EL DÍA DE SAN EUGENIO

 

O

 

LA PASIÓN CEGADORA.

 

 Con esta obra, Carlos llega a los 500 personajes creados. Son 500 personas que han salido de su observación de la realidad. Son su Universo. Tan solo lleva trabajando 16 años. Es posible que lleguemos a contabilizar hasta 1.700 personajes en toda su carrera.

 

Esta es la obra número 11 de Carlos Arniches en solitario. Es una Zarzuela con música de Manuel Fernández Caballero estrenada el 2 de marzo de 1904 en el Teatro Apolo. Pertenece a su Etapa Moralizante.

 

Se hizo con la compañía de las señoras J. Pino y Bru y los señores Mesejo, Pinedo, Reforzo y Orejón.

 

Lamentablemente no se editó el libreto de la obra, pero la repuso 20 años más tarde con el nombre de El mirar de sus ojos, y gracias a ella podemos saber su contenido y su mensaje. Pertenece a su Etapa Moralizante.

 

              El día de San Eugenio no tuvo mucho éxito, y ahora, al leerla, comprenderemos que la zarzuela en nada se parecía a la de El Santo de la Isidra o a La fiesta de San Antón. Arniches está investigando su capacidad trágica en la comedia, y este es un paso previo. Esta obra no es una comedia, no es una tragicomedia, ni una tragedia grotesca, es simplemente una tragedia.

 

El amor que siente Manolo por Mercedes no morirá nunca, y nunca será correspondido. Manolo es un ser tímido, trabajador y honrado pero no llega a ser un monigote, un ser grotesco, ni llega a abundar en el ridículo una y otra vez. Intenta el amor con Mercedes, la más atractiva del barrio, y ella, altanera y despectiva, lo rechaza.

 

Sin embargo, cuando llega Rafael el Cordobés, montado en su caballo, la deslumbra. Inicialmente también lo rechaza. Y como él insiste, al final, se va con él, sin saber que ella será un mero trofeo de usar y tirar. Efectivamente, Mercedes, una mujer que podría haber tenido a cualquiera, que podría haber sido una reina con Manolo, se encuentra abandonada en Andalucía, perdida, sola…

 

Con el paso de los años Manolo, Mercedes y Rafael vuelven a coincidir en el mismo lugar de los barrios bajos de Madrid. Es una noche de verbena. Rafael está con otra, y Mercedes, llena de ira, le ataca y le hiere.

 

Cuando la llevan detenida a prisión ve a Manolo que la ha reconocido. Se miran por última vez y se acaba la obra.

 

La tragedia así expuesta no tenía muchos seguidores. Arniches tenía que probarlo. Poco a poco le fue inyectando su propia esencia, su gracia, hasta llegar a la tragedia grotesca.

 

MENSAJES DE ARNICHES

 

MENSAJE NÚMERO 229: Arniches busca con esta obra abrir el corazón de las mujeres al amor sin miedo, que no se guíe por las apariencias sino por el conocimiento mutuo, el amor verdadero perdura, la pasión desaparece.

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