparece Daniela que intenta escapar con el maletín con las joyas. Reme le cuenta que no tiene escapatoria, que deje el maletín y que le abrirá la puerta. Daniela se opone, forcejean, Reme le arrebata el maletín y la manda a la calle. ¡Ella se va asegurando que volverá con la policía para recuperar las joyas!

 

Cuando se marcha aparece Gonzalo, asqueado por lo que ha oído. Viene Evaristo y manda esconderse a todos para quedarse con él y cantarle las cuarenta. Evaristo sale contando las “obligaciones” que ha robado a Gonzalo, está feliz porque es más dinero del que pensaba. Gonzalo sale al paso y Evaristo se queda tartamudeando. Lo sienta, le quita las “obligaciones” y le invita a suicidarse… Evaristo no sabe cómo eludir semejante trance. Gonzalo le ofrece una pistola a la que se le dispara un tiro y, aterrado, Evaristo escapa por la ventana.

 

Sale Reme y se queda a solas con Gonzalo. Éste se la acerca, la abraza y le dice:

-¡Qué tarde conoce uno el bien que le rodea! –y le pide que se case con él, y ella le rechaza.

Mensaje número 964: Esta actitud de los buenos amigos y del amor verdadero es lo que quiere resaltar Arniches: los amigos nunca abandonan.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 461.

 

(Acto III, Escena IX)

-¡Ay Pepe! –exclama Gonzalo-. ¡Arruinado, solo, triste!… ¿Qué voy a hacer, si no encuentro apoyo más que en lo humilde y en lo abnegado?…

-Los tiempos han cambiado, chico. Los señoritos hemos de trabajar, pero trabajar en serio. Y nosotros no tenemos Comité Paritario. Nada de Marx ni de menos. O trabajamos de verdad o morimos.

-No tienen derecho ni a ser parados –concluye Reme.

 

Mensaje número 965: Los tiempos han cambiado, los señoritos deben trabajar, ya no se puede vivir de las rentas.

 

Queda Nolo, que sale con toda la ropa puesta que puede y le dejan ir.

 

(Acto III, Escena X)

-Y ahora a rehacer la vida -sentencia Gonzalo-. ¡A trabajar! Tenéis razón. Esto ha sido como en una riada que viene el agua y arrastra con todo. No queda a nuestro lado más que lo que tiene raíces muy hondas y puede aguantar el ímpetu de la corriente.

 

Mensaje número 966: Nadie debe estar desamparado, en este caso los ricos encuentran el apoyo de los humildes.

GONZALO.- Para quien haya sido un pelele ridículo y haya consumido el largo de sus horas en necias tragedias y en farsas repugnantes, si al final saca a flote un amor y una amistad, ¿de qué se queja?.. (Telón.)

 

MENSAJES DE ARNICHES

 

MENSAJE NÚMERO 958: El amor no correspondido entre dos personas de diferente condición económica, dos mundos infranqueables; dos universos distantes que se unen en esos momentos de intimidad nunca reconocidos: el amor de la criada para con el señor de la casa.

 

MENSAJE NÚMERO 959: En un solo monólogo de Evaristo, Arniches nos ha plasmado la situación agraria provocada por la nueva ley. Un desastre para todos, ricos y pobres. Se mete también con las pocas ganas de trabajar de la gente del campo…, con los prestamistas usureros, los administradores…, en fin, un desastre para la economía.

 

MENSAJE NÚMERO 960: Arniches captó esto desde el inicio de su carrera profesional: “La verdad siempre parece una broma.” Y cuando no lo parecía, él la caricaturizaba para que la pidiésemos digerir de una forma más amable. Ese es el teatro de Arniches.

 

MENSAJE NÚMERO 961: Hermosa descripción de la amistad descubierta tras la ausencia del amigo: “primero lamenté la pérdida de la gorronería; pero luego sentí haber perdido tu afecto, tu cariño…” Cuántas veces necesitamos esa distancia para poder valorar los afectos en su justa medida.

 

MENSAJE NÚMERO 962: Arniches aprovecha el personaje de Rafael para seguir explicando el desastre de la Ley Agraria.

 

MENSAJE NÚMERO 963: “Yo haré lo que me mande mi conciencia, que ya no tengo más amo de mí que mi corazón. ¡Que aunque está dentro de mí, que soy una pobre desgraciada, está contento, porque está un sitio honrao!” El mensaje de Carlos Arniches es claro: nadie manda a la mujer, nadie manda a la persona honrada.

 

MENSAJE NÚMERO 964: Esta actitud de los buenos amigos y del amor verdadero es lo que quiere resaltar Arniches: los amigos nunca abandonan.

 

MENSAJE NÚMERO 965: Los tiempos han cambiado, los señoritos deben trabajar, ya no se puede vivir de las rentas.

 

MENSAJE NÚMERO 966: Nadie debe estar desamparado, en este caso los ricos encuentran el apoyo de los humildes.