¡QUÉ HOMBRE TAN SIMPÁTICO!

 

O

 

LA HABILIDAD DEL ENGAÑO A TRAVÉS DE LA SIMPATÍA

 

 

 

Archivo Familiar.

 

 

Tras la profunda obra de El Tío Quico”, Arniches continúa en su Etapa Rural con un Juguete Cómico divertido hasta la extenuación. El Arniches que debutó en solitario con la obra Nuestra señora en 1890 sigue muy presente en este caso.

 

Escribe junto a Antonio Paso y Antonio Estremera esta comedia que se estrena el 5 de Junio de 1925. Han pasado 3 meses desde la obra anterior.

 

La obra comienza en Madrid, y nuevamente, al igual que en la Historia de Arniches número 119, dejaremos que la pluma de Carlos Arniches que nos describa lo que vemos en el primer acto.

 

HISTORIAS DE ARNICHES NÚMERO 123.

 

CARLOS ARNICHES.- Gabinete coquetón amueblado a estilo japonés, es una “garsonier”. Al fondo, una alcoba con una cama turca; la alcoba se cierra con unas cortinas. A los dos lados de la cama, dos banquetas de forma rara y de colores chillones que hacen las veces de mesilla de noche; sobre ellas, aparatitos de luz, también raros. En el testero de la lateral izquierda, dos puertas: la primera figura que da al pasillo que va a la puerta del piso; la segunda, a las habitaciones interiores. En el testero de la derecha, haciendo chaflán con el foro, balconcito de esos llamados antepechos, con vidrieras practicables. En el centro de la escena, un velador japonés. Muebles, banquetitas, cojines. Sobre las banquetas, dos o tres kimonos. Todo debe formar un conjunto abigarrado, pero artístico; las lámparas eléctricas deben ser faroles, también bonitos. Al empezar la acción son las dos de la madrugada.

 

              Maravillosa descripción de un apartamento “moderno” alquilado por varios “jóvenes” para tener sus aventuras amorosas, que eso es lo que era una “garsonier”. Uno de esos jóvenes se llama Paquito Luengo, individuo que recuerda al inicio de la vida de Carlos Arniches en Madrid. Él estaba matriculado en la Facultad de Derecho y mantenido por su tía Asunción (37), y nuestro protagonista, que en el estreno fue llevado a cabo por Mariano Asquerino, lo estaba en la Facultad de Medicina. Paquito recibía una mensualidad de su tío Aníbal del Cortijo.

 

Ya tenemos el núcleo de la historia, ahora hay que disfrutar de la obra, que no es otra cosa que los líos en los que se mete nuestro Paquito, y el modo del que sale gracias a la simpatía de su amigo Amable Corcuera.

 

El primer acto se inicia con la escena a oscuras, Amable Corcuera y el sereno Domingo hacen su entrada. Se percatan de que no hay nadie. Son las dos de la mañana, así que, Amable, se tomará un refrigerio y se irá a dormir. Ha tenido que abandonar la pensión Picavea por no abonar la cuenta. Como tiene la llave de este piso no se lo ha pensado dos veces y aquí está.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 321

 

(Acto I, Escena I.)

 

CORCUERA.-… Es que no te dan de comer… en cuanto te presentan la cuenta y no abonas.

 

DOMINGO.- ¿Y a usted se la han presentado?

 

CORCUERA.- Me la han presentado, pero he hecho como que no la conocía.

 

De nuevo vuelve el Arniches de los inicios con la obra “Las manías” (1888), que no era otra cosa que ¡la manía de no pagar la pensión!

 

Al igual que Cándida en la obra “Rositas de olor”, soltaba tres sinónimos cada vez que abría la boca, aquí Corcuera hace lo propio.

 

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 322.

 

(Acto I, Escena I.)

 

CORCUERA.- Conque gracias por todo, querido Sereno, y evádete, elimínate o emérgete; lo que más te guste.

 

DOMINGO.- Irémeme.

 

CORCUERA.- Pues vétete… ¡Ah! Antes de la partida, ¿tendrías por casualidad un cigarro? Porque ya sabes que yo, para dormir, sin un pitillo soy hombre muerto.

 

DOMINGO.- Pues no se muera usted por tan poco. Ahí van cuatro. No son míos (Dándoselos.) Se los he cogido a un amigo de la petaca.

 

CORCUERA.- ¡Ah, Domingo, cómo se ve eres fiesta de guardar!

 

Se dispone a dormir cuando siente que entran por el balcón. El ladrón es Concordio Sánchez Feíto, un “hombre honrado que roba para vivir”. Corcuera le pega un susto de muerte y al final acaba invitándole a cenar con él. Confraternizan. Narcisín, el camarero que ha traído los cafés y los bocadillos le pide el dinero.

 

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 323.

 

(Acto I, Escena II.)

 

NARCISÍN.- Ahí va eso, y dice el amo que por tratarse de usted, que es persona de confianza, que haga usted el favor de pagarme ahora mismo.

 

CORCUERA.- Sí, hombre, enseguida. ¡No faltaba más! ¿Cuánto es?

 

NARCISÍN.- Seis con veinte. (18,6 €.)

 

Con el dinero de Feíto paga la cena Corcuera. Según cenan, Amable le cuenta su historia de amistad con Paquito Luengo

 

HISTORIAS DE ARNICHES NÚMERO 124

 

(Acto I, Escena II.)

 

CORCUERA.- Un servidor de usted, titulado Amable Corcuera, lo de Amable es nombre y condición, era empleado del Ministerio de Trabajo.

 

FEÍTO.- ¡Usted en el Ministerio de Trabajo!

 

CORCUERA.- Sí, señor, incongruencias; allí presté mis valiosos servicios seis años; hasta que el jefe de mi negociado me escribió un día una carta atentísima, diciéndome que no quería morirse sin conocerme, y cuando fui a darle ese gusto me lo pagó dándome el cese. ¡Este es un país de ingratitudes! Bueno; pues quedarme cesante y caer mi señora enferma de gravedad, todo fue uno. En este desamparo, Paquito Luengo me tendió la mano con un billete de mil pesetas (3.000 €), y cuando murió la pobre, Paco costeó todos los gastos hasta dejarla en San Isidro, donde reposa esperándome, y alumbró con dádivas monetarias la negrura de mi viudez.

 

 

Mensaje número 635: Arniches aprovecha esta descripción irónica de la vida por parte de Corcuera para recordar cómo los más vagos se sienten “ofendidos” al ser despedidos-“¡Este es un país de ingratitudes!”- clama Corcuera tras seis años de estar cobrando sin aparecer por el puesto de trabajo. El verdadero pensamiento de Carlos Arniches es: “Este es un país de vagos”.

 

              Pues bien, los dos “vagos” entablan amistad y dan cuenta de la cena cuando se presenta una mujer que tiene llave del apartamento. Se llama Concha y como “farfulla” un poco con la zeta, le dicen Concha la Farfaya.

 

Es una mujer indignada con Paquito. Ella que estaba tan ricamente con su novio, campeón francés de boxeo, disputando unas veladas en España, se vio seducida por Paquito y la ha tenido ocho días de juerga hasta que se acabó el dinero. Ahora ha vuelto con Monón, el boxeador y del sopapo que le ha dado, le saltado tres muelas. Así que o Paquito le arregla la vida con 2.000 pts. (6.000 €) o le pega un tiro. (Ha traído una pistola.)

 

(Acto I, Escena III.)

 

CONCHA.- Zí, zeñor, a matar a un hombre, y le mataré. ¡Yo paezco tonta, y él me ha creído una burra, porque le he querido; pero yo le pego ezta noche un tiro aquí mismo que le atraviezo el corazón, como me yamo Concha la Farfaya, por eztaz!…

 

Mensaje número 636: Nuevamente Arniches nos propone el análisis de una situación en la que no afrontamos nuestras decisiones. Concha, seducida por Paquito, abandona a su novio. A su regreso, éste le rechaza. Ella se revuelve contra Paquito cuando en realidad lo que falta es un análisis claro de las acciones que cada uno ha tomado en libertad. El mensaje es claro: afrontar las consecuencias de nuestras acciones de cara y con serenidad.

 

              Con Concha toda compungida contando su historia se oyen unos ruidos en la puerta: Paquito que llega acompañado de una dama.

 

Se ocultan los tres y escuchan.

 

Paquito ha seducido a otra mujer, Fany Gimenof. Ella trabaja como domadora de perros en el circo de su tío, Aquiles Gimenof, tirador de máxima precisión. La fuga de Fany ha desbaratado los contratos de Madrid y de Jaca que tenían firmados. Ahora Aquiles Gimenof espera en la calle a que Fany salga o se liará a tiros.

 

Paquito, sin embargo, la necesita para salir de un embrollo mayor. No la puede dejar ir. Lamenta no tener a su lado a su buen amigo Corcuera, para sacarle de su atolladero.

 

Amable, que lo oye, sale de su escondite y explica que lo ha oído todo y que aquí está él para lo que sea necesario.

(Acto I, Escena IV.)

 

CORCUERA.- Lo importante es que me necesitas y aquí me tienes; manda, ordena, decreta. ¿Qué ocurre?

 

Hacen pasar a Fany a otra habitación. Paquito cree que tiene dos problemas que le quiere relatar, pero  Corcuera le insiste en que son tres, que tiene que sumar el de Concha, que está también en el piso. Hay que deshacerse de ella.

 

Amable Corcuera pone en marcha su inmenso poder de convicción y habla con Feíto para que acompañe a Concha a su casa. Le promete 2.000 pts. Primero se niega por miedo a una paliza pero le amenaza con denunciarlo y llevarlo a un penal: a Chinchilla, a Ocaña o a San Miguel de los Reyes…Feíto le dice- se está usted cebando…- y acepta. Ya está solucionado el primer problema, ahora vienen los otros dos.

 

HISTORIAS DE ARNICHES NÚMERO 125.

 

(Acto I, Escena IV.)

 

PAQUITO.- Ya sabes que el verano pasado le di el sablazo grande, terrible, escribiéndole que me casaba… Él, por su enfermedad, no pudo venir, pero me mandó cinco mil pesetas (15.000 €) para el himeneo, aparte de la consignación del mes; bueno, pues la mensualidad, los sablazos extraordinarios, la herencia, muy respetable por cierto, el día que se muera, todo, todo lo pierdo si no salimos de aquí antes de que salga el tren que sale a las ocho.

 

CORCUERA.- ¿Pero a qué obedece esa marcha?

 

PAQUITO.- Obedece a que el otro día recibí una carta suya diciéndome que no encontraba alivio con el médico del pueblo y había decido venir aquí a que le viesen las mejores notabilidades, que yo, por mi condición de estudiante de quinto año, seguramente conocería, ¡figúrate! Tendría que parar en mi casa, en esa casa que no tengo; tendría que conocer a mi mujer, a esa mujer que no tampoco tengo, y presentarle a mis catedráticos… ¡Catedráticos que no tengo!

 

CORCUERA.- Y lo de los catedráticos es más difícil… Porque una casa y una mujer pueden improvisarse con cierta rapidez, pero un catedrático de Medicina son quince años lo menos.

 

Arniches recupera la historia del cómico que se hizo pasar por Médico en la obra de 1897, Los Camarones. Ya tenemos dos recuerdos puestos en esta obra: la de la suplantación del médico y la del estudiante falso, que también usará en una de sus últimas obras, El hombrecillo.

 

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 324.

 

(Acto I, Escena IV.)

 

CORCUERA.- Bueno. Paquito, rico, eres de una frescura, que el que vaya a tu lado quince días, se lo llevan al Polo y se abanica.

 

Cuando termina de contar la historia llega Feíto lleno de vendajes. No ha sido un buen recibimiento precisamente el otorgado por Monón.

 

En ese momento, un papel que encierra una piedra atraviesa el cristal del balcón. Igual que en La Señorita de Trevélez, viene un mensaje escrito:

 

(Acto I, Escena V.)

 

CORCUERA.- (Leyendo la carta.) “Fany, traigo Start nueva. Estar prevenidos. O sales tú o entro yo. Y si entro yo, mañana me dan un banquete las funerarias de Madrid. Ya me conoces.- Gimenof”

 

Corcuera decide hablar con Gimenof, para ello promete otras 2.000 pts. a Feíto para que lo traiga.

Sube Gimenof (descripción de Arniches: un hombre un tanto extraño. Usa melena, lleva un sombrero con mucha ala y un chaquet de color con trencilla.) Explica que es la quinta vez que se escapa su sobrina y que van a perder el contrato que acaba el domingo en Madrid y de Jaca que comienza el lunes

 

Corcuera se acerca al balcón y lo deja abierto. Comienza a hablar de una forma extraña, haciendo fuerza en las palabras “sereno” y “domingo”.

(Acto I, Escena VI.)

 

CORCUERA.- Yo no puedo hablar con un hombre que no está… ¡sereno!… si estuviera usted ¡sereno!, nos entenderíamos, y además de entendernos, terminaría su contrato el ¡Domingo!; pero de aquí a que llegue el ¡Domingo!

 

No estaba haciendo otra cosa que avisar al sereno, Domingo, con el que había entablado amistad, y éste se presenta con dos guardias que arrestan a Aquiles Gimenof.

 

Solucionado el problema número dos se disponen a coger el tren, incluido Feíto ¡como ayudante del Dr. Corcuera! Y finaliza el primer acto.

 

El segundo acto transcurre en Villacarriezo, pueblo inventado por Arniches en el que vive el tío de Paquito, Aníbal del Cortijo, junto con su hermana Blanca de Cogolludo.

 

El escenario nos muestra la fonda del pueblo donde va a transcurrir la acción. Arniches la describe como Fonda simpática de un pueblo importante. Patio con azulejos y una fuentecilla, columnas, arcos altos y artísticos. Al foro está la puerta de la calle. A la izquierda una puerta con el rótulo de ADMINISTRACIÓN y un cuadro de timbres y llaves. Los cuartos numerados con el 7 y con el 8 también a la izquierda. Es de día.

 

              La primera escena la protagonizan Manuela, la camarera, y un cliente alemán que no sabe español, Hugo, curiosamente miembro de un circo.

 

Manuela asiente con la cabeza y le dice lo primero que se le ocurre. Diálogo de besugos.

(Acto II, Escena I.)

 

HUGO.- Lassen si aumen dolmetcher Komen (algo respecto al domador Komen)

 

MANUELA.- ¿Que a qué hora se come?… A la una y media.

….

HUGO.- Veljain escandal

 

MANUELA.- El escándalo lo armará usté solo porque yo me voy.

 

Interviene el dueño del la fonda, el señor Generoso, para calmar los ánimos. Decide que Manuela acompañe a Hugo al farmacéutico Eutropio, que entiende de “lenguas”.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 325.

 

(Acto II, Escena II.)

 

GENEROSO.- (A Hugo.) Marchen farmacien, muchachen germanien… Arreen, Manuela.

 

MANUELA.- Venguen…, pero no toquen… Anden.

 

Aquí tenemos un tercer recuerdo de Arniches, es el segundo alemán en sus obras después del que aparece en La chica del gato, Sigmundo.

 

              Van llegando a la fonda todos los personajes: doña Hilaria, hermana del farmacéutico, don Aníbal del Cortijo y su hermana Blanca, don Ovidio Cámara, su médico, don Plácido Borrajo, médico de Carrascosa de Arriba y don Serapio Arroyo, médico de Tamerón de abajo. Vienen vestidos con Chaqués antiguos y sombreros viejos.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 326.

 

(Acto II, Escena V.)

 

DON OVIDIO.- Voy a tener el honor de presentarles: don Plácido Borrajo, ilustre cirujano de Carrascosa de Arriba. Sabio oculto en la humildad de un pueblo como una perla en su valva…

DOÑA BLANCA.- ¡Oh!

 

DON PLÁCIDO.- Mandatos del destino, señora.

 

DON OVIDIO.- Don Serapio Arroyo, bisturí prodigioso y una de las manos más diestras de Temerón de Abajo.

 

DOÑA BLANCA.- Placer inmenso en estrechar esta diestra tan diestra, señor Temerón.

 

DON SERAPIO.- Arroyo.

 

DOÑA BLANCA.- ¿De Arriba?

 

DON SERAPIO.- De Abajo.

 

DOÑA BLANCA.- ¿Entonces, Borrajo, de Abajo?

 

DON PLÁCIDO.- ¡De Arriba!

 

DOÑA BLANCA.- Encantada; de Arriba o de Abajo, mi gratitud es ilimitada.

 

Mensaje número 637: Este galimatías formado con los nombres de los pueblos de España, basta para resaltar lo confuso de los mismos. Una historia antigua y trasnochada, incide en la toponimia hasta niveles inaguantables para Arniches.

 

Le comunican a Corcuera y Feíto que han venido tres primeros espadas con tres maletas de libros.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 327.

 

(Acto II, Escena VI.)

 

DOÑA BLANCA.- Creo que han venido con tres maletas

 

CORCUERA.- Tres primeros espadas con tres maletas, ¡qué antagónico! ¿Oyes esto Feíto?

 

FEÍTO.- Ya, ya…

 

DOÑA BLANCA.- Ya se puede usted preparar…, toda su ciencia va a ser poca.

 

CORCUERA.- Para estos tres matadores me basta a mí con este puntillero.

 

FEÍTO.- (Encantado.) Conmigo.

 

 

              Hemos investigado los tres pueblos mencionados: Villacarriezo, Temerón de Abajo y Carrascosa de Arriba. Sólo existe éste último. Está en la provincia de Soria. Sobre 1925 contaba con 153 vecinos, así que difícilmente podía haber médico. En la actualidad cuenta con 24 habitantes. (38)

             

Doña Blanca y doña Hilaria se van a preparar la sala para la operación. Feíto está que no le llega la camisa al cuello.

 

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 328.

 

(Acto II, Escena VII.)

 

FEÍTO.- No sé cómo tiene usted ganas de broma, porque ya ha oído usted a doña Blanca de Cogolludo. Lo que ha dicho es para poner los pelos de punta a un queso de bola.

 

CORCUERA.- Calla, hombre, que estoy bromeando a ver si me vuelve la sangre al corazón.

 

En la Escena VIII vemos por primera vez a don Aníbal alabar a Fany como “su querida sobrina”, tanto es así, que en el testamento que va a redactar previo a la operación le va incluir como heredera. Paquito no sale de su asombro. Doña Blanca está enternecida.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 329.

 

(Acto II, Escena VIII.)

 

DOÑA BLANCA.- ¡Oh, qué cuadro, doctor!… ¿No le saltan a usted las lágrimas?

 

CORCUERA.- No es que me salten: es que juegan a la comba.

 

Alardea Corcuera de haber estado 6 años en hospitales alemanes. Lo escucha Generoso y cuando ve llegar a Manuela con Hugo, le pide al doctor que haga de intérprete. Nuevo embrollo para Corcuera.

 

Corcuera repite nombres de ciudades alemanas, Hugo se pone cada vez más nervioso, gritan, se insultan… Don Generoso le pregunta por la traducción y Corcuera le sugiere que lo expulse ya que está diciendo que en su hotel ¡hay chinchillas! Dicho y hecho, Generoso lo expulsa. Hugo se va.

 

Finalmente llegan los tres médicos y los demás abandonan la escena para que ellos puedan debatir. Corcuera cede la palabra a don Ovidio que ha diagnosticado una Esteatosis Renal. Citando a Gallet, el órgano aumenta de volumen y se produce una obstrucción de epitelios.

Hoy en día conocemos la Esteatosis Hepática. Así que no ha andado lejos.

 

Su tratamiento es una operación.

 

El doctor Plácido Borrajo lo atribuye a tubérculos que ocupan el parénquima renal y que se ha corrido a los excretores. Ha detectado productos caseosos en el paciente, por lo que se ha producido una Pielonefritis y se debe operar.

 

              Don Serapio Arroyo opina que es una neoplasia, citando a Delfau y  Lanceraux. Puede ser un Mixoma, Lipoma o Fibroma. Todo a causa del exceso de prurito voraz del paciente.

 

www.wikipedia.org

 

Etienn Lanceraux (1829- 1910)

 

Realizó investigaciones sobre Diabetes, Alcoholismo, Gota (39), Anatomía Patológica y Páncreas (40)

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Claude Bernard (1813-1878)

              Además cita Bernard, Rollet, Girard…

 

Ninguno era un experto en Nefrología pero se aplaude el intento de “vestir” adecuadamente la exposición de los 3 médicos.

 

Hemos encontrado a Claude Bernard que fue un biólogo teórico, médico y fisiólogo francés. Fundador de la Medicina Experimental. Entre sus aportaciones a la medicina destaca su estudio del síndrome de Claude Bernard – Horner. (41) que es un síndrome causado por una lesión de los nervios simpáticos de la cara y se caracteriza por pupilas contraídas (miosis), párpado caído (ptosis palpebral), anhidrosis (sequedad facial) y aspecto hundido del ojo (enoftalmos) debido a la ptosis, aunque sin ser un enoftalmos verdadero (causado principalmente por fractura de la pared inferior de la fosa orbitaria). Puede agregarse además inyección conjuntival (ojo rojo).

Joseph Rollet. (1824 – 1894)

www.wikipedia.org

Fue un médico cirujano francés experto en enfermedades venéreas.

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              Charles Frederic Girard (1822-1895) fue un médico y zoólogo francés nacido en Mulhouse. Realiza investigaciones sobre la fiebre tifoidea. (42)

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 330.

 

(Acto II, Escena XII.)

 

CORCUERA.- Y si tiene el prurito de comer con exceso, en vez de linfoma, mixoma, o lipoma, ¿no será un melocoma?

 

Mensaje número 638: La jerga médica siempre llamó mucho la atención de Carlos Arniches. Aquí nos muestra todo su humor ante palabros médicos imposibles.

 

Corcuera defiende su “diagnóstico” apoyado en teorías modernas de especialistas italianos como el Dr. La Broche.

Se levanta y lanza un discurso memorable. Una maniobra excelente de Arniches en mi opinión.

 

DISCURSOS DE ARNICHES NÚMERO 17.

 

(Acto II, Escena XII.)

 

CORCUERA.- Ahora voy yo. (Tose; se estira los puños.) Yo debía empezar, mis caros colegas, por desenvolveros las novísimas teorías del doctor La Broche…Los riñones, a la La Broche, le han parecido siempre una cosa extraordinaria…, pero yo he de deciros con toda la sinceridad de que siento llena mi alma, que os he escuchado con asombro, ¡qué digo con asombro!, con estupefacción, con una admiración rayana en el espanto. He rodado, señores, años y años por clínicas y hospitales, y ni a La Broche, ni a Strafurcis, ni a Simpson, ni a Rollet, ni a ningún maestro, le he oído expresarse con la ciencia que a vosotros… Sois tres sabios eminentes, gloriosos, hundidos y oscurecidos en la humildad de unos pueblos insignificantes, y eso no puede ser y no será. ¡Y os juro que entraréis los tres, por mi propuesta, en la Real Academia de Medicina Española!

 

LOS TRES.- ¡Maestro! (Se levantan emocionados.)

 

CORCUERA.- ¡Sí, lo digo con orgullo!… Me encuentro achicado frente a vosotros… Sí, Feíto, soy un pigmeo ante estos gloriosos cerebelos… Y yo aquí no tengo nada que hacer, ni Feíto tampoco…

 

FEÍTO.- ¡Tampoco!

 

CORCUERA.- Y puesto que opináis que se opere al paciente, vosotros le operáis… Nosotros no hacemos falta ninguna.

 

FEÍTO.- Para nada.

 

CORCUERA.- ¡Y es tal mi fe en vuestra sabiduría, que no quiero ni presenciar la operación!

 

FEÍTO.- Ni yo tampoco.

 

CORCUERA.- ¿Puede darse mayor prueba de admiración y confianza? Y como término de esta consulta memorable, acabaré gritando: ¡Loor a los humildes, pero gloriosos sabios de Temerón de Abajo, Cascarón de Arriba… y de Fuentecilla de En medio!

 

LOS TRES.- ¡Maestro!

 

Mensaje número 639: Hay que reconocer el homenaje que Arniches hace a los médicos rurales, que no por estar trabajando fuera de un ámbito universitario significa que no se trabaje con ciencia y con rigor. En la obra  Los Camarones, en 1897, también hizo que el médico del pueblo desenmascarara al cómico que suplantaba la figura de un médico de la capital.

 

              Tras esta hábil maniobra, Corcuera se ve liberado de tener que seguir adelante con su papel falso de médico y se dedica a la conquista de Blanca de Cogolludo, a la que ve como un seguro de vida de 3 millones de pesetas (9 millones de €.)

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 331.

 

(Acto II, Escena XV.)

 

DOÑA BLANCA.- Doctor, una palabra sincera. ¿Mi hermano se salvará?

 

CORCUERA.- ¡Qué duda tiene! ¿A qué he venido yo aquí?

 

DOÑA BLANCA.- No tengo otro amor en el mundo. ¡Cómo quedaría mi alma! ¡Le veo tan enfermo!

 

CORCUERA.- ¡Señora, don Aníbal está hecho harina; pero dele usted como salvado! Yo se lo fío.

 

PIROPOS DE ARNICHES NÚMERO 14.

 

(Acto II, Escena XV.)

 

DOÑA BLANCA.- Ya no es posible, Amable. Estoy en el atardecer de mi vida.

 

CORCUERA.- ¿Cómo en el atardecer?… Usted está en las cuatro y media o en las cinco menos cuarto, todo lo más.

 

DOÑA BLANCA.- ¿Cree usted?…

 

CORCUERA.- ¡A una mujer que tiene esos ojos no se le pone nunca el sol!

 

La intensidad amorosa va aumentando hasta que Amable Corcuera se declara a su manera.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 332.

 

(Acto II, Escena XV.)

 

DOÑA BLANCA.- ¡Doctor!

 

CORCUERA.- Sí… ¡Y puesto que la he encontrado, yo ya no la pierdo, yo ya no quiero vivir sin Blanca! (La abraza.)

 

Blanca le promete su corazón si salva la vida de su hermano.

 

Salen los tres médicos dispuestos a realizar la operación. Blanca se queda con Paquito quien aprovecha este momento, para pedirle 20.000 duros (300.000 €) para poder instalarse con Fany adecuadamente. Se los dará porque se los merece y además –“¡por haber traído a este hombre tan simpático!”- le dice.

 

Se meten con el paciente a un cuarto a operar cuando se oyen disparos, ladridos, gritos… Es Gimenof que ha seguido la pista de su sobrina y la reclama. Llama embusteros a todos. Salen corriendo los médicos con sus batas, Aníbal con su pijama preoperatorio… y se baja el telón.

El tercer acto nos muestra el mismo decorado. Es por la mañana del día siguiente. Vemos a Corcuera y Feíto recién levantados, abrir la puerta de su apartamento y asomar la cabeza mirando si aún está Gimenof por los alrededores.

 

Una conversación entre Generoso y Fany les pone en aviso que Gimenof está encerrado en el hospital.

 

Por doña Hilaria se enteran de que Aníbal ha ido a entrevistarse con Gimenof, lo cual les aterra pensando que serán descubiertos todos sus engaños… ¡y son muchos!

 

Cuando Manuela les lleva el desayuno le pide al “doctor” que la ausculte, en ese momento entra Paquito. Corcuera le diagnostica una “Estomatosis Afónica y Foruncular”, que por supuesto no existe.

 

La decisión de Corcuera es huir. Paquito le implora que no lo haga.

(Acto III, Escena VIII.)

 

PAQUITO.- ¿No comprendes que si mi tío me abandona tendré que trabajar?… ¡Trabajar a mis años!… ¡Sería espantoso, Corcuera!… ¡No me pongas en ese trance terrible!

 

Mensaje número 640: Arniches revela ahora la verdadera razón de toda la trama: la fobia al trabajo. Ridiculiza a la juventud que sólo piensa en vivir de las rentas, y lo hace de una forma sentida, profunda. El propio Paquito se mueve en unos ambientes en los que nadie trabaja, todos viven de los sablazos, de los chanchullos, de las mentiras. Él se ve a sí mismo horrorizado teniendo que trabajar; es una vergüenza y un deshonor. Arniches quiere cambiar estos hábitos ridiculizando a estos personajes. Pero no oculta que esta realidad existe y que algunas veces… se salen con la suya.

 

              Doña Blanca ha cambiado su estilo, viste escotada, con bolso, pelo ondulado y falda corta. Vamos todo un desacierto para su edad.

 

En ese momento Corcuera y los demás salen con sus maletas para abandonar la fonda. Dicen que es un caso de “Meningitis Calumniosa” lo que padece Gimenof, y que don Aníbal no les creerá.

 

Y llega don Aníbal con ganas de vengarse de tantas mentiras.

 

En una maniobra de distracción, Corcuera pide entrevistarse con Gimenof en el hospital. Cuando se va a ir le dice don Aníbal que le parece muy bien y-“que pase don Aquiles Gimenof, que está aquí mismo”-

 

Corcuera, con su habilidad característica exige que la entrevista sea en privado.

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 333

 

(Acto III, Escena XIV.)

 

CORCUERA.- Don Aquiles, estamos solos: no puedo huir… Óigame un momento, y su usted cree que  mis palabras no son ciertas, me pega un tiro en cada sien. Tengo cuatro…

 

GIMENOF.- ¿Eh?

 

CORCUERA.- Cuatro cosas que decirle.

 

Estando solos, le expone las ventajas del caso: Fany se casa con Paquito… Don Aquiles le interrumpe. Él se opone a ese matrimonio.

 

CORCUERA.- No sea usted primo, mi querido don Aquiles. Interponerse entre dos que se aman, es tan ridículo como irse a cazar codornices con clarinete.

 

Mensaje número 641: Arniches defensor del amor a ultranza. Si dos jóvenes se aman, “interponerse es tan ridículo como irse a cazar codornices con clarinete”.

 

 

Le explica que Fany y Paquito heredarán la fortuna de don Aníbal, y él se retira con 34.000 duros (510.000 €) que de seguro su sobrina le dejará sin rechistar. Debe pensar que ya no es el tirador de antes, que ahora falla más que una escopeta de feria, que no se querrá ver deambulando por las fiestas de los pueblos soportando las risotadas de un público grosero, faltón, que ya no le consentirá sus fallos… Don Aquiles, cae en la cuenta de la verdad expuesta y accede a continuar la farsa. Saldrá y dirá que todas sus palabras eran fruto de la locura, y que nada desea más que siga adelante la vida de su sobrina con Paquito.

 

Entran todos y ven a don Aquiles llorando en brazos de Corcuera. Le entrega su pistola a éste y pide perdón a todos por su locura y sus palabras. Blanca se declara en público a Corcuera, y éste promete abandonar la medicina y curar a don Aníbal con un régimen especial.

 

 

CHISTES DE ARNICHES NÚMERO 334.

 

(Acto III, Escena XV.)

 

CORCUERA.- Pues usted tranquilo, que le voy a someter a un régimen lácteo a base de jamón que en cuatro días, como nuevo, y caso de no resultar, nos iremos a Berlín a la clínica del doctor Descalzember.

 

Pide a Paquito que le despida de todos sus compañeros: Ramón y Cajal; Goyanes; Tapia; Ortiz de la Torre; Yagüe; Noguera; Jiménez Encina; Decref y Vital Aza.

 

Y hemos encontrado a la mayoría de ellos. Es un tributo de Arniches a la Medicina y a los Médicos, muchos de ellos, como Santiago Ramón y Cajal, de prestigio internacional.

 

 

 

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Santiago Ramón y Cajal (1852-1934)

 

 

 

Don José Goyanes Capdevila (1876-1964). Nacido en Canarias estudia medicina en Madrid de 1893 a 1901. Designado Cirujano del Hospital General de Madrid en 1905. (43)

 

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Antonio García Tapia. (1875-1950) Otorrinolaringólogo

 

https://hidalgosenlahistoria.blogspot.com/2019/12/jose-ortiz-de-la-torre-y-huidobro.html

 

Jose Ortiz de la Torre y Huidobro. (1858-1928) Cirujano nacido en Cantabria. Fue el primero en operar a corazón abierto. (44)

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 (1865-1956)

Cristóbal Jiménez Encina. Médico Otorrinolaringólogo y Poeta.

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(1864-1939)

Rehabilitador.

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(1890-1961)

Ginecólogo, hijo del dramaturgo Vital Aza.

 

Feíto decide seguir a Corcuera y su suerte y Gimenof le pide su pistola, a lo que Corcuera responde que no, -“¡es mi última prescripción facultativa!”- y cae el Telón.

 

MENSAJES DE ARNICHES

 

MENSAJE NÚMERO 635: Arniches aprovecha esta descripción irónica de la vida por parte de Corcuera para recordar cómo los más vagos se sienten “ofendidos” al ser despedidos-“¡Este es un país de ingratitudes!”- clama Corcuera tras seis años de estar cobrando sin aparecer por el puesto de trabajo. El verdadero pensamiento de Carlos Arniches es: “Este es un país de vagos”.

 

MENSAJE NÚMERO 636: Nuevamente Arniches nos propone el análisis de una situación en la que no afrontamos nuestras decisiones. Concha, seducida por Paquito, abandona a su novio. A su regreso, éste le rechaza. Ella se revuelve contra Paquito cuando en realidad lo que falta es un análisis claro de las acciones que cada uno ha tomado en libertad. El mensaje es claro: afrontar las consecuencias de nuestras acciones de cara y con serenidad.

 

MENSAJE NÚMERO 637: Este galimatías formado con los nombres de los pueblos de España, basta para resaltar lo confuso de los mismos. Una historia antigua y trasnochada, incide en la toponimia hasta niveles inaguantables para Arniches.

 

MENSAJE NÚMERO 638: La jerga médica siempre llamó mucho la atención de Carlos Arniches. Aquí nos muestra todo su humor ante palabros médicos imposibles.

 

MENSAJE NÚMERO 639: Hay que reconocer el homenaje que Arniches hace a los médicos rurales, que no por estar trabajando fuera de un ámbito universitario significa que no se trabaje con ciencia y con rigor. En la obra  Los Camarones, en 1897, también hizo que el médico del pueblo desenmascarara al cómico que suplantaba la figura de un médico de la capital.

 

MENSAJE NÚMERO 640: Arniches revela ahora la verdadera razón de toda la trama: la fobia al trabajo. Ridiculiza a la juventud que sólo piensa en vivir de las rentas, y lo hace de una forma sentida, profunda. El propio Paquito se mueve en unos ambientes en los que nadie trabaja, todos viven de los sablazos, de los chanchullos, de las mentiras. Él se ve a sí mismo horrorizado teniendo que trabajar; es una vergüenza y un deshonor. Arniches quiere cambiar estos hábitos ridiculizando a estos personajes. Pero no oculta que esta realidad existe y que algunas veces… se salen con la suya.

 

MENSAJE NÚMERO 641: Arniches defensor del amor a ultranza. Si dos jóvenes se aman, “interponerse es tan ridículo como irse a cazar codornices con clarinete”.